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CLAVES

Por qué es tan importante para el derecho al aborto el caso de Misisipi en el Tribunal Supremo

1 de diciembre de 2021 22:30 h

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Este miércoles el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha escuchado las alegaciones del que ha sido llamado el caso más importante sobre el derecho al aborto en casi 50 años, un proceso que podría redefinir los derechos reproductivos en todo Estados Unidos y cuyas repercusiones en otros países podrían durar décadas.

El caso Dobbs contra la Jackson Women's Health Organization podría menoscabar, o incluso anular, el precedente de Roe vs Wade (Roe contra Wade), la histórica sentencia del Tribunal Supremo de 1973 que legalizó el aborto en Estados Unidos. En Estados Unidos, no hay ninguna ley nacional que garantice la libertad de interrumpir el embarazo y ese derecho descansa únicamente sobre esta sentencia de 1973. Por eso, si se anulara o menoscabara ese precedente, decenas de millones de personas en edad reproductiva de todo el país se verían afectadas.

Se espera que los nueve jueces del Tribunal escuchen este jueves las alegaciones del estado de Misisipi, que sostiene que el tribunal debe utilizar este caso para anular el precedente de Roe contra Wade; y las de la última clínica abortista de Misisipi, que argumentará en favor de mantener el derecho al aborto tal y como está.

¿Qué está pasando en el Tribunal Supremo de EEUU?

El Dobbs se refiere al doctor Thomas Dobbs, director del Departamento de Salud de Misisipi y autoridad responsable de hacer que se cumpla la ley del estado. La Organización de Salud de la Mujer de Jackson es la última clínica abortista de Misisipi, también conocida como la Casa Rosa por estar pintada de ese color.

El alto tribunal de EEUU escuchará las alegaciones de los abogados en un caso para decidir si el estado de Misisipi puede prohibir casi todos los abortos una vez transcurridas las primeras 15 semanas de gestación.

El caso va directamente en contra del precedente Roe contra Wade, que garantiza el derecho al aborto en Estados Unidos. La sentencia protege el derecho al aborto hasta el momento en que el feto puede sobrevivir fuera del útero, un plazo que por lo general se traduce en unas 24 semanas de gestación (el plazo de un embarazo que llega a término es de 39 semanas de gestación).

En el Tribunal Supremo predominan ahora los conservadores, con seis de los nueve jueces inclinados hacia la derecha. Los defensores del derecho al aborto consideran especialmente peligroso el caso de Misisipi porque en virtud de Roe contra Wade los jueces podían haber desestimado directamente la ley de Misisipi por considerarla inconstitucional y, sin embargo, decidieron aceptar el caso. Eso quiere decir que al menos cuatro jueces consideran que hay razones para revisar la histórica sentencia.

La decisión final se espera para junio de 2022 pero las audiencias podrían dar pistas sobre el parecer de los jueces.

¿Qué podría pasar con el precedente?

El Congreso nunca consagró en ley el derecho a interrumpir un embarazo. Las mujeres embarazadas de EEUU llevan casi 50 años confiando en la protección del derecho al embarazo otorgada por el precedente del caso Roe contra Wade, ahora bajo amenaza.

Una posibilidad es que los jueces desestimen el caso de Misisipi, lo que dejaría vigente Roe contra Wade, pero los defensores del derecho al aborto temen un fallo del Tribunal que menoscabe o incluso anule el precedente.

Los jueces podrían decidir que la ley de las 15 semanas no es muy limitante para la población de Misisipi y fallar de manera que el estado pueda prohibir el derecho al aborto en una fase mucho más temprana. Esto restringiría considerablemente el acceso a la interrupción del embarazo y debilitaría el precedente de Roe contra Wade.

Si esto ocurre, se espera que otros 26 estados legislen prohibiendo el aborto de diversas maneras: con enmiendas constitucionales estatales; con leyes que se activarían automáticamente en caso de que se anule Roe para entrar en vigor a la mayor brevedad; o con limitaciones al aborto a partir de las seis semanas de gestación, un plazo que en la mayor parte de los casos se cumple antes de tener conciencia del embarazo.

De estos 26 estados, casi todos están en el Medio Oeste y en el Sur del país. En total, en los estados considerados hostiles al aborto vive el 58% de las mujeres en edad reproductiva, es decir, 40 de los 72 millones de mujeres entre 15 y 49 que viven en Estados Unidos.

Luisiana, por ejemplo, tiene una ley que se activaría automáticamente si se anula Roe contra Wade para prohibir el aborto de forma inmediata. Actualmente, si una embarazada en Luisiana necesita un aborto legal y seguro, tiene que conducir una media de 60 kilómetros. Si se anula la sentencia de 1973, esa distancia aumentaría en un 1.720% hasta unos 1.010 kilómetros de media, la distancia hasta Illinois, el estado más cercano que defiende el derecho al aborto.

Los defensores del aborto alertan de que si cae Roe contra Wade el procedimiento puede volverse inaccesible y también un delito. Según los expertos en justicia criminal, la prohibición del aborto podría generar una oleada de procesamientos, viendo lo ocurrido con las leyes sobre el asesinato y el encarcelamiento masivo.

Los defensores del aborto argumentan que el procedimiento seguirá existiendo, solo que dejará de hacerse de forma segura en un entorno legal y clínico, poniendo en riesgo la salud de las personas embarazadas.

Prohibir el aborto haría aún peores las deficiencias que ya tiene Estados Unidos respecto a la salud de embarazadas, con un aumento de una tasa de mortalidad materna que ya es la más alta entre las naciones ricas.

¿La anulación convertiría a EEUU en un país atípico?

En las últimas décadas, la tendencia ha sido hacia aumentar la protección al derecho al aborto en todo el mundo. Al menos 50 países han hecho menos restrictivas las leyes sobre el aborto desde 1994 y ahora 970 millones de mujeres (el 59% de la población femenina en edad reproductiva del mundo) viven en países donde el aborto es legal y accesible.

En los últimos tiempos también ha habido un movimiento por legalizar la interrupción del embarazo en América Latina, una región conocida por prohibiciones al aborto extremadamente punitivas.

En el derecho internacional el aborto es considerado un derecho humano. La doctora Tlaleng Mofokeng, relatora de la ONU para el derecho a la salud, dice que si Estados Unidos permitiera que sus estados prohíban el aborto sería una violación automática de la legislación internacional sobre derechos humanos, incluida la convención contra la tortura de la que Estados Unidos forma parte.

“Si eso se anula”, dice Mofokeng sobre el caso Roe contra Wade, “las implicaciones serán catastróficas, no solo para Estados Unidos”.

Traducción de Francisco de Zárate.