Gobiernos de toda Europa han advertido a sus ciudadanos de que el brote de coronavirus puede causar meses de graves interrupciones, ya que las cifras de muertes e infecciones han vuelto a aumentar bruscamente este lunes. Varios países europeos han anunciado nuevas medidas excepcionales para restringir las grandes concentraciones.
El Gobierno de Italia ha extendido las medidas de emergencia a todo el país en un intento de detener la propagación del virus. La nación tiene el mayor número de casos y muertes en Europa. El lunes por la noche, después de que el número de muertos aumentara de 366 a 463 y de que los expertos advirtieran que el sistema hospitalario de algunas zonas corre el peligro de colapsar, Giuseppe Conte, el primer ministro, pidió a la gente que “se quede en casa” y prohibió todas las reuniones públicas, incluidos los partidos de fútbol de la liga italiana.
La tensión en las abarrotadas cárceles italianas estalló el lunes por las nuevas medidas de contención, con disturbios en al menos una veintena de prisiones y la muerte de seis reclusos que irrumpieron en una enfermería y sufrieron una sobredosis de metadona.
El primer ministro Giuseppe Conte citó a Winston Churchill como prueba de que las grandes naciones perseveran cuando las cosas se ponen difíciles. “Estos días, he estado pensando en los viejos discursos de Churchill: es nuestra hora más oscura, pero lo lograremos”, declaró Conte al periódico La Repubblica.
En Alemania, que reportó sus dos primeras muertes por el virus el lunes, el ministro de salud, Jens Spahn, hizo un llamamiento para que la gente trabaje desde su casa y camine o ande en bicicleta en lugar de usar el transporte público. Spahn pidió a la gente que tome estas difíciles decisiones con el objetivo de intentar no sobrecargar el servicio de salud del país.
“Cuanto más tiempo podamos frenar el desarrollo del virus, mejor”, afirmó Spahn en una rueda de prensa desde un hospital de Berlín, advirtiendo que las restricciones a las que se enfrentaría la gente en su vida diaria “durarían meses en lugar de semanas”. “Cada individuo debería sopesar y decidir qué es más fácil de evitar y qué es más difícil”, aclaró, añadiendo que ir al trabajo es más importante que ir a un partido de fútbol.
Spahn explicó que se opone a cerrar escuelas y guarderías porque eso dejaría a decenas de miles de miembros del personal médico sin poder ir a trabajar, lo que tendría un efecto enormemente perjudicial para el sistema de salud.
Las autoridades de Madrid han anunciado que todas las guarderías, escuelas y universidades permanecerán cerradas durante dos semanas, ya que el número de casos alrededor de la capital española pasó de 202 a 469 en tan solo 24 horas. Las autoridades del País Vasco también han anunciado el cierre de los centros educativos en torno a la capital regional, Vitoria, donde se ha identificado el segundo peor foco de contagio.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, ha señalado que con la propagación del virus en tantos países, la amenaza de una pandemia se ha convertido en “muy real” y ha pedido “medidas agresivas” para contrarrestarla.
En medio de la creciente ansiedad, los líderes de la UE también han anunciado que celebrarán una teleconferencia este martes para discutir los próximos pasos para tratar de frenar la epidemia.
En el Reino Unido, mientras tanto, Boris Johnson y los asesores principales han defendido la respuesta del Gobierno a la crisis. El primer ministro rechazó las peticiones a favor de medidas de cuarentena más severas y de la prohibición de las reuniones masivas, argumentando que el mejor consejo hasta ahora sigue siendo simplemente que la gente se lave las manos. “Es improbable que la contención funcione por sí sola y por eso estamos haciendo los preparativos para pasar a la fase de retraso”, dijo.
Sir Patrick Vallance, el principal asesor científico del Gobierno británico, dijo que muchas medidas que “parecen intuitivas resultan tener muy poco efecto” y una de ellas fue la de examinar a los viajeros de las zonas de alto riesgo en los aeropuertos.
En Francia, el país europeo más afectado fuera de Italia, el ministro francés de Cultura, Franck Riester, ha contraído el nuevo coronavirus y se encuentra en su casa de París, pero “está bien”, según ha informado su oficina. La persona a cargo de uno de los centros de transporte aéreo más concurridos del mundo, los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle en París, también está entre los infectados. Los dos aeropuertos de París se encuentran entre los centros aéreos más concurridos del mundo, por los que pasan más de 100 millones de personas cada año.
La revelación de que Augustin de Romanet había dado positivo se produjo tras días de rumores en los medios de comunicación franceses que especulaban con la posibilidad de que el aeropuerto de Charles de Gaulle, el segundo más concurrido de Europa, estuviera relacionado con la propagación del virus en Francia.
Los funcionarios de Francia han estado advirtiendo que es inevitable que el país tenga que pasar en breve a la tercera etapa de su respuesta a la epidemia. Los informes sugerían que eso implicaría el cierre de escuelas, la puesta en marcha de su sistema de salud en situación de emergencia y tal vez incluso el cierre de los sistemas de transporte público.
En la República de Irlanda, todos los desfiles del Día de San Patricio –incluida la celebración principal de Dublín que atrae a unos 500.000 juerguistas cada año de todo el mundo– han sido cancelados debido al riesgo de una mayor propagación del coronavirus.
Chipre, que fue el último país de la Unión Europea en estar libre de virus, ha comunicado su primer caso.
La situación en Oriente Medio
Las recomendaciones y las estrategias aplicadas han divergido ampliamente en toda Europa y Oriente Medio. Israel ha tomado la decisión extrema de poner en cuarentena durante 14 días a todo el que llegue del extranjero. Tras los brotes en EEUU, ha aumentado la presión para añadirlo a la lista. Pero en lugar de ampliar las normas específicamente a los viajeros de EEUU y arriesgarse a una furiosa reacción de la Casa Blanca, Israel ha ampliado la política a todo el planeta.
Arabia Saudí, por su parte, ha cerrado los viajes por aire y mar a 14 países afectados. Irak ha prohibido todas las reuniones públicas y ha pedido a los ciudadanos que eviten visitar las ciudades sagradas. Decenas de turistas extranjeros y tripulación egipcia han permanecido en cuarentena a bordo de un crucero en el Nilo, del que se han evacuado 45 presuntos casos de coronavirus.
Irán ha anunciado que otras 43 personas han muerto, elevando el número de muertos a 237 entre 7.161 casos confirmados. El Gobierno dijo que ha liberado a 70.000 prisioneros debido al brote de coronavirus.
Vietnam ha decidido suspender temporalmente los viajes sin visado para los ciudadanos de ocho países europeos: Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Noruega, España, Suecia y el Reino Unido.
Mientras tanto, en EEUU, donde se ha producido una rápida aceleración del número de infecciones, los funcionarios federales y estatales de California se preparaban el lunes para recibir a miles de personas de un crucero que ha estado parado frente a la costa de San Francisco con al menos 21 personas a bordo infectadas con el coronavirus.