La oficina de Emmanuel Macron ha oscurecido el azul de las banderas francesas que ondean alrededor del Palacio del Elíseo para que la tricolor se parezca más a la que había después de la Revolución Francesa.
Los asesores presidenciales han dicho que el cambio se produjo en julio del año pasado, pero nadie parece haberse dado cuenta hasta ahora.
La armada francesa ha mantenido el azul marino desde el siglo XVIII, cuando la bandera se convirtió en un símbolo de la revolución. El Estado francés introdujo un tono más claro de azul en sus banderas en la década de 1970.
Europe 1 Radio, que informó de la noticia el lunes pasado, dijo que el director de operaciones de Macron, Arnaud Jolens, el asesor Bruno Roger-Petit y los oficiales navales que en ese momento formaban parte del equipo del jefe de gabinete militar del Elíseo alentaron la decisión.
Según miembros del Gobierno, el azul marino se considera “más elegante”, pero también se considera que “reconectaba con un símbolo de la Revolución Francesa”. Otros tienen teorías sobre una posible ruptura con la UE, afirmando que el azul más oscuro, ahora notablemente diferente al azul de la bandera de la Unión Europea, refleja una fisura entre Francia y Europa.
La bandera de la UE utiliza el azul mariano, el tono declarado como color oficial de la Virgen María en el siglo V. La bandera francesa –que suele ondear o colocarse junto a ella– se cambió para que coincidiera con ella en los años 70, cuando el difunto Valéry Giscard d'Estaing, eurófilo acérrimo, estaba en el Elíseo y cuando se decidió utilizar un tono más claro en la bandera francesa por razones estéticas para evitar el choque de azules.
Asesores de la Presidencia niegan que el cambio suponga una “oposición al azul de la bandera europea”. “No hay ninguna 'guerra azul', es una tontería”, añadieron.
El corresponsal político de Europe 1, Louis de Raguenel, ha informado de que el Palacio del Elíseo está dividido entre quienes consideran fea la nueva bandera y dicen que choca con la europea, y otros a los que les gusta ver la bandera de su infancia antes de los años de Giscard. “No se ha comunicado este cambio de color y no se han dado instrucciones para cambiar o no todas las banderas oficiales”, escribió De Raguenel.
“El entorno de Emmanuel Macron no quiere dar la imagen de un presidente que toca los símbolos más profundos del país, aunque en el fondo, como se puede imaginar, hay un significado detrás de todo esto”, señala el periodista.
Traducido por Javier Biosca