La batalla se intensifica en Kiev durante el tercer día de ofensiva de Rusia sobre Ucrania

Peter Beaumont / Emma Graham-Harrison / Luke Harding / Shaun Walker

Leópolis / Kiev —
26 de febrero de 2022 17:49 h

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Las tropas rusas continúan este sábado su ofensiva contra Kiev y otras ciudades de Ucrania. Los residentes buscan refugio en el metro de la capital y en los sótanos durante el tercer día de intensos bombardeos.

Mientras los ataques rusos seguían golpeando Kiev, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha rechazado una oferta de evacuación de Estados Unidos, insistiendo en que se quedará. “La lucha está aquí”, ha dicho mientras continuaban los combates en las calles, principalmente en los alrededores de la ciudad.

Zelenski también ha asegurado de nuevo que el Ejército del país resistirá la invasión rusa. En un vídeo grabado en la calle cerca de la sede gubernamental, ha dicho que permanece en la ciudad y que las afirmaciones de que los militares ucranianos depondrían las armas son falsas.

“Estamos conteniendo con éxito los ataques del enemigo. Sabemos que estamos defendiendo nuestra tierra y el futuro de nuestros hijos. Kiev y las zonas clave están controladas por nuestro ejército”, ha dicho el presidente en una rueda de prensa posterior. “Los ocupantes querían colocar su títere en nuestra capital. No lo consiguieron. En nuestras calles se libró una auténtica batalle”.

El Ministerio de Sanidad ucraniano ha informado este sábado de que 198 personas han muerto, entre ellas tres niños, y que otras más de 1.000 han resultado heridas desde que comenzó la ofensiva rusa antes del amanecer del jueves, con masivos ataques aéreos y de misiles, y tropas que se adentraron en Ucrania desde el norte, el este y el sur.

Entre los edificios de Kiev afectados por la última oleada de ataques rusos se encuentra un bloque de viviendas de gran tamaño. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, publicó una imagen en la que se veía un enorme agujero en uno de los lados del edificio y apartamentos destrozados en varias plantas.

“Estamos asustados”

“Todos estamos asustados y preocupados. Entonces no sabemos qué hacer, qué va a pasar dentro de unos días”, dice Lucy Vashaka, de 20 años, trabajadora de un pequeño hotel de Kiev.

Un informe de inteligencia del Ministerio de Defensa británico decía este sábado que Rusia todavía tiene que hacerse con el control del espacio aéreo sobre Ucrania y que la mayoría de las fuerzas rusas estaban todavía a unos 29 kilómetros de Kiev.

Mientras Kiev se defendía de los ataques rusos en las primeras horas del sábado, había informaciones sobre contraataques ucranianos en algunos lugares previamente reivindicados por las fuerzas rusas, como Sumy, en el este del país.

The Guardian ha hablado por teléfono con un residente en Jérson –que Rusia ha declarado haber tomado– que decía que, mientras las tropas rusas estaban en la ciudad, continuaban los combates y que los militares ucranianos habían volado un puente clave de la localidad.

Los militares ucranianos han afirmado haber derribado dos aviones de transporte rusos repletos de paracaidistas, aunque esto no ha podido ser confirmado y los militares rusos no se han pronunciado sobre ninguno de los dos aviones.

Hay pruebas de que, en algunas zonas, las fuerzas rusas se enfrentaban a crecientes dificultades logísticas, con cuentas de redes sociales en ucraniano que publicaban imágenes de soldados rusos capturados e informaciones sobre escasez de combustible para vehículos y alimentos para las tropas.

Durante la tarde de este sábado, el ministerio de Defensa británico ha dicho que la velocidad del avance ruso se ha ralentizado temporalmente, probablemente como resultado de las “agudas dificultades logísticas y la fuerte resistencia ucraniana”. “Las fuerzas rusas están sorteando los principales centros de población ucranianos mientras dejan fuerzas para rodearlos y aislarlos”, afirma en un tuit. La toma de la capital sigue siendo el principal objetivo de Moscú, añade.

Sin embargo, un dato profundamente preocupante son unas imágenes captadas por la CNN al otro lado de la frontera rusa, en la región de Belgorod que muestran un sistema pesado de lanzallamas TOS-1, que dispara misiles termobáricos, trasladado en un vehículo hacia la frontera ucraniana.

El fiscal de la Corte Penal Internacional ha puesto sobre aviso a los combatientes y a sus mandos de que está supervisando la invasión rusa y de que tiene jurisdicción para perseguir los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad.

El Ministerio de Defensa de Rusia ha ordenado al Ejército iniciar una ofensiva “en todas las direcciones” tras acusar a Kiev de negarse a sentarse en la mesa de negociaciones con el Kremlin. “Después de que la parte ucraniana rechazara el proceso de conversaciones, hoy se le dio a todas las unidades la orden de iniciar la ofensiva en todas las direcciones en correspondencia con el plan de la operación”, ha declarado en rueda de prensa el portavoz, Ígor Konashénkov.

En un giro importante en su política de prohibir las exportaciones de armas a las zonas de conflicto, el Gobierno alemán ha informado este sábado de su decisión de enviar a Ucrania 1.000 armas antitanque y 500 misiles de defensa antiaérea “Stinger”. 

Ucrania parece estar ganando un creciente apoyo diplomático para expulsar a Rusia del sistema bancario internacional Swift, con la presidencia del primer ministro italiano, Mario Draghi, diciendo que apoyará cualquier medida de la UE en materia de sanciones y Chipre, que tiene amplios vínculos bancarios con Rusia, indicando que ya no se opondrá a la medida. Se espera una decisión en los próximos días.

“Ya tenemos el apoyo casi total de los países de la UE para desconectar a Rusia de Swift. Espero que Alemania y Hungría tengan el valor de apoyar esta decisión. Tenemos el valor de defender nuestra patria, de defender a Europa”, ha dicho Zelenski este sábado.

El primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, ha dicho que el país está prohibiendo los vuelos rusos en su espacio aéreo, y Francia ha dicho que ha decidido enviar equipo militar defensivo a Ucrania.

Más de 100.000 refugiados

Un gran número de ucranianos del sur y el este del país han tratado de huir, incluso a las vecinas Hungría y Polonia, y las colas en algunos pasos fronterizos se extienden hasta 20 kilómetros o más.

Se han organizado trenes de evacuación desde las ciudades, incluida Leópolis, para ayudar a la gente a salir. Se calcula que 115.000 personas han huido desde el jueves, 100.000 de ellas a Polonia.

El movimiento de las tropas rusas tras menos de tres días de combates pone aún más en peligro a un país que se aferra a la independencia frente a un amplio ataque, que amenaza con derribar el Gobierno democrático de Ucrania y hacer tambalear el orden mundial de la pos-Guerra Fría.

Las autoridades occidentales creen que Vladímir Putin está decidido a derrocar al Gobierno de Ucrania y sustituirlo por un régimen a su gusto. La invasión constituye el mayor intento de Putin para redibujar el mapa de Europa y revivir la influencia de Moscú en la época de la Guerra Fría. Ha provocado una respuesta internacional que incluye sanciones directas a Putin.

El Gobierno estadounidense ha instado este sábado a Zelenski a abandonar Kiev, pero este ha rechazado la oferta, según fuentes de la inteligencia estadounidense con conocimiento directo de la conversación, diciendo que necesitaba munición antitanque y “no un traslado”.

Estados Unidos y sus aliados occidentales anticiparon durante semanas la invasión rusa. Putin negó que estuviera en marcha durante todo este tiempo. El presidente ruso no ha revelado sus planes finales para Ucrania. Su ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, ha dado una pista. “Queremos permitir que el pueblo ucraniano determine su propio destino”, ha dicho.

El portavoz de Putin, Dmitry Peskov, ha dicho que Rusia reconocía a Zelenski como presidente de Ucrania, pero no ha querido decir cuánto puede durar la operación militar rusa.