El sur de Damasco vive desde el domingo uno de los peores bombardeos en siete años de guerra

Kareem Shaheen

Estambul —

Los misiles y las bombas de barril del régimen siguen cayendo en el encave sirio insurgente de Guta Oriental, que sufre desde el domingo uno de los peores bombardeos en siete años de guerra.

Este miércoles por la mañana han muerto cinco personas y otras 20 han resultado heridas en una zona a las afueras de Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La frecuencia de los bombardeos parecía haber disminuido durante la noche, pero volvieron con intensidad el miércoles por la mañana, según ha informado el grupo, que calcula que en las últimas 48 horas han muerto unas 250 personas.

El aumento de las muertes llegó entre informaciones de una inminente incursión del régimen en la zona, donde residen 400.000 civiles. Más de 700 personas han muerto en tres meses, según cálculos locales que no incluyen las muertes de la semana pasada.

Amnistía Internacional ha denunciado que se están cometiendo crímenes de guerra a una “escala épica” en Guta Oriental. Diana Semaan, investigadora de la organización para Siria, explica: “La gente no solo ha sufrido un asedio cruel en los últimos seis años, sino que ahora también están atrapados por una lluvia de ataques que les están matando y mutilando a propósito, y eso constituye un crimen de guerra flagrante”.

Siete hospitales han sido bombardeados desde el lunes por la mañana en Guta Oriental, que lleva años asediada por el gobierno de Asad y sometida a ataques químicos devastadores. Dos hospitales han suspendido sus operaciones y uno ha quedado fuera de servicio.

“Estamos ante la masacre del siglo XXI”, afirma un doctor en Guta Oriental. “Si la masacre de los 90 fue Srebrenica, y las masacres de los 80 fueron Halabja y Sabra y Chatila, entonces ahora mismo Ghouta Oriental es la masacre de este siglo”.

Tras siete años e intervenciones de potencias regionales y globales, la crisis humanitaria de Siria se ha intensificado dado que las fuerzas leales al régimen de Asad y sus defensores rusos e iraníes buscan una victoria absoluta en lugar de un acuerdo político negociado.

Es difícil obtener la cifra de muertos exacta a medida que continúan las operaciones de rescate y algunas familias entierran a sus muertos sin llevarlos al hospital.

Medios estatales han informado de que el miércoles dos personas resultaron heridas por el lanzamiento de morteros de los insurgentes a distritos de Damasco cercanos a Guta Oriental. El martes, los morteros insurgentes mataron al menos a seis personas.

Guta Oriental es una de las “zonas de desescalada” acordadas por Rusia, Irán y Turquía como parte de sus esfuerzos diplomáticos. Pero una antigua rama de Al Qaeda que no estaba incluida en el armisticio tiene una pequeña presencia en la zona.

El martes por la noche Turquía bombardeó la provincia de Afrin, al norte de Siria, sin mostrar ningún indicio de reducción en su asalto a la región kurda a pesar de la llegada de milicias progubernamentales.

Esto aumenta las posibilidades de una mayor escalada de los combates en el caótico frente septentrional, donde Turquía, rebeldes sirios, el Ejército, milicias iraníes que apoyan al gobierno de Damasco, combatientes kurdos, Rusia y Estados Unidos están presentes.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti