En 2014 di un discurso en Londres, en una conferencia organizada por el think tank Open Europe sobre la necesidad de tener una revolución realista en Europa. Mi idea en aquel momento estaba muy clara: David Cameron estaba planteando una cuestión pertinente. Preguntó: “¿Cómo puede la UE seguir siendo tan burocrática, tan 'lenta', cuando el mundo cambia tan rápido?”. Cuando dijo en enero de 2013 que “la Unión Europea no es competitiva, es disfuncional y está yendo en la dirección equivocada (al buscar una mayor integración)”, yo no podría haber estado más de acuerdo. Cuando propuso que la UE tenía que cambiar, estuve igualmente de acuerdo, pero cuando amenazó con que, si la UE no cambiaba su postura de no renegociar sus tratados, Reino Unido se iría, no pude apoyar esa actitud.
Yo no intentaría convencer a los ciudadanos británicos de que cometerían un error si votaran por el Brexit. No les voy a dar lecciones. Admiro al pueblo británico, ya que ha demostrado su profundo sentido del honor y la responsabilidad al enfrentarse a decisiones difíciles en muchos momentos de la historia. Pero, más allá de las filiaciones políticas, los beneficios para la seguridad de formar parte de la UE son claros. Si Reino Unido abandonara la Unión, sería un desastre para los ciudadanos europeos, que también contamos con las técnicas y el conocimiento del MI6 (la agencia de inteligencia británica) para protegernos a todos.
También podría decir –como el ministro francés de Economía, Emmanuel Macron– que, si Reino Unido se fuese, Francia dejaría de respetar el acuerdo de Le Touquet –una relación bilateral entre Reino Unido y Francia–, que establece que los controles fronterizos se hagan en Calais y no en territorio británico. Esto fue básicamente una amenaza de permitir que todos los migrantes que ahora están bloqueados en Calais entren a Reino Unido. Pero yo no voy a decir algo así.
Los ciudadanos británicos deben saber que quedarse en la UE sería una opción más segura que irse. Los que usan los atentados de París y Bruselas para asegurar que el Brexit es más seguro no solo están siendo populistas de la peor forma, sino que están totalmente equivocados.
La seguridad interna no solo está vinculada a las fronteras de Schengen. Los atentados de París en noviembre de 2015 y en Bruselas en marzo de 2016 fueron perpetrados por “terroristas europeos”. Todos ellos tenían pasaportes europeos. El principal problema que debe afrontar Europa ahora mismo es interno: algunos de nuestros hijos se están radicalizando y cada vez hay más que se van a la yihad. Reino Unido, junto con Francia, es el país con el mayor número de personas que se van. Para proteger nuestra propia seguridad, deberíamos trabajar en la prevención de la radicalización y el reclutamiento de ciudadanos europeos por parte de organizaciones terroristas. Cerrar aún más las fronteras de Reino Unido no cambiaría nada.
En un mundo globalizado, donde el capital, las personas y las mercancías pueden ir a casi cualquier sitio, no es viable luchar solos. Todos los expertos en seguridad están de acuerdo: necesitamos ir hacia un intercambio sistemático de información; nuestros servicios secretos tienen que trabajar de la mano. El director de Europol, Rob Wainwright, confirmó que Reino Unido sería más vulnerable a atentados y crimen organizado si se diera el Brexit. El acceso a las bases de datos de Europol, la participación en Eurodac (la base de datos europea de huellas dactilares), el famoso PNR (registro de nombres de pasajeros)... Son herramientas utilizadas bajo la legislación europea. Los países que no son miembros de la UE pueden contribuir, con un sistema de opt in (el mecanismo para acogerse a políticas concretas de la Unión), pero ¿sería el caso para Reino Unido, una vez que esté fuera de la UE?
Nadie puede responder a eso con certeza, sigue siendo una cuestión difusa, oscurecida por la incertidumbre sobre los términos posteriores al Brexit. Hay un refrán francés, Quand c'est flou, il y a un loup, que significa que, cuando está nublado, hay un lobo, un peligro. Nadie debería arriesgarse a una visión borrosa cuando se trata de su seguridad, especialmente en el mundo actual.
La seguridad interna y la externa están vinculadas de forma indisoluble. Una UE más segura debe llevar a la creación de un Ejército europeo real. Actualmente, solo Reino Unido y Francia tienen la capacidad concreta y real de intervenir en terreno extranjero. No nos dividamos; unamos nuestras fuerzas cuando se necesite. El gobierno británico y el francés deberían promover un Ejército europeo con capacidad real, que pueda defender la seguridad europea en sus fronteras cuando se vea amenazada.
Como eurorrealista, como me gusta denominarme, el Brexit sería una amenaza de seguridad demasiado grande para todos. La UE es crucial para toda nuestra seguridad nacional e internacional. Creo que Reino Unido demostrará de nuevo que devolver el poder a la gente es la mejor manera de reencaminar la Unión Europea. A pesar de todos los desafíos que Europa tiene que afrontar ahora, espero que los ciudadanos británicos entiendan que el futuro de la UE es uno en el que ellos también tienen un papel.
Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo