Los holandeses, divididos por la ley que castiga los insultos al rey con penas de prisión

Daniel Boffey

Bruselas —

Es posible que sea uno de los estados más liberales de Europa, pero en Holanda la veneración a la monarquía parece difícil de superar.

El Gobierno de coalición está ahora dividido por culpa del intento de uno de los partidos gobernantes de eliminar la ley que castiga los insultos al rey Guillermo de Holanda con penas que pueden llegar hasta los cinco años de prisión.

Holanda es uno de los pocos países europeos que todavía conserva una ley de lesa majestad, procedente del latín laesae maistatis, que significa injurias a la Corona. El último caso que se presentó en el país fue en 2016.

El Parlamento holandés debe debatir este asunto esta semana, pero las diferencias dentro de la coalición gobernante ya se han hecho evidentes.

Mientras que los verdes, socialistas y laboristas apoyan la iniciativa presentada por los liberales del partido Democrats 66 (D66), la propuesta se enfrenta a la oposición de los partidos cristianos en el Gobierno –el CDA y el ultraconservador Unión Cristiana.

Chris van Dam, un parlamentario del CDA, dijo en el periódico De Telegraaf: “Estamos hablando del rey, de nuestro rey que no puede defenderse a sí mismo en el debate público”. Según la propuestas de D66, el rey Guillermo seguiría estando protegido por las leyes diseñadas para impedir expresiones que inciten a la discriminación o al odio.

Aunque en un primer momento se mostraba favorable al cambio en la normativa, el partido liberal de centroderecha VVD, liderado por el primer ministro Mark Rutte, ha dicho que no apoyará una ley que obligue al rey a presentar una denuncia formal para conseguir justicia.

“Si es el propio rey el que tiene que poner una denuncia, no lo apoyaremos... el rey no debería tener que ir a comisaría en su bici a prestar declaración”, ha defendido el diputado Sven Koopmans.

Hace dos años, un hombre de 44 años fue sentenciado a 30 días de prisión por haber “insultado intencionadamente” al monarca en Facebook, acusándole de ser un asesino, un ladrón y un violador. Además, manipuló imágenes de ejecuciones por Internet para incluir la cara del rey en el de las víctimas auténticas.

“Este comportamiento es inaceptable en nuestra sociedad y requiere que se le imponga un castigo al sospechoso”, dijo el tribunal de Overijssel en un comunicado. 

En 2014, un activista también fue acusado por la Fiscalía por haber gritado consignas obscenas sobre la familia real durante una protesta. Poco después tuvo que dar marcha atrás en su decisión después de que la medida fuese tachada de ataque a la libertad de expresión.

Los cambios propuestos también terminarían con una ley que prohíbe los insultos al jefe de un Estado aliado. Esta iniciativa ha recibido más apoyo después de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan solicitase el procesamiento de un cómico alemán por un poema satírico. Este delito conlleva hasta dos años de prisión en Holanda.

Traducido por Cristina Armunia Berges