Canadá se prepara para liderar el mercado de la marihuana legal
Puede que sea el director ejecutivo de uno de los mayores dispensarios de marihuana de Denver, punto de partida de la industria que más rápido crece en EEUU, pero Andy Williams se enfrenta a muchas dificultades económicas. La entidad financiera First Bank de Colorado cerró las cuentas de todos los miembros de la empresa familiar, Medicine Man Technologies, incluidos niños que no participan en el negocio. Williams no puede hacer ninguna inversión y tiene que financiar su expansión con préstamos personales de amigos y familiares.
Los clientes solo pueden pagar en metálico, los bancos se niegan a guardar su dinero y todo el mundo, desde los empleados a los proveedores, tiene que aceptar los pagos en efectivo. Los trabajadores, que por lo tanto no pueden demostrar sus ingresos, a menudo tienen problemas para conseguir préstamos e hipotecas.
Además, el artículo 280E de la normativa fiscal estadounidense prohíbe la deducción de gastos relacionados con sustancias controladas con fines fiscales. Williams estima que da a Hacienda 600.000 dólares extra cada año por los gastos que no puede desgravarse. Aunque la legalización de la marihuana para usos recreativos está avanzando en estados como Colorado, sigue siendo ilegal a nivel federal, lo cual impide el crecimiento y la innovación a quienes están lanzando el sector.
Al mismo tiempo, al otro lado de la frontera norte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha prometido legalizar el consumo recreativo de marihuana a nivel federal, lo que abre la puerta a la inversión, a políticas fiscales menos restrictivas y a que los bancos puedan tratar a la industria de la marihuana como a cualquier otra. Aunque la legalización en Canadá aún no se ha aprobado, cuando llegue ese inevitable momento las empresas estadounidenses del sector podrán encontrarse de repente en desventaja.
“Serán los primeros en crear mercado”, afirma Williams. “Habrá mucho desarrollo e innovación en Canadá que estimulará el crecimiento económico y atraerá inversiones. Atraerán mucha atención, por lo que será una oportunidad perdida para Estados Unidos cuando eso ocurra”.
Williams cree que las empresas canadienses acabarán superando el crecimiento y el desarrollo que ha habido en Estados Unidos desde que se empezó a legalizar en algunos estados. “La verdadera complicación llegará a más largo plazo en su desarrollo de esa propiedad intelectual, ya sea en la producción de marihuana, en el desarrollo de marcas o en el descubrimiento de nuevos usos médicos del cannabis”, advierte. “Lo que me preocupa es el efecto a largo plazo de ir por detrás”.
Siete toneladas de marihuana medicinal en Canadá
La marihuana recreativa sigue siendo ilegal en Canadá, pero muchos ponen la vista en su sistema de cannabis medicinal, que está considerado entre los mejores del mundo, como signo de lo que está por venir. La autoridad sanitaria federal del país ya regula en torno a 100.000 metros cuadrados de espacio aprobado para la producción de marihuana, distribuido en 30 centros de proporciones industriales. Informes recientes señalan que los productores canadienses de marihuana para usos médicos ya almacenan en total siete toneladas. Estas reservas siguen creciendo mientras la industria espera a que se revoque la prohibición federal.
“Tenemos actualmente el proceso más industrializado del mundo para la producción de marihuana”, asegura Alan Gertner, cofundador y consejero delegado de Tokyo Smoke, la lujosa marca de cannabis de alto nivel radicada en Toronto. “Eso nos coloca en una posición en la que, con la revocación de la prohibición de la marihuana a nivel nacional, podemos construir una infraestructura significativa y crear marcas y propiedad intelectual a un ritmo inigualable”.
Gertner añade que, aunque algunos estados están por delante de Canadá en cuanto a la distribución de marihuana recreativa, la prohibición federal ha dejado al sector en un estado menos maduro, lo que lo coloca en desventaja frente a competidores canadienses mejor financiados.
“No se está viendo para nada que allí se esté modernizando el diseño de la venta, ni el aspecto de la tienda, ni el personal de la tienda, y es posible que, casi de la noche a la mañana, Canadá pueda llevar la modernización al ámbito de la marihuana (en EEUU)”, señala el empresario. “Lo mismo ocurre con el cultivo en EEUU. Ninguno de los centros de cultivo de ese país parece usar técnicas de cultivo modernas y de escala industrial, mientras que, si observas el programa de marihuana médica de Canadá, es un programa moderno, construido a escala industrial”.
La legalización en Canadá para usos recreativos podría sin embargo obligar a los políticos estadounidenses a modernizar sus normativas federales para competir en igualdad de condiciones. “Si Canadá hace eso, influirá en la política global, y esa política global pondrá más presión sobre los legisladores de Estados Unidos para que tomen las decisiones correctas”, valora Leslie Bocskor, presidente de Electrum Partners, una empresa de Las Vegas de asesoramiento y servicios relacionados con el cannabis.
Bocskor añade que, teniendo en cuenta las predicciones de que las industrias de la marihuana médica y recreativa llegarán conjuntamente a los 40.000 millones de dólares en los próximos cinco a diez años, hay una oportunidad suficiente para que las industrias del cannabis de ambos países crezcan en tándem.
“Habrá una oportunidad para que las empresas de EEUU proporcionen algo de conocimiento empírico a los emprendedores canadienses que pueden implicarse en esto, y entonces habrá oportunidades para que las empresas de Canadá entren en el mercado estadounidense y proporcionen valor real”, vaticina. “Creo que será estupendo para ambos mercados”.
Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo