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La ministra de Defensa ya no puede ignorar la existencia de grupos de extrema derecha en el Ejército alemán

Kate Connolly

Berlín —

La ministra de Defensa alemana se ha convertido en objetivo de críticas tras una serie de escándalos en las Fuerzas Armadas entre los que se incluyen abusos sexuales, acoso y un complot de extrema derecha para llevar a cabo un atentado terrorista inspirado por ideología racista.

Ursula von der Leyen, a menudo considerada como la futura sucesora de Angela Merkel, ha declarado este miércoles que es responsable “de todo lo que ocurre en la Bundeswehr (Fuerzas Armadas alemanas)”, tras echar la culpa en un principio a la falta de liderazgo militar.

“Es mi responsabilidad solucionar los abusos que conocemos, y es lo que estoy haciendo actualmente”, ha declarado al diario Bild. Von der Leyen ha solicitado investigaciones en profundidad para afrontar estos casos.

El escándalo más notorio involucra a un soldado de 28 años identificado como Franco A. El soldado fue detenido hace una semana por sospechas de que estaba planeando un atentado contra solicitantes de asilo y políticos de izquierdas, incluido el ministro de Interior socialdemócrata, Haiko Maas, y el expresidente alemán Joachim Gauck. También fue detenido un estudiante de 24 años por tenencia de explosivos.

El soldado se registró el pasado enero como un refugiado sirio, solicitó asilo y ha estado obteniendo dinero del Estado. Se cree que planeaba llevar a cabo el ataque y dejar pistas de su identidad falsa.

Un portavoz del Ministerio de Defensa ha asegurado que Von der Leyen ha cancelado un viaje a Nueva York y a Washington para centrarse en la investigación sobre Franco A. La ministra iba reunirse con miembros de la ONU para hablar sobre los conflictos en Siria y Ucrania, así como con su contraparte estadounidense, James Mattis.

Los socialdemócratas, socios de coalición de Merkel, han dejado de pedir la dimisión de la ministra. Sin embargo, su candidato a canciller, Martin Schulz, ha afirmado que Von der Leyen no puede evadir su responsabilidad. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, ha aclarado que la ministra tiene todo el apoyo de la canciller.

Von der Leyen ha viajado este miércoles con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Volker Wieker, a Illkirch, un municipio francés al sur de Estrasburgo donde Franco A. había estado destinado y desde donde se sospecha que robó munición. Los investigadores también han encontrado objetos nazis e imágenes históricas de soldados nazis.

La ministra de Defensa está acusada de no hacer caso a las repetidas advertencias de que un pequeño grupo de extrema derecha está operando desde dentro del Ejército. La Comisión de Defensa del Bundestag ha lanzado su propia investigación y se espera que publique sus resultados.

No es un caso aislado

La agencia de inteligencia militar alemana, MAD, anunció la semana pasada que desde el año 2011 ha identificado a 275 sospechosos de extrema derecha en las filas del Ejército, 53 de ellos fichados este año.

La primera reacción pública de Von der Leyen a las acusaciones fue decir que los problemas eran cuestiones de comportamiento estructurales dentro del Ejército. La ministra declaró en televisión que “el Ejército tiene un problema de actitud y parece tener un liderazgo débil en varios niveles”.

Hablando específicamente sobre Franco A, Von der Leyen afirmó: “Nos tenemos que preguntar sistemáticamente cómo alguien con visiones ultraderechistas tan claras y que escribe un trabajo de máster con evidentes ideas nacionalistas ha sido capaz de hacer carrera en la Bundeswehr”.

En una respuesta llena de reproches, la asociación de las fuerzas armadas alemanas señaló: “Si la señora Von der Leyen afirma que hay un problema de liderazgo, entonces uno tiene que afirmar, por supuesto, que el liderazgo viene de arriba”.

Un grupo de 100 militares de alto rango ha sido convocado en Berlín este jueves para discutir sobre las investigaciones a Franco A, así como los numerosos casos de mala conducta en todos los niveles.

Von der Leyen proviene de una destacada familia de políticos y es hija de Ernst Albrecht, quien fue primer ministro del Estado de Baja Sajonia. La ministra ha gozado de un rápido ascenso político en solo 12 años: de concejala de la Unión Demócrata Cristiana en el pequeño municipio de Sehnde, en Baja Sajonia, al Gobierno federal.

Doctora en medicina y madre de siete hijos, Von der Leyen ha ocupado tres cargos en el Gobierno desde 2005, convirtiéndose en la primera ministra de Defensa en 2013, cuando lanzó una resuelta apuesta por reformar el Ejército.

En 2014, Von der Leyen lanzó una campaña de 100 millones de euros para hacer más atractivo al Ejército. Entre las medidas adoptadas se incluía ofrecer servicios de guardería para los hijos de los soldados, limitar los puestos para que coincidan con el calendario escolar y aumentar las retribuciones para puestos extranjeros difíciles. También se ha centrado en intentar aumentar el control financiero sobre la compra de equipo militar.

El escándalo llega tan solo dos semanas después de que Alemania fuera sacudida por el ataque al autobús del equipo de fútbol Borussia Dortmund. El ataque fue cometido por un ciudadano rusoalemán que se sospecha que obtuvo los explosivos de suministros militares.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti