Filipinas ha concedido a EEUU un mayor acceso a sus bases militares, reforzando así la presencia de Washington en la región, en un momento de creciente preocupación ante la posibilidad de una agresión china.
Washington tendrá acceso a otras cuatro bases militares en “zonas estratégicas del país”, según informó el jueves el Departamento de Defensa Nacional de Filipinas, aunque no especificó su ubicación.
Según los analistas, el acceso ampliado llenará un vacío crucial en el posicionamiento de EEUU en la región, y le permitirá vigilar mejor la actividad china en el Mar de China Meridional y cerca de Taiwán.
El acuerdo se ha realizado en el marco de un Pacto Mejorado de Cooperación en Defensa (EDCA, por sus siglas en inglés) que autoriza a EE.UU. a acceder a bases filipinas para entrenamiento conjunto, almacenar equipos y suministros y construir instalaciones, aunque no a establecer una presencia permanente. EEUU ya tiene acceso a cinco emplazamientos militares.
El acuerdo reforzará la presencia estadounidense en el Indo-Pacífico, donde el país mantiene tratados militares con países que van desde Japón y Corea, en el norte, Tailandia y Filipinas, y Australia, en el sur. Funcionarios estadounidenses han comentado anteriormente que el posicionamiento de los equipos militares estadounidenses en Asia estaba demasiado orientado hacia el noreste asiático.
En su declaración, el Departamento de Defensa Nacional de Filipinas afirmó que Washington destinaría más de 82 millones de dólares (75 millones de euros) a inversiones en infraestructura en las cinco bases anteriores a las que se le había dado acceso. “La alianza filipino-estadounidense ha resistido la prueba del tiempo y sigue siendo férrea”, afirma el documento.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró en una rueda de prensa el jueves que Estados Unidos estaba reforzando su despliegue militar en la región “por sus propios intereses egoístas y con una mentalidad de suma cero”.
Mao Ning acusó a Estados Unidos de “exacerbar la tensión regional y poner en peligro la paz y la estabilidad de la región”, y afirmó que otros países de la región deberían tener cuidado de que Estados Unidos “se aproveche de ellos”.
En los medios de comunicación estatales chinos, la cobertura se centró en las apreciaciones de que Estados Unidos estaba ampliando su presencia militar en la región “para contrarrestar a China”, y en que Filipinas debía cuidar el equilibrio en sus relaciones con ambos países.
El anuncio se hizo durante una visita a Manila del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, que tenía previsto mantener conversaciones con su homólogo filipino, Carlito Gálvez Jr, y con el asesor de seguridad nacional, Eduardo Año, así como con el presidente Ferdinand Marcos Jr.
Numerosos reportes indican que EE.UU. pidió acceso a bases en Luzón, la parte de Filipinas más cercana a Taiwán, y en la isla de Palawan, la masa continental más próxima a las disputadas islas Spratly, en el Mar de China Meridional.
Estos emplazamientos eran valiosos por dos razones, según Denny Roy, investigador principal del Centro Oriente-Occidente de Honolulu. “Están geográficamente cerca de los dos principales puntos de conflicto con China: Taiwán y el Mar de China Meridional. En segundo lugar, los lugares adicionales de la zona donde EE.UU. puede preposicionar fuerzas ayudan a reducir el problema que presenta el concentrar demasiadas fuerzas en un pequeño número de lugares que podrían ser vulnerables a los ataques de misiles chinos”.
La ubicación en Luzón permitiría a EEUU proporcionar apoyo operativo y logístico a Taiwán, si fuera necesario, dijo Herman Kraft, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Filipinas. Por ahora, según dijo, lo más probable es que el acceso se utilice con fines de vigilancia. Según Kraft, el acceso ampliado llena un eslabón perdido en términos de posicionamiento de EEUU en la región que se remonta a 1991, cuando Filipinas se negó a ratificar un nuevo acuerdo con Washington, su antiguo gobernante colonial, lo que obligó a EEUU a retirarse. “El sudeste asiático siempre ha sido más o menos un hueco [para Estados Unidos]”, afirmó Kraft. “Tienen un acuerdo de despliegue de tropas con Singapur, pero es pequeño”.
Las relaciones con EE.UU. se habían deteriorado con el anterior presidente, Rodrigo Duterte, que en una ocasión dijo que era “hora de decir adiós” a EE.UU., y amenazó con desechar un acuerdo bilateral que cubría la visita de tropas estadounidenses. En opinión de Kraft, Marcos, que asumió el cargo el año pasado, “quiere establecer una relación más cooperativa y menos conflictiva con Estados Unidos”. El anuncio se produce en medio de la preocupación por la firmeza de China en el disputado Mar de China Meridional, uno de los principales focos potenciales de conflicto. Filipinas, así como Vietnam, Malasia y Brunei, reclaman partes del mar, mientras que Pekín reivindica la soberanía sobre casi la totalidad.
Según un informe de la Iniciativa para la Transparencia Marítima en Asia, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en 2022 la Guardia Costera china mantuvo patrullas casi diarias en puntos clave del Mar de China Meridional, y su presencia fue “más robusta que nunca”.
El informe, que analizó los datos del sistema de identificación automática del proveedor comercial MarineTraffic, descubrió que, en comparación con los datos de 2020, la cantidad de días en que un buque de la Guardia Costera de China patrulló puntos clave había aumentado en todos los casos. Entre los puntos estudiados se incluyeron las regiones conocidas como Second Thomas Shoal, Luconia Shoals, Scarborough Shoal, Vanguard Bank y Thitu Island.
Traducción de Santiago Armando