Destacados budistas en Norteamérica celebran lo que parece ser la caída del que se hacía llamar a sí mismo “emisario personal de paz” del Dalái Lama, un monje tibetano que se hizo amigo de famosos y multimillonarios, pero que ha sido acusado de su excesiva proximidad a los famosos, intimidación y corrupción.
La Fundación Dalái Lama ha sustituido a Tenzin Dhonden como secretario ejecutivo tras una serie de acusaciones que la fundación asegura que está investigando. Dhonden abusó presuntamente de su posición como consejero principal del líder budista.
No se conoce el desenlace de la investigación o si se ha llegado a alguna conclusión. Dhonden ha negado categóricamente las acusaciones de corrupción, lanzadas por un filántropo de Seattle, y no ha respondido públicamente a las otras acusaciones.
Si la sustitución de Dhonden en la fundación es permanente, supondría un duro golpe para él. Desde su base en La Jolla, cerca de San Diego, California, Dhonden ha creado una red de ricos seguidores, como el fundador de eBay, Pierre Omidyar, y la heredera de Seagram, Sara Bronfman.
The Guardian reveló el mes pasado que el monje de 53 años había sido suspendido a la espera de una investigación sobre las acusaciones de un empresario tecnológico de Seattle. Según las acusaciones, Dhonden obtuvo pagos injustificados del empresario entre 2005 y 2008 a cambio de organizar un evento con el Dalái Lama. El secretario personal del Dalái Lama afirmó que el monje había sido suspendido a la espera de “conclusiones” sobre las acusaciones.
Dhonden niega las acusaciones y ha contratado al respetado bufete de abogados de Nueva York Patterson Belknap para defender su reputación y recuperar su posición en la fundación.
La semana pasada desapareció el nombre de Dhonden de la página web de la fundación. Uno de los administradores, Tashi Namgyal Khamshitsang, ocupó su lugar en la organización como “secretario en funciones”.
No se sabe en qué circunstancias ha dejado su posición como secretario de la fundación. La institución no ha hecho declaraciones sobre el nuevo nombramiento o sobre el estado de la investigación. La fundación y el Dalái Lama han preferido no hacer declaraciones para este artículo. Tampoco han respondido los abogados de Dhonden a los emails sobre su destino y planes de futuro.
Destacados budistas en Norteamérica con conexiones en Dharamsala, la ciudad india en la que reside el Dalái Lama y otros tibetanos exiliados, han celebrado el nombramiento de un nuevo secretario en la fundación, una decisión que parece ser que se tomó en junta directiva celebrada el 10 de noviembre.
Agradecimiento entre destacadas figuras budistas
Las acusaciones contra Dhonden arrojan algo de luz sobre su papel como puente entre Dharamsala y los simpatizantes del Dalái Lama en Hollywood, Silicon Valley y todo el mundo.
“Me gustaría unirme a muchos otros expresando mi profunda gratitud hacia ustedes por su intervención para proteger la preciada reputación y legado de su santidad mediante la reciente transición en el liderazgo de la Fundación Dalái Lama”, escribió Thupten Jinpa, principal traductor de inglés del Dalái Lama, en una carta a los administradores a la que ha tenido acceso the Guardian.
Jinpa, un antiguo monje que ha traducido y editado alrededor de una decena de libros del Dalái Lama, escribió que era “doloroso” ver el nombre y el legado del líder espiritual asociados a “distracciones innecesarias y mensajes discordantes” que, según él, solo buscan la fama.
La carta de Jinpa no menciona a Dhonden, pero sostiene que, bajo su administración, la fundación se había enemistado con aliados a través de un comportamiento “vergonzoso” e “intimidatorio”. “Lo más triste es que desafortunadamente la fundación se ha ganado una reputación de autoritaria, polémica, ruin e insensible, características hasta ahora eliminadas de la ética personal de su santidad”, añade.
En una entrevista telefónica, Jinpa sostiene que la carta iba dirigida solo a los administradores, pero confirma su contenido. El Dalái Lama, que es el presidente de la fundación, adoptó una posición “muy firme” una vez se le alertó de las acusaciones, asegura. “Creo que a su alteza le molestaron mucho las acusaciones”.
Las críticas contrastan notablemente con las alabanzas lanzadas a la “ecuanimidad” y a la “bondad pura” del monje en un perfil publicado en 2015 en el San Diego Union Tribune. El artículo afirmaba que era un emisario diligente del Dalái Lama.
Otras destacadas figuras budistas, sin embargo, comparten la satisfacción con Jinpa sobre la aparente caída de un monje que creció en Dharamsala y que se mudó a EEUU en 1991, donde ayudó a organizar actos públicos llenos de famosos y audiencias privadas para donantes ricos con el Dalái Lama durante sus visitas a Estados Unidos.
“Sus valores cuestionables, su personalidad arrogante y su comportamiento inaceptable han generado confusión, ansiedad y tristeza durante muchos años, impidiendo así el papel de su santidad en Norteamérica y poniendo en peligro su reputación”, escribió Marty Krasney, director del Dalái Lama Fellows, en una carta dirigida a la oficina privada del Dalái Lama y remitida también a los miembros del consejo de administración de la fundación a la que ha tenido acceso the Guardian.
El inicio de las acusaciones: un pastel de oro
Krasney agradeció a la junta el haber actuado para “proteger” al Dalái Lama y para mantener “intachable” su visión y mensaje. Richard Grace, dueño de viñedos en la ciudad californiana de Napa y amigo personal del Dalái Lama durante más de 20 años, también escribió a su oficina para agradecer la decisión.
Grace inició la ofensiva contra Dhonden tras asistir en 2015 a una celebración por el 80º cumpleaños del Dalái Lama en Anaheim, cerca de Los Ángeles, en la que había un pastel de oro, bailarinas con bodys ajustados y famosos que nunca antes habían estado asociados al budismo. Grace responsabilizó al monje por estos elementos “insultantes”.
Krasney y Grace convencieron a Daniel Kranzler, un emprendedor de Seattle, para reunirse con el Dalái Lama cara a cara en junio y transmitirle las acusaciones de que Dhonden había exigido dinero a cambio de asegurar que el líder espiritual aparecería en un gran evento organizado por Kranzler en el Estado de Washington en 2008.
Dhonden no ha querido hacer declaraciones, pero ha negado categóricamente cualquier delito a través de sus abogados. Estos afirmaron el mes pasado que las acusaciones de Kranzler relacionadas con hechos “ocurridos hace aproximadamente una década, son en su mayoría incorrectas o se refieren a comportamientos que no son ilegales, inmorales ni inapropiados”. Los abogados añadieron que “están diseñados para manchar injusta y falsamente” la reputación de Dhonden y que todos los pagos que recibió fueron por un trabajo legítimo.
En una entrevista telefónica la semana pasada, Grace, exmarine, afirmó que los leales a Dhonden en Dharamsala habían aislado al Dalái Lama de las quejas y que era necesario actuar.
Un miembro de una universidad de California que cooperó con Dhonden en materia de eventos del Dalái Lama y que prefiere mantenerse en el anonimato asegura que los compañeros del monje le asignaron un apodo grosero por su aparente obsesión por invitar a famosos que no tenían ningún interés en el budismo o en el Tíbet.
Algunos críticos también culpan a Dhonden de organizar un acto en Albania en 2009 junto con Nxivm, una polémica organización de autoayuda que ha sido comparada con una secta, una descripción que sus seguidores rechazan. En un primer momento el evento se canceló por las protestas, pero posteriormente siguió adelante, dando una impresión engañosa de que el Dalái Lama apoyaba a Nxivm, según afirman los detractores de Dhonden.
Entre los miembros destacados de Nxivm figura Sara Bronfman, la heredera de una gran fortuna interesada en el budismo y de quien Dhonden se hizo amigo, según apuntan diversas fuentes.
El monje también tiene una relación cercana con Pierre Omidyar, el fundador de eBay, y con su esposa, Pam. Ha viajado en su jet privado, ha visitado su finca en Hawai y ha facilitado reuniones con el Dalái Lama, según informa gente que ha asistido a algunas de estas reuniones. La pareja está interesada desde hace tiempo en el budismo. Bronfman y Omidyars no han querido hacer declaraciones a the Guardian.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti