La portada de mañana
Acceder
Mazón calca la estrategia del PP en otras catástrofes y sigue sin explicar su comida
La riada se llevó 137.000 vehículos en horas y comprar uno es casi imposible
Regreso a las raíces: Trump, gobierno de “delincuentes”. Por Rosa María Artal

J.K. Rowling, Harry y la lucha contra 'Trumpdemort'

Alison Flood

J.K. Rowling ha cantado las alabanzas de un reciente estudio que halló que leer los libros de Harry Potter empeora la opinión de los ciudadanos norteamericanos sobre Donald Trump. La novelista de éxito ya dejó claros sus sentimientos hacia Donald Trump en junio, cuando escribió una carta abierta en la que decía que el candidato a la presidencia es “un fascista en todo excepto en el nombre”.

“Sus dedos rechonchos están terroríficamente cerca de los códigos que podrían activar un ataque nuclear. Ha logrado esta supremacía proponiendo crudas e inviables soluciones para complejas amenazas. ¿Terrorismo? ¡Prohibamos a todos los musulmanes! ¿Inmigración? ¡Construyamos un muro!”, escribió Rowling. “Tiene el temperamento de un gorila de discoteca inestable, se burla de la violencia cuando estalla en sus mítines y lleva su desdén hacia las mujeres y las minorías con orgullo. Dios salve a América. Dios nos salve a todos nosotros”.

Hace unos días, Rowling compartió en su cuenta de Twitter un estudio sobre si leer los libros de Harry Potter tenía una influencia sobre las actitudes de los norteamericanos sobre Trump. Harry Potter y Deathly Donald se publicó recientemente en PS: Political Science and Politics.

La profesora de la Universidad de Pensilvania Diana Mutz encuestó a una muestra de representación nacional de 1.142 estadounidenses para el estudio, en 2014, y de nuevo en 2016. Les preguntó sobre su lectura/consumo de Harry Potter en una escala del cero al cien, sobre sus actitudes sobre ciertas cuestiones, desde la pena de muerte hasta la amenaza musulmana y, en 2016, también sobre sus sentimientos hacia Donald Trump.

Demócratas, republicanos e independientes, todos habían leído los libros de Harry Potter en una proporción más o menos similar, halló Mutz. También descubrió que cada libro leído del mago significaba una rebaja en los sentimientos de los encuestados hacia Trump de dos o tres puntos en una escala de cien.

“Esto quizá parece nimio”, comenta. “Pero para alguien que ha leído los siete libros, el impacto total podría rebajar su valoración de Trump hasta 18 puntos sobre 100”. Mutz dijo que incluso cuando controló características como el género, la educación o la edad, y todo aquello que predecía las opiniones de los ciudadanos estadounidenses sobre Trump, “el efecto Harry Potter” se mantenía.

Mutz cuenta en el estudio que las similitudes entre Trump y Voltdemort, el archienemigo de Potter, “no pasaron desapercibidas durante las campaña de 2016”, cuando el término Trumpdemort fue ganando adeptos e “incluso los seguidores de Trump... se quedaron con la analogía, comprando pósters de Trump que mostraban a su candidato frente a la bandera estadounidense de fondo, con una cita del propio Señor Oscuro: ”No hay bien ni mal, solo hay poder y aquellos que son demasiado débiles para buscarlo“.

También señala parecidos entre el mago de ficción y el candidato republicano. Por ejemplo, señala cómo Voldemort “apoya la erradicación de la mezcla sanguínea entre magos”, y como “en comparación, Donald Trump ha pedido una moratoria temporal sobre la inmigración musulmana”.

Con las películas no sucede lo mismo

“Puede que simplemente sea muy difícil para los lectores de Harry Potter ignorar las semejanzas entre Trump y el sediento de poder Voldemort”, escribe en el estudio.

Mutz encontró que las películas de Potter, por el contrario, no provocan oposición a Trump. Posiblemente, según cree, porque “por naturaleza la lectura requiere un nivel mayor de atención y permite caracterizar mejor a los personajes, muchos de los cuales ni son del todo buenos ni del todo malos”, y “debido a la duración, las películas deben dejar fuera material de los libros completos, y estas son más dadas a incidir en la acción que en los dilemas internos y la introspección de los personajes”.

Mutz termina su estudio especulando que “estos descubrimientos aumentan la esperanza de que Harry Potter puede frenar a Deathly Trump y hacer que Estados Unidos sea mejor de nuevo a los ojos del mundo, justo como Harry hizo librando al mundo de Voldemort”.

“A lo largo de la saga, el amor y la amabilidad triunfan sobre las agresiones y los prejuicios”, señala. “Es un tema poderoso, positivo y de este modo no sorprende que los lectores entiendan el mensaje que subyace en esta trama y que se mueven por ella”, continúa. “Aquellas visiones a favor de la unidad se presentan de manera alta y clara en el argumento y también han sido públicamente manifestadas por la autora de la saga J.K. Rowling, que ha mostrado su posición contraria tanto al Brexit como a Trump. La popularidad mundial de Harry Potter parece marcar una diferencia, no solo en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sino también en comicios de toda Europa en los que participen candidatos agresivos y autoritarios.

Traducido por Cristina Armunia Berges