Barbie se convierte en una mujer (con una talla) de verdad
Con su cintura minúscula, unos muslos extremadamente delgados y una figura esbelta, la Barbie ha sido acusada de promover un arquetipo físico poco saludable durante cinco décadas. Pero ahora, en su mayor actualización desde 1959, deja de lado la constitución esquelética y la carencia de formas para apostar por unas caderas y piernas voluptuosos en tres nuevos modelos de muñeca que reflejen una “visión más amplia de la belleza”.
Mattel, la empresa creadora de las muñecas, ha afirmado que esta nueva variedad –que incluye también diferentes tonos de piel– ha sido diseñada para promover unos hábitos saludables y un cuerpo realista que reflejará la diversidad de aquellas que jueguen con las muñecas. “Estamos emocionados ante este cambio de imagen, literalmente, de la marca. Estas nuevas muñecas representan unas medidas más representativas del mundo que las chicas ven a su alrededor. La variedad de tipos de cuerpo, tonos de piel y estilos permiten que las niñas se sientan más identificadas. Creemos que tenemos la responsabilidad con ellas y con sus padres de reflejar una visión más amplia de la belleza”, ha declarado Evelyn Mazzocco, veterana vicepresidenta y directora general de Barbie en el mundo.
Mattel tiene la esperanza de que esta nueva gama, que se anunció en la portada de la revista TIME, impulse las ventas de la muñeca más famosa del mundo. Se estima que cada hora se están vendiendo tres Barbies pero, en octubre, Mattel anunció que sus ventas habían caído un 14% en todo el mundo, el octavo trimestre consecutivo en pérdidas.
La compañía mantuvo la gran reinvención de Barbie en alto secreto, se refería a ella simplemente como “Proyecto Amanecer”. La nueva muñeca cuenta con 24 peinados, incluyendo el afro, un rizado pelirrojo e incluso pelo liso y azul, lejos de la apuesta segura del rubio brillante que se ha relacionado con Barbie desde sus comienzos. “Desde hace 55 años, Barbie ha sido un icono global, cultural y una fuente de inspiración e imaginación para millones de niñas en todo el mundo. Su habilidad de saber crecer y evolucionar en el tiempo, mientras se mantiene fiel a su espíritu, es la razón de que Barbie sea la muñeca de moda número uno”, explica Richard Dickinson, presidente y jefe de operaciones de Mattel.
Desde que Barbie salió al mercado por primera vez, ha recibido críticas por dar a las chicas jóvenes e influenciables una idea poco realista de cómo debería ser el cuerpo femenino. En 1963, la muñeca salió con un libro titulado Cómo perder peso, con instrucciones para no comer. Algunas investigaciones concluyeron que, con su pecho de 90cm y su cintura de 45cm, a Barbie le faltaría el 17% de grasa corporal necesario para la menstruación.
El lanzamiento de cuerpos diferentes fue bien acogida por varias organizaciones que luchan por una imagen corporal saludable y apoyan a quienes sufren trastornos alimenticios, que según las investigaciones están agravados por la exposición a tipos de cuerpos poco realistas. En julio de 2015, un estudio concluyó que los niños británicos de ocho años señalaban insatisfacción con su cuerpo y que casi el 40% de las chicas de 14 años admitían estar regularmente a dieta.
El alto ejecutivo de Beat –una organización que trabaja con los trastornos alimenticios– Andrew Radford dice estar encantado con que Mattel haya incluido más diversidad en la gama de Barbie. “Durante mucho tiempo, Beat ha hecho campaña para que no se muestre constantemente un look muy esbelto como el único ideal al que puede aspirar la gente joven”, explica.
“Si queremos que una generación crezca con una buena autoestima, tenemos que acabar con esto. Es una iniciativa bienvenida para reflejar de un modo más real la diversidad de formas, tamaños y culturas de la humanidad, especialmente en una gama con la que varias generaciones de niñas se han identificado desde el comienzo”, valora Radford.
Liamp Preston, portavoz de la campaña Sé Real de la organización juvenil cristiana YMCA, que trabaja con las escuelas y con las empresas, cree que ya era hora de que las empresas asumieran su responsabilidad por las imágenes que proyectan en las niñas y adolescentes. “Sabemos que los niños desde muy pronto están influenciados por las imágenes que ven a su alrededor. Tenemos investigaciones que dicen que niñas de tan solo cinco años están preocupadas por su aspecto y su talla”, afirma.
“Ahora más que nunca, allá donde vayan los jóvenes se ven bombardeados con imágenes de mujeres pasadas por Photoshop, que tienen formas que simplemente no son reales ni sanas, y eso es un problema grave para nosotros”, advierte Preston. “Es muy importante que los jóvenes acojan la diversidad y se sientan felices con quienes son. Las muñecas que Mattel pretende fabricar podrían ayudar mucho a eso. Espero que este sea el primer paso para un cambio en el mercado infantil en general”, expresa.
La empresa también tiene la esperanza de que esta nueva gama diversa atraiga a las “madres millenial”, que tienen mayor conciencia social y tenían una visión negativa de las anteriores proporciones irreales de Barbie. La directora de imagen de marca global de Mattel, Tania Missad, dijo a The Telegraph que esperan recibir críticas de que las nuevas muñecas “no han ido suficientemente lejos, o de gente que preugnte qué será lo próximo, que cuestione nuestro compromiso con esto”. “Barbie es un pararrayos para el debate, y por supuesto que habrá respuestas negativas”, añadió.
Traducción de: Mónica Zas y Jaime Sevilla