Los niños refugiados podrían terminar separados de sus familias de manera permanente a menos que el Gobierno recoja la reunificación familiar en la legislación de inmigración posterior al Brexit, ha alertado el director de Unicef en Reino Unido. El director de la organización en Reino Unido, Mike Penrose, instó a Gobierno a comprometerse a incluir derechos para la reagrupación familiar más amplios en las nuevas leyes migratorias para cuando Reino Unido abandone la Unión Europea.
Actualmente, los refugiados tienen derecho a ser reunidos con el resto de miembros de su familia bajo la regulación europea del Reglamento Dublín III. Sin embargo, las normas propias de Reino Unido solo cubren a los hijos y a los padres. Esto significa que cualquier niño que haya quedado huérfano no puede ser acogido (bajo condiciones seguras) por hermanos adultos, abuelos o tíos.
“El Brexit podría poner en peligro la posibilidad de que los niños huyan de la guerra y de la persecución hacia la seguridad que les podría proporcionar su familia cercana afincada en Reino Unido”, explica Penrose a the Guardian. “Este es el momento de que el Gobierno de Reino Unido amplíe sus propias normas y asegure protección para los menores refugiados no acompañados”.
El Gobierno ha dicho que los planes que tiene para el sistema migratorio post Brexit se darán a conocer en su Libro Blanco (documento ideado por el Parlamento para la salida de la UE) este mismo año, con un nuevo proyecto de ley sobre inmigración que estará listo para que se someta a votación parlamentaria en 2018.
La legislación británica establece que: “Tu pareja o tu hijo puede solicitar la entrada o la estancia contigo en Reino Unido si: os separasteis cuando os visteis obligados a huir de tu país, (y) le dieron asilo o cinco años de protección humanitaria pero todavía no te han concedido la ciudadanía británica”.
Esta legislación se aplica a niños de todas las partes del mundo, siempre que uno o sus dos progenitores esté en Reino Unido. Cuando Reino Unido salga de la UE, las normas de inmigración del país proporcionarán la única vía a través de la cual los niños podrán reunirse con sus familias de manera legal.
Penrose cree que el Gobierno debe comprometerse a ampliar la definición de familia para permitir que los niños no acompañados también puedan reunirse con hermanos adultos, tíos y abuelos. Actualmente, este derecho solo existe al abrigo de la legislación europea y eso significa que los niños deben hacer el viaje a Europa antes de poder ejercer el derecho de unirse a su familia en Reino Unido.
“Cuando el año pasado se cerró el campo de Calais, en torno a 500 niños cumplían los requisitos para tener derecho a emprender el camino de reunión familiar a través del tratado de Dublín. Esa opción está ahora en peligro. Haciendo leves cambios, el Gobierno puede mostrar, como ya lo hizo en Calais, que se toma en serio la necesidad de que los niños dejen de hacer viajes peligrosos a lo largo del Mediterráneo para conseguir dar con sus seres queridos en Reino Unido”.
La organización, con sede central en Ginebra, aseguró que la revisión de las normas para la reunificación familiar abordaría una de las cuestiones clave que empuja a los niños a las garras de los contrabandistas y traficantes de personas por el deseo de llegar a Europa.
Un portavoz de Interior dijo que era muy pronto para comprometerse con dichos cambios, pero el Gobierno dejó claro que prefería reasentar a los niños y a sus familias directamente desde las regiones afectadas por el conflicto.
“Reino Unido tiene una larga y orgullosa tradición de dar protección a aquellos que la necesitan y solo en el último año hemos concedido asilo u otras vías legales a más de 8.000 niños”, dijo el mismo portavoz.
“Tanto Reino Unido como nuestros aliados europeos tenemos un claro interés por asegurar que nuestra férrea cooperación en materia de asilo continúe y se fortalezca después de que salgamos de la UE. Estamos estudiando futuros acuerdos, pero es demasiado pronto para especular sobre cómo van a ser”.
Traducido por Cristina Armunia Berges