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Un colegio de Georgia pide permiso a los padres para pegar a los niños que se portan mal

Sam Wolfson

El Colegio de Georgia por la Innovación y los Clásicos dice que utiliza el método socrático para enseñar a los alumnos. Tiene sede en una ciudad de Georgia con nombre bíblico, Hephzibah, y recordar a Sócrates no es su única manera de remitirse al pasado. Esta semana, la dirección envió una carta a los padres diciéndoles que el colegio quería reintroducir el castigo físico y pidió permiso para pegar a sus niños con una pala de madera si se portaban mal.

El formulario detallaba la forma en que administrarían el castigo: “El alumno será llevado a una oficina a puertas cerradas. El alumno pondrá las manos sobre las rodillas o sobre un mueble y será azotado en las nalgas con una pala de madera”.

El presidente del colegio, Jody Boulineau, dice que por el momento los padres han enviado unos 100 formularios de respuesta. De ellos, solo uno de cada tres aceptó que su hijo fuera golpeado. La directora del colegio, Julie Hawkins, defiende la política pese al escaso apoyo.

En un correo electrónico enviado el martes al periódico The Guardian, Hawkins dice que defiende “el derecho de los padres a tomar la decisión” y que los azotes con una pala de madera pueden ser “una eficaz forma de castigo”. Para Hawkins, la política del colegio es comparable a las nalgadas y eso “es legal en los 50 Estados”. Lo que no dice Hawkins es que la ley permite las nalgadas cuando las administra un padre a sus hijos, y no un maestro a sus alumnos.

El Georgia School for Innovation and the Classics, como se llama en inglés, se ha convertido en noticia entre otras cosas porque es aún muy nuevo (fue creado en 2015) y no tiene una larga tradición de castigos físicos. Pero los azotes en Estados Unidos son más comunes de lo que cree la mayoría. Georgia es uno de los 18 Estados donde el castigo físico está previsto por la ley, y aunque pocos de los colegios legalmente autorizados adopten en efecto la política, cada año hay unos 100.000 alumnos golpeados de una forma u otra como castigo.

Según los datos para todo el país de las organizaciones de derechos civiles, durante el curso escolar 2013-2014 más de 4.000 colegios estadounidenses aplicaron castigos físicos a sus alumnos. En el Estado de Mississippi es donde más se ha extendido la práctica: un porcentaje superior al 50% de los alumnos estudia en colegios donde se usa la pala de madera o algún otro tipo de azote.

Muchos países tienen tradición de castigos físicos en el colegio, pero la pala de madera es especialmente popular en Estados Unidos. Antes de la abolición, los dueños de los esclavos utilizaban palas de madera para azotarles: les causaban mucho dolor pero no les impedía para trabajar. En su Historia de la Vara (1869), el autor escocés James Glass Bertram escribió: “Para no marcar las espaldas de los esclavos, lo que reduce su valor, en Virginia sustituyeron la correa flexible por la paleta científica”.

En 2016, más de 100 organizaciones, entre ellas la Asociación Nacional de la Educación, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y la Asociación Nacional de Mujeres, firmaron una petición para que los legisladores prohíban esta práctica.

Traducido por Francisco de Zárate