La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

China simula ataques a Taiwán desde portaaviones durante sus maniobras militares

Helen Davidson

Taipéi (Taiwán) —
10 de abril de 2023 13:24 h

0

El Ejército chino está ensayando ataques lanzados desde buques a Taiwán desde el este, según la información publicada el lunes por el Ministerio de Defensa de Taiwán a medida que los ejercicios militares de Pekín han entrado en su tercer día.

El Ministerio de Defensa no ha facilitado las posiciones de los buques del Ejército Popular de Liberación (EPL) que detectó, pero un mapa de las detecciones de aviones del EPL muestra cuatro cazas J-15 al este de Taiwán, en el Pacífico occidental, el sábado.

Nunca antes se había visto J-15 dentro de la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán, y se sabe que son lanzados desde dos portaaviones del EPL, incluido el Shandong, que Taiwán y Japón rastrearon navegando hacia aguas al sureste de la isla a finales de la semana pasada.

Este lunes, Japón ha confirmado que sus fuerzas armadas han respondido a los simulacros con el despliegue de aviones en respuesta a los lanzamientos del Ejército Popular de Liberación.

Tres días de maniobras

El sábado, Pekín inició tres días de maniobras militares en respuesta a la reunión de la semana pasada en Los Ángeles de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. Pekín se opone a cualquier apoyo internacional a Taiwán, que considera una provincia china. Taiwán, una democracia de 23 millones de habitantes, rechaza esta reivindicación.

Los simulacros no han alcanzado la magnitud de los lanzados en represalia a una visita a Taipei de la predecesora de McCarthy, Nancy Pelosi, que incluyeron lanzamientos de misiles, pero parecen mostrar una escalada en el entrenamiento de los militares chinos para atacar Taiwán, según los analistas.

En las 24 horas transcurridas hasta las 6:00 horas de la mañana del lunes, el Ministerio de Defensa de Taiwán detectó 70 aviones y 11 barcos del Ejército Popular de Liberación dentro de su zona de identificación de defensa aérea. La ADIZ es una amplia zona vigilada con fines de defensa, y los medios de las fuerzas chinas no entraron en territorio soberano de Taiwán. Entre las 6:00 y las 10:00 horas de la mañana, el ministerio informó de la presencia de 59 aviones y 11 barcos y de que 35 aviones cruzaron la línea media, una frontera de facto en las aguas internacionales del estrecho de Taiwán.

“Se trata de una escalada”

El lanzamiento de los J-15 sugiere que el Ejército chino está “practicando ataques a Taiwán desde posiciones de cerco”, dice a The Guardian Ben Lewis, analista independiente de defensa. “Considero que se trata de una escalada en la forma de operar del EPL en torno a Taiwán, ya que, que sepamos, nunca había ocurrido antes. En segundo lugar, estas actividades proporcionan a los pilotos de portaaviones chinos la oportunidad de practicar este tipo de operaciones en la zona donde podrían ejecutarlas durante un conflicto real.”

El Ejército Popular de Liberación también ha dicho haber simulado ataques conjuntos con misiles de precisión contra “objetivos clave” en Taiwán, según los medios de comunicación estatales y una animación publicada en Internet por el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación que muestra ataques a Taipéi y Kaohsiung desde bases de misiles en la China continental.

Este lunes, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha declarado que la independencia de Taiwán y la paz a ambos lados del estrecho son “mutuamente excluyentes”, y ha culpado de las tensiones a Taipéi y a “fuerzas extranjeras” no identificadas que la apoyan. “Si queremos proteger la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, debemos oponernos firmemente a cualquier forma de separatismo independentista de Taiwán”, ha dicho Wang Wenbin.

El Ministerio de Defensa de Taiwán ha repetido este lunes que opera bajo el principio de “no escalar conflictos y no causar disputas”, pero ha realizado simulacros de respuesta que incluían vehículos de misiles antibuque con base en tierra y el despliegue rápido de lanchas rápidas lanzamisiles.

Respuesta de Japón

Los lanzamientos de J-15 también han provocado una respuesta militar por parte de Japón. El lunes, su Ministerio de Defensa ha confirmado que ha desplegado aviones tras registrar despegues y aterrizajes de unos 80 cazas y 40 helicópteros del portaaviones Shandong.

El ministerio japonés también ha facilitado mapas de seguimiento del Shandong y otros cuatro buques de su compañía, revelando que se ha acercado a la costa oriental de Taiwán entre el viernes y el domingo.

El secretario jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, ha dicho a la prensa que Japón sigue de cerca las maniobras, después de que autoridades chinas y japonesas se reunieran para mantener un diálogo regular sobre las disputas marítimas. “La importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán no solo es importante para la seguridad de Japón, sino también para la estabilidad de la comunidad internacional en su conjunto”, ha dicho.

Menor envergadura que en agosto

Estados Unidos ha declarado que sigue de cerca los acontecimientos. Este lunes, la Marina estadounidense ha confirmado que ha llevado a cabo un ejercicio de libertad de navegación en el Mar de China Meridional, cerca de las disputadas islas Spratly. Estados Unidos lleva a cabo este tipo de misiones de forma semirregular para hacer frente a las reclamaciones de varios países sobre aguas internacionales, lo que siempre ha provocado la airada respuesta de China. Poco después, Pekín ha acusado a Estados Unidos de “intrusión ilegal”.

Hasta ahora, los simulacros han sido de menor envergadura que los lanzados tras la visita de Pelosi, que se prolongaron durante más de una semana y rodearon la isla principal de Taiwán con múltiples zonas de ejercicios con fuego real y lanzamientos de misiles, perturbando considerablemente el tráfico aéreo y marítimo. Autoridades chinas dijeron entonces que los ejercicios simulaban un bloqueo que China podría utilizar algún día contra Taiwán.

El domingo, un exlegislador taiwanés, Guo Zhengliang, dijo a los medios de comunicación locales que estos simulacros “no son tan evidentes” como los del pasado agosto, pero parecen “más cercanos al estado de guerra real” en los detalles de la operación. Guo destacó la participación de las tres ramas del EPL, patrullas de guardacostas y medios de gran tonelaje como el Shandong.

El medio de comunicación estatal chino Pleople's Daily dice en un editorial este lunes que ambas series de simulacros envían un “claro mensaje de que China no tolerará ningún desafío a Taiwán”. “Pekín ha subrayado en repetidas ocasiones que la cuestión de Taiwán es un asunto interno y que la reunificación nacional es su principal interés. Cualquier provocación de este tipo será siempre respondida con firmeza”.

Los simulacros del Ejército Popular de Liberación comenzaron poco después de que Tsai regresara a Taiwán, y también coincidieron con la partida de varios líderes extranjeros que han estado visitando China y a su líder, Xi Jinping. Los analistas habían especulado con que la presencia de líderes extranjeros podría haber atemperado o retrasado la respuesta de Pekín al viaje de Tsai a Estados Unidos, el cual había calificado de “provocación”. Antes de los ejercicios militares, Pekín solo había anunciado sanciones contra Taiwán y contra las autoridades e instituciones estadounidenses que han facilitado su viaje.

Uno de los líderes visitantes, el presidente francés Emmanuel Macron, instó el domingo a que Europa no se convirtiera en “seguidista” en la cuestión del estrecho, adaptándose “al ritmo estadounidense o a una sobrerreacción china”. Dijo que Europa no tiene ningún interés en una aceleración de la crisis sobre Taiwán y que debe seguir una estrategia independiente tanto de Washington como de Pekín.

Los simulacros han tenido poco efecto en la vida cotidiana de Taiwán y, aparte de la amplia cobertura mediática del primer día, no han figurado entre los principales titulares. La cobertura de las declaraciones de Macron se centró en gran medida en las críticas y acusaciones de que estaba “siendo indulgente” con Xi.