El polémico sheriff del condado de Milwaukee, David Clarke, que comparó al movimiento Black Lives Matter con el Ku Klux Klan, ha afirmado que trabajará para el gobierno de Trump como enlace entre el gobierno nacional y las fuerzas de seguridad locales y provinciales.
Clarke anunció su designación en un programa de radio de una emisora de Wisconsin, 1130 WISN Radio. La designación es la culminación de un largo cortejo entre Trump y el sheriff, que hizo campaña por el candidato republicano el año pasado y fue uno de los pocos oradores afroamericanos en la Convención Nacional Republicana, en la que proclamó que “las vidas de los azules importan”, usando la terminología del movimiento Black Lives Matter (las vidas de los negros importan) para homenajear a los policías muertos en acción.
La designación de Clarke como Subsecretario del Departamento de Seguridad Interior supone su renuncia como sheriff de la ciudad más grande de Wisconsin, una noticia que será recibida con alegría por los inmigrantes y grupos minoritarios residentes en Milwaukee, que lo han acusado de alentar la discriminación racial. La decisión sugiere que el gobierno de Trump fomentaría un mayor papel de las policías locales, junto con los oficiales de inmigración nacional, en el arresto de inmigrantes indocumentados, una política que el mismo Clarke había comenzado a adoptar en Milwaukee.
En marzo, en una entrevista con the Guardian, el sheriff dijo que estaba a favor de que las fuerzas de seguridad locales actuaran como agentes de inmigración, arrestando personas indocumentadas que hayan cometido el más mínimo delito. “No creo que sea mucho pedirle a alguien que está ilegalmente en este país que al menos cumpla las leyes. No me importa cuál haya sido el delito. Si yo fuera a México, no podría cometer delitos menores y luego decir ‘bueno, es sólo un delito menor’”.
También rechazó las acusaciones de que se utilizaran criterios raciales en las detenciones. “Dejemos en claro qué buscamos: buscamos comportamiento criminal, no rasgos étnicos. Nos acusan de utilizar criterios raciales como si nos tiraran con un lanzallamas –‘¡Llamadlos racistas!’–. A mí no me asustarán con eso”.
Los que critican a Clarke han cuestionado que esté capacitado para un trabajo en el gobierno nacional, dado el dudoso historial que tiene su departamento de policía en el condado de Milwaukee. Una de sus responsabilidades es supervisar la cárcel del condado, que en el último año vio morir a cuatro internos.
Uno de los muertos era un hombre de 38 años con desorden bipolar que sufrió deshidratación después de que le negaran el acceso al agua durante seis días como castigo por su comportamiento errático. La justicia determinó que se trató de un homicidio.
“No está capacitado para el puesto”
Clarke dice que las cuatro muertes fueron naturales, pero cuando the Guardian le pidió que explicara la muerte por deshidratación de un hombre bajo su cuidado, respondió: “El tío estaba mal de salud. La deshidratación fue un factor que contribuyó”.
Este miércoles, al saber de su designación, el grupo de defensa de los derechos de los inmigrantes Voces de la Frontera declaró que Clarke “no está capacitado para el puesto” y que debería ser llevado a juicio por las muertes dentro de la cárcel. El grupo, que también le pidió al gobernador Scott Walker que no siga colaborando con las medidas anti-inmigratorias de Trump, afirmó: “la designación de Clarke por parte de Trump prueba que este gobierno no respeta los derechos humanos”.
El sheriff es conocido por su colorido y provocador uso del lenguaje, y se lo ha llamado el “Rush Limbaugh negro y con placa de policía”. A menudo realiza comentarios agresivos en las redes sociales y en mitines; por ejemplo, una vez llamó a un residente de Milwaukee un “copo de nieve” tras una disputa en un avión.
En enero, en la toma de posesión de Trump, le dijo a una multitud que sólo se acercaría a los liberales para “cogerlos del cuello”.
“Yo hago política de fuerza bruta”, le dijo a the Guardian. “La política es un deporte de contacto. Yo no inventé las reglas del juego. Es golpear o ser golpeado. Entiendo cómo funciona. Los que me quieren cortar el cuello a nivel político y a nivel personal, tienen que prepararse para que yo vaya a por ellos”.
En un momento en que los republicanos veteranos le han aconsejado a Trump que imponga mayor disciplina comunicacional en la Casa Blanca, la llegada de Clarke al gobierno nacional probablemente no calmará el tono del debate político. Clarke es un republicano feroz, aunque se haya presentado a las elecciones de Milwaukee como demócrata, una concesión necesaria para cualquiera que busque ser electo en la ciudad, históricamente demócrata.
Recientemente, Clarke utilizó Twitter para atacar a los medios de comunicación por la cobertura de las polémicas de Trump, usando un lenguaje tan directo que superó incluso al del propio presidente. “Las criaturas del pantano de Washington han realizado otro ataque en toda regla contra @realDonaldTrump. Él ya les ha dado una paliza antes y lo hará otra vez”, escribió.
Traducido por Lucía Balducci