El Ejército de Corea del Sur dice que ha realizado “disparos de advertencia” cerca de su frontera, fortificada, con el Norte después de que Pyongyang haya volado secciones de las carreteras, simbólicas, que unen a los dos países. Alrededor del mediodía (hora local), algunas partes de la carretera al Norte de la línea de demarcación militar (MDL) que divide los países fueron voladas, según informó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un mensaje enviado a los medios de comunicación.
En respuesta, los militares de Seúl “contraatacaron” en zonas situadas al sur de la MDL, añadió más tarde.
Desde que el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, declaró al Sur “enemigo principal” de su país a principios de este año, el Norte ha colocado nuevas minas, erigido barreras antitanque y desplegado misiles capaces de transportar cabezas nucleares a lo largo de la ya fuertemente fortificada frontera.
La semana pasada, Pyongyang dijo que sellaría permanentemente su frontera sur en respuesta a los ejercicios bélicos realizados en Corea del Sur y a las visitas de medios nucleares estadounidenses, y el lunes Seúl advirtió de que Pyongyang se estaba preparando para volar las carreteras.
Corea del Norte también acusó a Seúl de utilizar drones para lanzar panfletos propagandísticos contra el Gobierno sobre la capital, Pyongyang, y Kim convocó una reunión de seguridad para dirigir un plan de “acción militar inmediata” en respuesta, según informaron el martes los medios estatales.
Las carreteras y vías férreas que conectan ambos países están cortadas desde hace tiempo, pero destruirlas envía un claro mensaje de que Kim no está dispuesto a negociar con el Sur, según los expertos.
El Norte podría estar tratando de erigir más barreras físicas a lo largo de la frontera, declaró a AFP Yang Moo-jin, presidente de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, añadiendo que las detonaciones podrían ser “trabajos preparatorios para la construcción de esos muros”.
El Ejército de Seúl negó inicialmente el envío de drones al norte, pero posteriormente ha declinado hacer comentarios, incluso cuando Pyongyang los ha culpado directamente, advirtiendo que lo consideraría “una declaración de guerra” si detectaba otro dron.
Los grupos activistas llevan mucho tiempo enviando propaganda al Norte, normalmente en globo, y también se sabe que algunos han hecho volar pequeños drones difíciles de detectar.
En la reunión de Kim del lunes, los dirigentes norcoreanos escucharon un informe sobre la “grave provocación del enemigo”, dijo KCNA, añadiendo que Kim había “expresado una dura postura política y militar”.
En 2022, cinco drones norcoreanos penetraron en el Sur, el primer incidente de este tipo en cinco años, lo que fue respondido por el ejército surcoreano con disparos y desplegando aviones de combate. Los aviones no lograron derribar ninguno de los drones.
En julio, Seúl anunció que este año desplegaría láseres para derribar drones, afirmando que la capacidad del Sur para responder a las provocaciones se vería “significativamente reforzada”.
Las nuevas armas láser –denominadas Proyecto StarWars por el Sur– disparan un rayo invisible y silencioso que cuesta sólo 2.000 wones (1,45 dólares) por uso, según la Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en su punto más bajo en años, y el ejército del Norte declaró la semana pasada que cerraría permanentemente la frontera sur “cortando completamente las carreteras y vías férreas” conectadas con el Sur y construyendo “fuertes estructuras de defensa”.
Tras la reunión de Kim en Pyongyang, “la atención se centra en si Corea del Norte responderá enviando drones al Sur o tomará medidas enérgicas si los drones vuelven a infiltrarse en su territorio”, afirmó Cheong Seong-chang, del Instituto Sejong.
“Es probable que Corea del Norte lleve a cabo gestos a lo largo de la frontera si se repiten las infiltraciones de drones”, declaró Cheong a la agencia AFP.