La Cámara de Representantes de Texas (Texas House of Representatives) ha aprobado un proyecto de ley –House Bill 25– que, de seguir adelante, prohibirá a los estudiantes trans jugar en los equipos deportivos de su mismo género. Es decir, los jóvenes solo podrían participar en los grupos basándose en el sexo inscrito en sus certificados de nacimiento.
Así lo han comunicado diferentes medios estadounidenses, como la NBC, que ha recogido algunas reacciones de familias con niños trans contrarias al proyecto de ley. Este plan es el cuarto intento después de que las tres propuestas anteriores fracasaran, aunque el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, ha asegurado que lo convertirá en ley.
Tal y como recoge el texto presentado a la Cámara, el objetivo del proyecto es “remediar la discriminación basada en el sexo” entre niños y niñas: “La clasificación por sexo es la única clasificación factible para promover el interés gubernamental de brindar oportunidades deportivas escolares para las niñas”. Asimismo, el documento especifica que se podrá permitir “que una estudiante mujer compita en una competición atlética escolar designada para varones si no se ofrece o no está disponible” una competición “designada para estudiantes mujeres”. También considera que una “declaración del sexo biológico de un estudiante” en el certificado de nacimiento “indica correctamente” su sexo biológico.
A pesar de que el texto conservador explica este proyecto como una ley para “remediar la discriminación”, la ONG Unión Americana de Libertades Civiles de Texas (American Civil Liberties Union of Texas) ha expresado su desacuerdo con este plan: “La Cámara de Representantes de Texas acaba de votar para discriminar a los niños trans y excluirlos de practicar deportes como ellos mismos”, ha indicado en su cuenta oficial de Twitter. “Durante meses, los niños trans y sus defensores han estado luchando contra proyectos de ley como HB 25. Esa lucha no termina esta noche”, concluía la organización.
El Gobierno de EEUU pedirá bloquear la ley antiaborto de Texas
Texas también tiene una de las leyes antiaborto más restrictivas del país. Prohíbe prácticamente cualquier interrupción del embarazo. Por ello, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este viernes que pedirá al Tribunal Supremo que la bloquee mientras se resuelve una disputa legal sobre esta normativa, tal y como ha señalado el portavoz del Departamento de Justicia estadounidense, Anthony Coley, en un breve comunicado en el que no ha ofrecido más detalles.
Hace una semana, un tribunal federal de apelaciones restituyó la ley antiaborto puesta en marcha en Texas, estado gobernado por los republicanos, tan solo dos días después de que un juez la bloquease temporalmente.
La ley de Texas permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar si cree que infringe la prohibición y ofrece recompensas de hasta 10.000 dólares a cada demandante si gana el juicio.
Ese sistema ha permitido hasta ahora que las autoridades de Texas eludan la responsabilidad por la aplicación de la ley, porque el peso de la implementación está en esos ciudadanos particulares y no en los líderes conservadores que impulsaron el veto.
El veto de Texas –que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas, y no contempla excepciones en casos de incesto o violación– es el más restrictivo de los 90 que han entrado en vigor este año en territorios de todo el país, impulsados por líderes conservadores en congresos estatales.