La cueva donde quedó atrapado un equipo infantil de fútbol de Tailandia se convierte en lugar turístico

Ronan O'Connell

El parque y complejo de cuevas al norte de Tailandia donde un equipo de fútbol infantil quedó atrapado 17 días durante el verano pasado se ha convertido en un lugar turístico poco habitual desde que volvió a abrir sus puertas este mes de noviembre.

El parque forestal Tham Luang-Khun Nam Nang Non, situado en la provincia de Chiang Rai, era una tranquila zona rural hasta que la exitosa misión de rescate de los 12 jóvenes futbolistas y su entrenador llegó a los titulares de todo el mundo el pasado mes de junio. Desde que volvió abrir el complejo de cuevas del parque el 16 de noviembre, ha recibido miles de visitantes y, aunque todavía no se permite a la gente entrar en la misma cueva donde los niños quedaron atrapados por las inundaciones, más de 100 puestos de venta de souvenirs, camisetas y comida han brotado a lo largo de la carretera que lleva a la cueva, cerca del pueblo Mae Sai.

“Esto es algo increíble para la gente de esta zona”, afirma Vipa Romaneechutima, que vende billetes de lotería cerca de la entrada a la cueva. “La gente ya intentó en el pasado muchas veces convertir Tham Luang en una atracción turística, pero nunca se hizo popular. Ahora es famosa en todo el mundo por los chicos rescatados de la cueva. No solo estamos contentos por el dinero de los turistas. También somos gente muy orgullosa y es un honor para nosotros que la gente quiera viajar aquí para ver nuestro precioso parque”, añade.

El parque se encuentra a los pies de unas colinas con densa vegetación en una zona aislada de Tailandia. Los visitantes ahora pueden ver la cueva Tham Luang a poca distancia desde una valla de alambre y pueden explorar tres de las otras cuevas del parque: Buda, Naga y Chamois. Mientras tanto, continúan los trabajos de construcción de un museo en homenaje al rescate y al buceador Saman Gunan, que murió en la operación. También se está construyendo un camping para turistas cerca de la carretera de entrada al parque.

La semana pasada, una multitud de personas dejó flores cerca de la entrada a la cueva, que está cerrada desde que terminó el rescate el pasado 10 de julio mientras las autoridades consideran si se puede reabrir de forma segura al público. Entre ellos estaban John Deeney y su esposa, de Escocia. La pareja estaba de vacaciones en Tailandia y decidió visitar Chiang Rai y el complejo de cuevas. “Fue algo impresionante lo que ocurrió aquí y fue muy especial verlo con nuestros ojos”, recuerda. “Supongo que esto ahora se convertirá en una gran atracción turística”, añade.

Detrás de Deeney, la gente formaba una larga cola para hacerse un selfie frente al cartel de la cueva Tham Luang. Durante 17 días este nombre se asoció al miedo y la ansiedad. Ahora, Tham Luang tiene la oportunidad de convertirse en un lugar de alegría y oportunidad. Phisek Kemapusit, residente de la zona, afirma que la comunidad local está encantada con los nuevos proyectos y el aumento en el número de visitantes. “Creará más empleo para la gente del pueblo, así que los turistas son más que bienvenidos”.