En los primeros siete meses de 2017 han muerto más personas cruzando la frontera desde México hasta EEUU que en el mismo periodo del año anterior, y eso que el número de quienes han intentado el periplo es significativamente menor.
El número de personas muertas en la frontera ha aumentado un 17%. De 204 muertes durante los primeros siete meses de 2016 se ha pasado a 232 en este año, según indica la Organización Internacional para las Migraciones (IOM, por sus siglas en inglés).
Al mismo tiempo, la Patrulla Fronteriza de EEUU ha informado de que se han detenido aproximadamente a la mitad de migrantes cruzando la frontera si se comparan los seis primeros meses de 2016 con los de 2017: de 267.746 personas detenidas a 140.024.
Adam Isacson, de la ONG Oficina de Washington para Latinoamérica, asegura que este incremento es sorprendente, ya que había habido una caída importante en el número de detenciones, lo que indica que hay menos gente intentando emigrar. “La proporción entre la gente que está muriendo y la gente que está intentando cruzar la frontera debe ser mucho mayor del 17%”, explica Isacson a the Guardian.
El informe no identifica lo que podría estar causando el cambio, pero históricamente las políticas más estrictas en materia de migración en EEUU han llevado a la gente a utilizar rutas mucho más peligrosas. Esto es en parte porque dichas políticas no mitigan los factores que llevan a la gente a migrar, factores como las amenazas de las bandas violentas, el crimen y la falta de oportunidades económicas.
Julio ha sido el mes en el que más gente ha muerto este año. En total, se han descubierto 50 cuerpos, entre los que se encuentran 10 personas que murieron mientras estaban siendo transportados ilegalmente para cruzar la frontera en un sofocante camión de 18 ruedas. Días después, al menos cuatro personas (entre ellos dos niños), murieron en su intento por cruzar el Río Grande.
Más devoluciones, más riesgos
Isacson añade que en Texas el verano está siendo especialmente caluroso, lo cual hace que las condiciones a la hora de cruzar la frontera sean más peligrosas, y que es posible que el incremento de la violencia en las ciudades fronterizas pueda tener un impacto en las tasas de mortalidad.
También preocupa que más mujeres y niños puedan estar intentando realizar cruces fronterizos peligrosos en lugar de pedir asilo, debido a un repunte de casos en los que autoridades han devuelto de manera ilegal a los solicitantes de asilo al sur de la frontera desde que Trump fue elegido presidente en noviembre de 2016.
Una demanda presentada el mes pasado acusa a dos policías fronterizos de EEUU de poner en peligro a los solicitantes de asilo por amenazarles de manera sistemática, confundirles o rechazarles. “Sería una auténtica pesadilla si hubiera más niños y mujeres entre los fallecidos, esperemos que esto solo sea una hipótesis errónea”.
El informe de IOM apunta que el cálculo de personas muertas probablemente esté infravalorado porque las muertes se producen a menudo cuando las personas están cruzando un inmenso y remoto desierto o una gran masa de agua.
Traducido por Cristina Armunia Berges