El mandato de 16 años de Angela Merkel al frente de Alemania tendrá legados duraderos en muchos campos, pero el arte de la oratoria probablemente no sea uno de ellos. Cuando la canciller se dirige al público, raramente produce frases pegadizas y fácilmente citables, y ha admitido que no cree en gobernar mediante discursos. “No comparto la idea de que una persona pueda tocar tanto a otros con palabras como para cambiar sus opiniones, pero de todas formas es una bella idea”, le dijo a Der Spiegel en 2016.
Y sin embargo, durante su década y media en el poder, que concluirá tras las elecciones del domingo, ha aportado expresiones que resumen un poco su liderazgo, ya sean frases usadas por ella misma o por otros para describir los cambios en el país durante su gobierno.
Die Merkel-Raute
El rombo que Merkel dibuja con sus manos cuando se enfrenta a las cámaras en cumbres internacionales o durante visitas de Estado se convirtió en su gesto personal más por accidente que por elección, o así afirma la canciller. “La pregunta siempre fue qué hacer con los brazos”, le dijo una vez a la revista Brigitte. “Y fue así que sucedió”. Quizás, agregó, la Merkel-Raute también habla de “cierto amor por la simetría”. Antes de las elecciones de 2013, la Unión Democrática Cristiana de Merkel adoptó el rombo como el símbolo máximo de su poder, y alquiló un cartel fuera de la estación ferroviaria central de Berlín donde colgaron un mosaico que lo presentó junto al lema “El futuro de Alemania está en buenas manos”. Olaf Scholz, su posible sucesor, fue fotografiado haciendo el gesto recientemente para la portada de la revista del fin de semana del diario Süddeutsche Zeitung, afirmando pícaramente sus ambiciones.
Ertüchtigen
La palabra del vocabulario de Merkel que más evoca a la antigua Prusia, ertüchtigen significa fortalecerse a través del ejercicio físico. La canciller alemana ha usado el término en repetidas ocasiones, especialmente a lo largo de la crisis de la eurozona, para ilustrar lo que ella veía como la necesidad de modernizar el “viejo continente” mediante reformas económicas para poder competir contra China y EEUU.
Das Public Viewing
Un ejemplo perfecto de Denglish, “public viewing” es un anglicismo que se inmiscuyó en el idioma alemán en el verano de 2006 cuando Alemania fue anfitriona del Mundial de fútbol. Se refiere a la proyección en espacios públicos de los partidos en los cuales jugaba el equipo nacional, como la puerta de Brandenburgo en Berlín. Durante la época de Merkel, apoyar al exitoso equipo alemán se volvió algo mucho más popular en la sociedad de lo que alguna vez había sido.
Die Muttivation
Con la llegada del equipo nacional a las semifinales o finales de seis campeonatos internacionales seguidos, apoyar al equipo nacional de fútbol también fue algo que la misma canciller disfrutó cada vez más.
Hay fotos que muestran el desarrollo de ese amor: rígidamente alineada con un equipo nacional uniformado en 2006; en su primera visita no anunciada al vestuario después de un partido en 2010; y convirtiéndose en la mascota no oficial del equipo durante su campaña victoriosa en 2014 en Brasil. El locuaz delantero Lukas Podolski describió sus visitas como Muttivation, jugando con el supuesto papel de la canciller como “madre de la nación”. Podolski se ganó sus risas por ese giro, pero el término Mutti fue usado con menor frecuencia en Alemania de lo que uno supondría por la cobertura internacional. Cuando es usado, suele ir acompañado con implicancias negativas o una dosis de paternalismo machista. Como apelativo genuinamente cariñoso, usan Angie.
Der Stresstest
Las pruebas de esfuerzo se usan en la medicina para demostrar cómo actúa el corazón durante la actividad física. En la época de Merkel, que estuvo tildada por una serie de crisis económicas y geopolíticas, cada estructura tuvo que atravesar un Stresstest, ya fueran los bancos, las coaliciones gubernamentales o las centrales de energía atómica. En 2011, cuando la canciller decidió que todas las centrales nucleares quedarían clausuradas en 2023, fue votada como la palabra del año por la Asociación para el Idioma Alemán.
Energiewende
Die Wende, “el punto de inflexión”, es la expresión usada por los alemanes para referirse a los hechos de otoño de 1989, cuando los ciudadanos de la República Democrática Alemana se alzaron en una protesta pacífica contra el régimen socialista. El término Energiewende no se refiere a un cambio en el sistema político, sino a la transición hacia fuentes de energía renovables o con bajas emisiones de carbono. Die Wende sucedió en el curso de unos pocos meses – la Energiewende es previa al mandato de Merkel y todavía está en desarrollo. El país está comprometido con alcanzar la neutralidad en emisiones de gases de efecto invernadero para 2045.
Alternativlos
Literalmente “sin alternativa”, alternativlos fue la versión de Merkel de una línea usualmente atribuida a Margaret Thatcher: “No hay alternativa” (“There is no alternative”). Pero si esa frase era usada para clausurar los debates sobre alternativas a la economía de mercado, el Gobierno de Merkel declaró a todas las decisiones de políticas públicas como alternativlos: los rescates a los bancos para sacarlos de la crisis global, las misiones militares en Afganistán, la reducción de la deuda nacional. Su uso de la frase también inspiró el nombre del primer partido a la derecha de la CDU que llegó al Parlamento: Alternative für Deutschland.
Die Döner-Morde
Entre 2000 y 2007, un grupo terrorista neonazi llamado Clandestinidad Nacionalsocialista asesinó a 10 personas en ataques organizados en Alemania. La mayoría de las víctimas eran pequeños empresarios de origen turco o kurdo. Mientras la policía alemana no entendía las motivaciones racistas detrás de los asesinatos, los medios alemanes los vincularon a los conflictos entre pandillas de la población turco-alemana. Como Ä°smail YaÅar, la sexta víctima, había sido dueño de una tienda de kebab, un periódico de Núremberg se refirió a los asesinatos como los Döner-Morde, o asesinatos del kebab. El término sobrevive en el oprobio por cómo deshumanizó a los asesinados y como símbolo de la ceguera del país con respecto a las actividades de la extrema derecha. Dos miembros de la Clandestinidad Nacionalsocialista fueron hallados muertos en un aparente asesinato-suicidio después de un asalto fallido a un banco el 4 de noviembre de 2011, que finalmente echó luz sobre una actividad que había pasado inadvertida durante más de una década.
Das Neuland
“Territorio virgen” fue como Merkel describió a Internet en 2013: “Das Internet ist für uns alle Neuland”, “Internet es un territorio virgen para nosotros”. La gente se mofó de la frase, como si la canciller finalmente tomara consciencia de la digitalización, unos 30 años después de que la tecnología TCP/IP permitiera que las computadoras de distintas redes se comunicaran. La frase también tuvo repercusión porque el Gobierno de Merkel nunca pareció tener una estrategia coordinada para encaminar los sistemas administrativos públicos por vías digitales. Pero el contexto es importante: Merkel dijo esa frase en una rueda de prensa tras una reunión con el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para discutir que la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU hubiera intervenido su teléfono. En general, aunque el uso de Internet ya fuera extendido en 2013, se refería a que las ramificaciones legales de la vigilancia masiva y el ciberespionaje eran todavía territorios inexplorados.
Die Willkommenskultur
En el verano de 2015, cuando Merkel se negó a cerrar las fronteras alemanas a más de un millón de migrantes y refugiados que habían sido desplazados por la guerra en Siria, el término “cultura de la bienvenida” fue utilizado para describir la actitud positiva que muchos alemanes demostraron hacia los recién llegados. Cerca del 55% de la población alemana mayor de 16 años se apuntó voluntariamente para ayudarlos, de maneras que iban desde ofrecerles alojamientos temporales en sus hogares hasta enseñarles el idioma alemán.
Wir schaffen das
“Alemania es un país fuerte”, le dijo Merkel a los medios en una rueda de prensa en Berlín el 31 de agosto de 2015, intentando responder a las preocupaciones sobre la cantidad creciente de personas que solicitaban asilo en Alemania ese verano. “La motivación con la que nos acercamos a estos asuntos debe ser: ya hemos logrado tanto, también lograremos esto.” Wir schaffen das se convirtió en la versión de Merkel del “yes we can” de Obama: una frase casual que hablaba de su determinación para enfrentarse a los desafíos logísticos y políticos de la época. Tal como sucedió con alternativlos, el AfD intentó usar la expresión de Merkel en su contra: “Wir wollen das gar nicht schaffen”, exclamó el político del AfD Alexander Gauland en una manifestación del partido en octubre de 2015: “En realidad, no queremos lograrlo”.
Die Lügenpresse
Originaria del siglo XIX, el término “prensa de mentiras” adquirió un uso más extendido en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, cuando fue utilizada por intelectuales alemanes que criticaban la cobertura de los periódicos extranjeros del Gobierno colonial del Kaiser. En 1930, los nazis se refirieron a los críticos de Hitler como un aparato de Lügenprese. Ochenta años más tarde, la frase se volvió a poner de moda en Alemania en las manifestaciones en contra de las políticas de asilo de Merkel.
Der Putinversteher
Merkel fue la primera Putinversteher de Alemania, pero solo en el sentido literal de quien “comprende a Putin”. Merkel fue nombrada la tercera mejor estudiante de ruso en Alemania del Este, pudo intercambiar palabras elogiosas, y no tan elogiosas, con el líder ruso sin un traductor. En el sentido más figurativo, Putinversteher también ha sido aplicado a otros, como su antecesor Gerhard Schröder, que expresó simpatía por la posición rusa en la anexión de la península de Crimea, y criticó las sanciones europeas. Por razones económicas y geopolíticas, Alemania ha tenido una posición mucho más ambigua con respecto a la Rusia de Putin que otros países europeos.
Die Asymmetrische Demobilisierung
Utilizada por el encuestador Matthias Jung para describir las causas del triunfo electoral de Merkel en 2009, “desmovilización asimétrica” describe la estrategia de campaña que consiste en evitar declaraciones en asuntos polémicos, con el objetivo de desmotivar a los adversarios políticos o restarles poder de fuego, al punto de que ellos mismos eviten abordar un tema o ir a los comicios. El término ha sido usado desde entonces para describir el estilo de Gobierno de Merkel, incluso en periodos no electorales, aunque el mismo Jung dijera hace poco que la estrategia había quedado inutilizada en las elecciones de 2017, donde Alternative für Deutschland entró al Parlamento con una propuesta explícitamente apuntada en contra de la canciller.
Die Öffnungsorgien
El debate en torno a las “orgías de apertura” después de la segundo confinamiento por la pandemia de la COVID reveló una línea divisoria al interior del partido de Merkel. La frase fue acuñada en febrero de 2021 por Winfried Kretschmann, el primer ministro de Baden-Württemberg por el partido verde. La canciller estaba entre los políticos, como Kretschmann, que advirtieron que reabrir tiendas, restaurantes o bares demasiado pronto sería un error. Muchos demócratas cristianos, incluyendo a su sucesor en el partido, Armin Laschet, propusieron una estrategia de “convivir con el virus” y empujaron para salir del confinamiento tan pronto como fuera posible.
Die Schwerkraft
La formación de Merkel como química cuántica con frecuencia ha influido en su vocabulario político. Al defender su gestión pandémica ante el Parlamento alemán en diciembre de 2020, la canciller habló del peligro de no atenerse a los datos. “Decidí estudiar Física en la RDA... porque estaba bastante segura de que uno puede suspender muchas cosas, pero no la gravedad, ni la velocidad de la luz, incluso en la RDA”, dijo. “Dos y dos son cuatro, aunque gobierne [Erich] Honecker [el antiguo líder de Alemania del Este]”.
Cuando el periodista Moritz von Uslar le preguntó qué ley de la Física se aplicaba también a la política, Merkel propuso la ley de la Schwerkraft, o gravedad: “Sin masa no hay profundidad”.
Traducción de Ignacio Rial-Schies