Las dudas de EEUU sobre las acusaciones israelíes de los vínculos entre la UNRWA y Hamás

The Guardian

23 de febrero de 2024 10:03 h

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Una evaluación de inteligencia de EEUU sobre las afirmaciones de Israel de que los miembros del personal de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA) participaron en el ataque de Hamas el 7 de octubre afirma que algunas de las acusaciones pueden ser creíbles, pero que no han podido ser verificadas de forma independiente. Así mismo, pone en duda las afirmaciones de vínculos más amplios con grupos militantes.

El ataque del 7 de octubre ha sido respondido por Israel por una invasión a gran escala de Gaza, en la que han muerto cerca de 30.000 palestinos. A principios de este año, Israel acusó a 12 empleados de la UNRWA de participar en los ataques del 7 de octubre junto con Hamás. También afirmó que el 10% de todos los trabajadores de la UNRWA estaban afiliados a Hamás.

La grave acusación llevó a varios países, entre ellos Estados Unidos, a cortar la financiación de la agencia, que era un vehículo crucial para hacer llegar ayuda a Gaza en lo que se ha descrito ampliamente como una crisis humanitaria.

Según The Wall Street Journal, el informe de inteligencia evaluaba con “poca confianza” que un puñado de miembros del personal hubiera participado en el ataque, indicando que consideraba creíbles las acusaciones, pero no podía confirmar de forma independiente su veracidad.

Sin embargo, puso en duda las acusaciones de que la agencia de la ONU estuviera colaborando con Hamás de forma más amplia. The Wall Street Journal dijo que el informe mencionaba que aunque la UNRWA se coordina con Hamás para entregar ayuda y operar en la región, faltaban pruebas que sugirieran que estuviera asociada con el grupo. Y añadió que Israel no ha “compartido con Estados Unidos la información que respalda sus evaluaciones”.

Además, el informe señala la aversión de Israel hacia la UNRWA, según dijeron a The Wall Street Journal dos fuentes familiarizadas con el documento. “Hay una sección específica que menciona cómo la parcialidad israelí sirve para caracterizar erróneamente gran parte de sus evaluaciones sobre la UNRWA y explica que esto ha dado lugar a distorsiones”, afirmó una de las fuentes.

El informe de cuatro páginas del Consejo Nacional de Inteligencia se distribuyó entre los funcionarios del gobierno de EEUU la semana pasada, informó The Wall Street Journal. Creado en 1979, el Consejo está formado por analistas de inteligencia veteranos y de alto nivel que trabajan junto a los responsables políticos estadounidenses.

Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, declaró en enero que las acusaciones de Israel eran “muy, muy creíbles”. Nueve de los miembros del personal acusados fueron despedidos por el director de la agencia, que afirmó haber seguido “el debido proceso” al hacerlo. Philippe Lazzarini, comisario general de la UNRWA, declaró en una conferencia de prensa celebrada en Jerusalén a principios de febrero que no había investigado las pruebas antes del despido: “Podría haberles suspendido, pero les he despedido. Y ahora tengo una investigación, y si la investigación nos dice que esto estuvo mal, en ese caso en la ONU tomaremos una decisión sobre cómo compensarlos adecuadamente”.

El miércoles, Lazzarini declaró a Haaretz que la agencia estaba pidiendo a Israel que “cooperara plenamente para proporcionar las pruebas al equipo de investigación”.

Refiriéndose a las afirmaciones de Israel de que alrededor del 10% de los trabajadores de la UNRWA están afiliados a Hamás, Lazzarini declaró: “He leído en los periódicos que hay 190 o 1.200 [empleados] de los que no se nos ha informado... No disponemos de esta información, no sabemos de dónde procede, no sabemos si es una estimación. No sabemos si son sólo especulaciones”.

Con cerca de 2 millones de palestinos desplazados a la fuerza por los ataques de Israel contra Gaza desde el 7 de octubre, la mayoría de los supervivientes han buscado refugio en Rafah. Mientras los palestinos se enfrentan a una grave escasez de alimentos, agua, combustible y ayuda médica, la ONU ha advertido de que se avecina una catástrofe de salud pública.

Sólo cuatro de las clínicas y centros médicos de la UNRWA en Gaza siguen funcionando.

“Hemos pasado completamente de lo que yo llamaría servicios públicos tradicionales prestados a los refugiados palestinos y actividades de desarrollo humano a un tipo de respuesta de emergencia que consiste principalmente en salvar vidas: cómo ayudar a la gente a encontrar un refugio”, declaró Lazzarini a Haaretz: “Estamos intentando mantener a flote nuestro sistema de atención primaria en la medida de lo posible para que la gente no sature los hospitales que están desbordados con lo que yo llamaría cirugía primaria de guerra”.

Agresiones sexuales del Ejército israelí

Mientras tanto, otro informe de la ONU publicado el lunes por un grupo de expertos de Naciones Unidas expresaba su alarma por las “denuncias creíbles” de mujeres y niñas palestinas sometidas a “múltiples formas de agresión sexual por parte de oficiales varones del ejército israelí”.

Las denuncias incluyen violaciones y detención de mujeres palestinas en jaulas, además de “fotografías de detenidas en circunstancias degradantes... tomadas, según informes, por el ejército israelí y subidas a Internet”.

“Recordamos al gobierno de Israel su obligación de defender el derecho a la vida, la seguridad, la salud y la dignidad de las mujeres y niñas palestinas y de garantizar que nadie es sometido a violencia, tortura, malos tratos o trato degradante, incluida la violencia sexual”, afirmaron los expertos de la ONU.