En los meses transcurridos desde que Facebook se enfrentó a una de sus mayores crisis en sus 14 años de historia por el escándalo de Cambridge Analytica, su consejero delegado, Mark Zuckerberg, ha sido duramente interrogado y sometido a un escrutinio creciente de sus usuarios, medios y gobiernos de todo el mundo.
El jueves, el directivo multimillonario se encontró ante un nuevo desafío: el de los accionistas enfadados durante la junta anual de la empresa. Inversores activistas forzaron una votación sobre seis propuestas para cambiar la gobernanza en la empresa e impulsar otras reformas.
Aunque Zuckerberg y su consejo de directores salieron ilesos de la votación –un final inevitable gracias a la desigual estructura de voto de la empresa–, el acto sirvió de plataforma para lanzar una serie de denuncias contra el liderazgo de la compañía.
El tono tenso de la junta quedó patente a los pocos minutos de su comienzo, cuando una asistente interrumpió al presidente de la reunión para quejarse de que los accionistas no podrían hablar hasta que hubiese terminado la votación. “La democracia de los accionistas está ausente en Facebook”, argumentó la mujer antes de que le apagasen el micro.
Otra asistente, Christine Jantz, de Northstar Asset Management, afirmó: “Si la privacidad es un derecho humano, como declaró el consejero delegado de Microsoft, entonces sostenemos que la mala gestión de los datos de los usuarios es equivalente a una violación de derechos humanos”.
Jantz estaba hablando a favor de una propuesta de reforma de la estructura de votación. Bajo la estructura actual de Facebook, Zuckerberg controla la mayor parte de los votos a pesar de no controlar la mayor parte de la empresa porque sus acciones tienen 10 veces más poder de voto que las acciones disponibles para los inversores regulares.
Jantz culpó a esa estructura de permitir problemas como el escándalo de Cambridge Analytica, calificándolo como un “ejemplo indignante de un consejo nombrado por un consejero delegado para satisfacer sus necesidades” en lugar de las de los inversores.
Will Lana, de Trillium Asset Management, defendió una propuesta para cambiar la estrategia del consejo en materia de gestión de riesgo y afirmó que su empresa ha identificado “al menos 15 polémicas diferentes” a las que se enfrenta la red social. “La prueba de las actuales deficiencias estructurales está en los titulares”, añadió.
James McRitchie, inversor activista, defendió una propuesta a favor de cambiar la estructura de votación, que él llamó “dictadura corporativa”. “Señor Zuckerberg, siga el ejemplo de la historia y emule a George Washington, no a Vladímir Putin”, afirmó.
En su discurso, Zuckerberg repitió las conocidas disculpas de su reciente 'apology tour' (gira de la disculpa) que le ha llevado por el Congreso de Estados Unidos y el Parlamento Europeo para hablar sobre los varios retos a los que se enfrenta la compañía.
“El gran tema en el que estamos centrados es asegurarnos de tener una visión más amplia de nuestra responsabilidad con todas las personas a las que servimos”, afirmó Zuckerberg antes de discutir las diferentes iniciativas de la empresa para aumentar la transparencia publicitaria, mejorar la moderación de contenidos y prevenir la interferencia en elecciones.
Durante una sesión de preguntas y respuestas, la directora operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, hizo un nuevo anuncio: la compañía adoptará un enfoque que fomente la diversidad a la hora de elegir los miembros del consejo directivo. El enfoque, similar a la norma Rooney de la NFL, requiere contratar a directivos más favorables a considerar candidatos de grupos subrepresentados a la hora de ocupar una posición vacante.
Facebook añadió a su consejo el primer miembro no blanco en enero de este año, el consejero delegado de American Express, Kenneth Chenault. En mayo, la empresa anunció que Jeff Zients, expresidente del Consejo Económico Nacional de Obama, sustituirá en la junta al cofundador de Whatsapp, Jan Koum.