Tras lograr obtener fondos para costear expertos en el diseño de tumbas, el cementerio de Highgate, al norte de Londres, está preparando nuevas parcelas, lo que significa que usted podría ser enterrado junto a Karl Marx. Eso sí, le saldrá caro: mientras que una parcela para incineración cuesta 5.000 libras (unos 5.850 euros), una tumba completa le costará “más de” 25.000 libras (unos 29.200 euros).
Sería estupendo que Marx tuviera algún tipo de teoría del valor de la tierra a la que pudiéramos referirnos en este caso concreto, pero su crítica a la teoría de la renta de David Ricardo sólo podría aplicarse a los cementerios si éstos tuvieran el potencial para cultivar más Marxes.
Baste decir que probablemente estas tumbas acabarán costando bastante más de 25.000 libras. A título comparativo, los precios de las parcelas en el cementerio de Gap Road, en Merton, al suroeste de Londres, parten de 1.545 libras (1.800 euros) por una incineración y 4.525 libras (5.290 euros) por un entierro.
La tumba de Marx es una atracción turística, pero no sólo. Quienes la visitan no son necesariamente comunistas, ya que podrían hacerlo de camino a ver las tumbas de cualquiera de los Georges (Michael y Eliot), pero quienes pintarrajean la tumba o intentan hacerla volar por los aires son sistemáticamente anticomunistas. Las pintadas más recientes, de 2019, decían “ideología del hambre” y “arquitecto del genocidio”. Supongo que es demasiado pedir a ese grafitero que escuche las conferencias del geógrafo radical David Harvey antes de que prosiga con el proselitismo de tumbas.
Cuestión de principios
Aunque no es necesario ser comunista para visitar la tumba de Marx, ser enterrado junto a él sí sería toda una declaración de principios. Sin embargo, es imposible ser enterrado junto a Marx como su discípulo. Más allá del tipo de comunista que uno pueda ser, ni siquiera ser del tipo moderno podría justificar semejante compra de estatus.
En el caso de ser un anticomunista muy decidido con una tonelada de dinero, podría usted ser enterrado junto a Marx sólo para mancillar la dignidad de su lugar de descanso. Ahora que lo digo, es la clase de cosa que me imagino haciendo a Elon Musk.
Ian Dungavell, director ejecutivo de Friends of Highgate Cemetery Trust, dice que es importante hacer espacio para nuevos enterramientos, ya que contribuyen a que Highgate siga siendo una atracción “viva”. Esto nos plantea un enigma sobre la muerte: ¿es un estado binario, en el que o estás muerto o no lo estás? ¿O se trata de una escala móvil en la que una persona que murió ayer está menos muerta que, por ejemplo, Marx, que murió en 1883? El grado de la muerte viene determinado probablemente por la cantidad de gente que sigue pensando en el difunto, lo que convierte a Marx en lo menos muerto posible.
Traducción de Julián Cnochaert.