El Gobierno regional de Delhi ha anunciado que instalará cámaras de vigilancia en todas las aulas de colegios de la región y dará acceso a los padres a la retransmisión a través de una aplicación de móvil.
La propuesta llega tras varios crímenes terribles cometidos en escuelas y en sus alrededores, incluida la supuesta violación en septiembre de una niña de cinco años por un trabajador, y el asesinato de un niño de siete años en una escuela privada en Gurgaon el mismo mes.
El gobernador de Delhi, Arvind Kejriwa, informó el jueves de que el sistema de vigilancia “dará transparencia al sector, garantizará la rendición de cuentas y protegerá la seguridad de los menores”.
El plan para instalar las cámaras se inició en septiembre de 2015, pero la idea de control en directo se hizo pública esta semana. Las cámaras estarán en aproximadamente las 1.000 escuelas de la región en un plazo de tres meses.
La aplicación, que sigue en proceso de desarrollo, incluirá una herramienta para las quejas. “Si los padres ven algo malo, pueden utilizar la aplicación para registrar su queja. El asunto se abordará entonces por miembros del departamento correspondiente”, declaró a the Hindustan Times un miembro del departamento de Educación.
“Es algo bueno. Tenemos que saber lo que hacen nuestros hijos ahí todo el día”, señala Uma Thakur, cuya hija de cinco años está en primero. “Hay casos de violación y asesinatos. Estas cosas están pasando en escuelas de todos lados. Todos los padres están preocupados”.
Shalu Verma, cuyo hijo está en quinto, sostiene que las cámaras le ayudarán a ver “si los profesores están enseñando a los alumnos o si están ocupados haciendo su propio trabajo personal. Sabremos cuánta atención están dando a los alumnos y también si los estudiantes están prestando atención”. También podrá controlar si se están limpiando las clases y si los estudiantes están recibiendo el almuerzo a su hora, añade.
Pero Apar Gupta, un abogado que participó en un reciente caso del Tribunal Supremo que estableció el derecho a la privacidad en India, sostiene que el impacto de las cámaras de vigilancia en la seguridad pública todavía no está claro. “Dan una sensación de seguridad, pero no tiene ningún fundamento porque realmente no funcionan”, explica. “La mayoría de los estudios no son concluyentes”, añade.
Gupta sostiene que el Gobierno tiene que demostrar que el uso “indiscriminado” de la vigilancia en las escuelas públicas es necesario y proporcionado, algo todavía más difícil en este caso porque “las personas que estarán bajo vigilancia constante serán menores”.
El Gobierno de Delhi hizo campaña por aumentar la seguridad en la región en parte instalando miles de cámaras de seguridad en espacios públicos y en autobuses, pero de momento no ha avanzado mucho.
El ministro de Educación de Delhi, Manish Sisodia, ha señalado que el sistema también ayudará al Gobierno a investigar acusaciones contra profesores y el absentismo. Parece algo endémico que los profesores de colegios públicos desaparezcan pero que, sin embargo, sigan recibiendo su salario. Aun así, un estudio reciente ha hallado que puede que este problema se haya sobredimensionado.
Ajay Veer Yadav, secretario general de la Asociación de Profesores de Escuelas Públicas, afirma que está totalmente en contra de la idea de las cámaras. “Más del 70% de los profesores son mujeres”, señala. “¿Por qué quieren poner cámaras de vigilancia sobre ellas y hacerlo de dominio público?”, añade.
“Es imposible que esto aumente la seguridad de los estudiantes. Es para vigilar a los profesores; para averiguar por qué no están mejorando el rendimiento”, afirma. Se atendería mejor a los alumnos si se solucionase la falta de 30.000 profesores en el sistema público, añade.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti