Los favoritos para suceder a Corbyn
Rebecca Long-Bailey
Aliada cercana del responsable de Economía y Hacienda de la oposición, John McDonnell, Long-Bailey se ha preparado como potencial candidata laborista para el puesto más alto. La diputada por Salford, abogada e hija de un representante sindical y estibador, se ha desenvuelto bien como suplente de Jeremy Corbyn en los debates de liderazgo.
Durante la campaña electoral, Long-Bailey encabezó el plan del partido para poner en marcha una revolución de empleos verdes y se vio obligada a abordar cuestiones difíciles sobre su decisión de suavizar su postura sobre la reducción radical de las emisiones netas de carbono. Sin embargo, dada su estrecha alianza con Corbyn y el ala más izquierdista del partido y el rechazo del electorado el jueves pasado, los miembros del partido pueden no estar convencidos.
Emily Thornberry
La secretaria de Asuntos Exteriores tuvo una campaña electoral tranquila, que ha sido percibida en algunos sectores como una señal de que se postulará como líder. Otros creen que su silencia se debe a su posición a favor de la permanencia en la UE. Ha sido leal a Corbyn, a pesar de no haber estado siempre en el ala izquierdista del partido.
“La verdadera lucha tiene que empezar ahora”, afirmó tras salir elegida diputada. Sin embargo, Thornberry tendrá que luchar contra las acusaciones de pertenecer a la “élite metropolitana”, que le persiguen desde 2014. Como responsable laborista de Asuntos Exteriores siempre ha mantenido una línea cuidadosa que no se aleja demasiado del liderazgo del partido en temas como Rusia, Israel y política nuclear.
Keir Starmer
El antiguo Fiscal General, que ocupa su escaño en Holborn y St Pancras desde 2015, ha encabezado la campaña laborista de permanencia en la UE, desempeñando un papel decisivo en el cambio de posición del Partido Laborista hacia el respaldo de un segundo referéndum. La postura del partido sobre Brexit ha sido señalada por algunos como clave en la derrota el pasado jueves, lo que podría complicar su liderazgo.
Más allá de Brexit, su política es menos clara. Trabajó como abogado defensor especializado en cuestiones de derechos humanos. La Ley de Derechos Humanos y los aspectos más amplios de la Constitución en el Reino Unido están en la mira del Gobierno conservador, por lo que su experiencia en esta área podría ser una gran venta. También hay que incidir en que Starmer es el único hombre de la lista de posibles candidatos. Durante mucho tiempo se han hecho llamamientos para que el próximo líder laborista sea una mujer, incluso la más reciente de McDonnell y Richard Burgon, el responsable laborista de Justicia. Ambos se han descartado a sí mismos como posibles candidatos.
Angela Rayner
La responsable de Educación es considerada como una gran oradora y ha sido elogiada por sus intervenciones durante la campaña. Algunos líderes conservadores han confesado que la temerían como adversaria. En su línea política, destaca su lucha contra las escuelas privadas que, en su opinión, ya no deberían ser subvencionadas a través de su catalogación como organizaciones benéficas.
Creció en una finca municipal en Stockport; su madre no sabía leer ni escribir. Dejó la escuela sin ninguna calificación, se quedó embarazada a los 16 años y se fue de casa para criar a su hijo sola. Se graduó como trabajadora social y se convirtió en un destacado miembro del sindicato Unison. Se describe a sí misma como de “izquierda blanda” y apoyó a Andy Burnham en las primarias de 2015.
Jess Philips
La diputada de Birmingham Yardley tiene mucho tirón mediático. Sus ardientes discursos e ingeniosas púas dirigidas a los conservadores, incluido el primer ministro, se comparten con frecuencia en Internet. También se la considera una defensora apasionada de su circunscripción y de las cuestiones que se plantean sobre el terreno.
Con frecuencia ha criticado el liderazgo de Corbyn y el enfoque del partido hacia el antisemitismo. Aunque no ha anunciado formalmente su candidatura, tras las elecciones escribió un artículo para The Observer que muchos han visto como el comienzo de su candidatura. En su tribuna trató cuestiones como recuperar a los votantes de la clase trabajadora.
Lysa Nandy
La diputada de Wigan ya ha dicho que está pensando seriamente en presentarse como candidata a la dirección laborista. En un artículo para The Guardian, Nandy dijo que creía que muchas de las políticas del programa laborista sí eran populares entre el público y que las elecciones no se ganaron debido a un la gran popularidad de Boris Johnson.
Nandy se ha forjado una reputación como defensora de su electorado, aunque gran parte ha caído en manos conservadoras. Ayudó a crear el think tank Centre For Towns y ha pedido un compromiso sobre el Brexit. Renunció en 2016 a formar parte de la directiva del partido por ser crítica con Corbyn y la forma de manejar el referéndum de la UE. Al igual que Phillips, es posible que los partidarios de Corbyn la vean con recelo.
Yvette Cooper
Diputada desde 1997, ocupó cargos como secretaria general del Tesoro y secretaria de Estado de Trabajo y Pensiones en el Gobierno de Gordon Brown. Se postuló contra Corbyn para las primarias en 2015 y es percibida como una centrista. Por tanto, es probable que se enfrente a una difícil batalla para convencer a los miembros del partido de que es la persona adecuada. Tras perder las primarias, Cooper se centró en convertirse en una figura prominente entre los diputados sin cargos de responsabilidad, dominando los detalles de la política sobre Brexit y los asuntos de interior.