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¿Es 2019 el año en que finalmente deberíamos cerrar Facebook?

Prepárense para un increíble déjà vu: estamos a punto de vivir otro “escándalo” de Facebook. Una investigación del periódico The New York Times ha descubierto que la red social permitía a Netflix, Spotify y el Royal Bank of Canada (RBC) leer, escribir y borrar mensajes privados de los usuarios.

Tras rastrear cientos de documentos internos de Facebook, el New York Times también ha revelado que la red social dio a 150 socios un mayor acceso a datos de los usuarios de lo que hasta entonces había dicho. Microsoft, Sony y Amazon, por ejemplo, tenían permiso para acceder a la información de contacto de los usuarios de sus amigos.

Netflix, Spotify y el RBC negaron haber hecho nada malo con los mensajes privados. Netflix tuiteó que nunca pidió permiso para mirarlos, Spotify dijo que ni siquiera sabía que podía acceder a ellos, y el RBC hasta llegó a discutir que le fuera posible ver los mensajes de los usuarios.

Pero lo importante no es si accedieron o no a la información. Lo relevante es que Facebook les ofreció la posibilidad y nunca debería haberlo hecho sin el permiso expreso de los usuarios.

Como si no se hubiera enterado de nada, la inmensa empresa tecnológica ofreció la siguiente explicación a la investigación del New York Times: “Ninguna de estas alianzas o herramientas dio a las compañías acceso a la información sin el permiso de los usuarios, tampoco se violó nuestro acuerdo de 2012 con la Comisión Federal de Comercio”. Tal vez sea cierto, pero lo que sí violaron fue la confianza del público.

El último informe del New York Times le pone cierre a un muy mal 2018 para Facebook en lo que se refiere a la confianza de la gente. Estas fueron algunas de las noticias más relevantes del año:

- Marzo: The Observer revela que Cambridge Analytica usaba con fines políticos, y sin un consentimiento expreso, los datos de millones de usuarios de Facebook. También se revela que Facebook había registrado datos de las llamadas telefónicas y los mensajes de texto de los usuarios de Android.

- Abril: se revela que Facebook negociaba en secreto con varios hospitales para conseguir que estos compartieran los datos médicos privados de sus pacientes con la red social.

- Septiembre: los hackers acceden a unos 30 millones de cuentas de Facebook.

- Noviembre: Facebook reconoce que no hizo lo suficiente para impedir que la red se usara para incitar la violencia genocida en Myanmar. Una información del New York Times revela que la tecnológica contrató a una empresa de relaciones públicas que desacreditaba a los críticos de la red social argumentando que eran agentes de George Soros.

- Diciembre: Facebook admite que mostró las fotos privadas de 6,8 millones de usuarios a aplicaciones que no tenían autorización para verlas (para saber si eres uno de los afectados, sigue este enlace de Facebook).

Si sigues en Facebook después de todo lo que ha pasado este año, tienes que preguntarte por qué. ¿Vale la pena renunciar a tus datos a cambio de lo que ofrece la plataforma? En términos más generales, ¿te sientes cómodo formando parte de las razones que están haciendo tan peligrosamente poderoso a Facebook? ¿Te sientes bien siendo parte de una plataforma que, entre otras cosas, contribuyó a incitar el genocidio de Myanmar?

Tras el escándalo de Cambridge Analytica en marzo, Facebook compró espacios publicitarios en los periódicos con anuncios que decían: “Tenemos la responsabilidad de proteger su información. Si no somos capaces, no la merecemos”. En mi opinión, ya han demostrado que no la merecen.

Facebook ha dejado perfectamente claro en repetidas ocasiones que no tiene escrúpulos y que no cambiará a menos que se vea obligada. Facebook también ha dejado muy claro que cree poder salirse con la suya porque sus usuarios son unos idiotas. “Tontos”, llamó Zuckerberg a los primeros usuarios de Facebook por entregarle su información personal. El tiempo no parece haber disminuido el desdén que el fundador de la empresa siente hacia las personas cuyos datos gestiona.

Para evitar equívocos, no creo que todos tengan que borrar Facebook. La red social es una herramienta verdaderamente valiosa para algunas personas. Además, a menos que los 2.000 millones de usuarios borren su cuenta de repente, el abuso de poder de Facebook no es un problema que se pueda resolver de forma individual. Las gigantes tecnológicas deben ser reguladas.

Dicho esto, si Facebook no les está reportando un servicio invalorable, les pido que se liberen de la empresa todo lo que les sea posible. Borrar la cuenta de Facebook no sería una mala resolución para Año Nuevo. Si Facebook traiciona nuestra confianza una y otra vez, pero lo seguimos utilizando, tal vez le estemos dando la razón a Zuckerberg y seamos unos idiotas.

Traducido por Francisco de Zárate