La mujer acusada de fingir un desmayo en Reino Unido mientras era deportada murió cinco días después
Una mujer sudafricana que se desmayó cuando Reino Unido estaba intentando expulsarla del país fue acusada por las autoridades de inmigración de estar fingiendo una enfermedad para evitar que la llevasen hasta el avión que la deportaría. Cinco días después, la mujer ha muerto.
El Ministerio de Interior ha remitido el caso de Nancy Motsamai, de 35 años, que murió el pasado 12 de marzo, al Consejo de Prisiones Independientes y al Defensor del Pueblo para que se investigue.
Su marido, Fusi Motsamai, también de 35 años, ha condenado el trato que su mujer recibió por parte de Interior. “Le pedimos en varias ocasiones que devolviese el pasaporte de Nancy para poder llevar sus restos mortales a su país de origen para su entierro, pero no lo hicieron”.
Todo fue a peor cuando Interior envió un mensaje al móvil de su mujer el día 30 de marzo, más de dos semanas después de su muerte, dando aviso de las penas a las que se enfrentaba si no acudía a una cita en un centro de información del mismo ministerio el día 5 de abril.
El Ministerio de Interior confirmó que el mensaje se envió después de que se les notificase la muerte de Motsamai y aseguraron en ese momento que estaban “trabajando urgentemente” para entregar su pasaporte a las autoridades sudafricanas. Un portavoz dijo que el error del envío del mensaje se debió a un sistema automatizado que no había sido actualizado.
La abogada de la pareja, Linda Appiah, había informado al departamento jurídico del Gobierno de la muerte de su clienta en una carta con fecha de 16 de marzo. El Ministerio de Interior asegura que no se le notificó hasta el 23, una semana antes de que se enviase dicho mensaje.
La pareja había estado viviendo y trabajando en Reino Unido durante más de una década, pero se toparon con problemas cuando solicitaron renovar sus visados. A ambos se les obligo informar regularmente a Eaton House, un centro de Interior en Hounslow. Cuando fueron el pasado 7 de marzo, se les dijo que iban a ser obligados a abandonar Reino Unido ese mismo día y que les iban a meter en un avión con destino a Sudáfrica.
Appiah asegura que el 5 de marzo había presentado una reclamación de revisión judicial por el trato de Interior en torno a la solicitud del visado de la pareja. El Ministerio, sin embargo, insiste en que no había obstáculos legales para deportar a la pareja dos días después.
Se desmayó en el aeropuerto
“Nancy dijo que se encontraba mal cuando estábamos en Eaton House”, dice Fusi Motsamai. Cuando llevaron a la pareja al aeropuerto de Heathrow varias horas después, ella se desmayó en un pasillo. “Una autoridad de inmigración del aeropuerto acusó a Nancy de estar fingiendo su desmayo para evitar terminar en el avión”, asegura su marido. “Le dijo que le esposaría de pies y de manos, que le haría ir caminando al avión como si fuera un pingüino, y que le subiría al avión aunque tuviera que cargar con ella”.
Al final, los agentes decidieron detener a la pareja. “Nos detuvieron por separado, pero cuando liberaron a Nancy me contó que una enfermera del centro de detención le dijo que estaba muy enferma para permanecer detenida. Pero los superiores de la especialista la ignoraron y fue retenida durante la noche”.
A la mañana siguiente, ambos fueron liberados, pero ella empeoró y murió de una embolia pulmonar cinco días después.
Finalmente, el cuerpo de Nancy fue trasladado a Sudáfrica el 5 de abril después de que el Alto Comisionado del país accediera a proporcionar un documento para realizar un viaje de emergencia.
Fusi comparó el tratamiento que recibió su mujer con la actitud que ella tenía con los demás. “Nancy era el tipo de persona capaz de iluminar una estancia con su sonrisa”, asegura. “Le encantaba ayudar a los demás y se ofreció como voluntaria para ayudar en la iglesia con diferentes programas para jóvenes. Creía en la justicia y se enfadaba con las injusticias que les sucedían a otros y nadie respondiera por ello”.
La reverenda Lucy Brierley, de la Working United Reformed Church, que apoyó a la pareja y sigue apoyando a Fusi, condenó el sistema de expulsión de inmigrantes de Reino Unido, y lo calificó de burla y vergüenza. “Este caso es un ejemplo del caos administrativo de los visados en Reino Unido y de su sistema de inmigración”, asegura.
“Nuestras condolencias y nuestros pensamientos están con la familia de Motsamai en estos momentos tan complicados. Nos tomamos muy en serio nuestras responsabilidades hacia la salud y el bienestar de los detenidos. Cuando hay denuncias de que no se ha cumplido con las normas más exigentes, estas denuncias serán estudiadas de manera exhaustiva”, ha dicho un portavoz del Ministerio de Interior.
Traducido por Cristina Armunia Berges