La policía de Jakarta ha asesinado a docenas de personas como parte de una serie de medidas cada vez más duras para combatir el crimen callejero de cara a los Juegos Asiáticos, en lo que Amnistía Internacional ha descrito como una campaña “innecesaria y excesiva”.
Basándose en datos obtenidos desde enero a agosto de este año, Amnistía Internacional asegura que 31 asesinatos cometidos por la policía están directamente relacionados con los Juegos, que se inaugurarán este sábado en Jakarta y Palembang.
El grupo defensor de los derechos humanos afirma que la policía mató a 77 delincuentes callejeros de toda Indonesia durante el mismo período, un 64% más que en 2017. Usman Hamid, director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, señala que el aumento del número de asesinatos revela un “velo de impunidad” que mancha al aparato de seguridad indonesio.
“El convertirse en la sede de un evento deportivo internacional no debería tener el precio de dejar de lado los derechos humanos. Los asesinatos deben detenerse y todas las muertes deben ser investigadas de forma rápida y efectiva”, declaró.
Unos 12.000 atletas participarán de la 18ª edición de los Juegos Asiáticos, el evento multideportivo más grande después de los Juegos Olímpicos, que tendrá lugar desde el 18 de agosto hasta el 2 de septiembre. Indonesia ha dispuesto 100.000 agentes de policía y soldados para la seguridad de los Juegos.
Se han llevado a cabo intensas preparaciones para embellecer la capital del país para la llegada de visitantes extranjeros, y el aumento de asesinatos a manos de la policía formaría parte de una operación de “seguridad pública” en las ciudades grandes de cara al gran evento.
Los asesinatos llegan después de que en julio los altos rangos de la policía les dieran instrucciones al personal para que se “tomasen acciones firmes” contra sospechosos que supongan una amenaza pública, incluyendo una política de “disparar en el momento” contra aquellos que se resistan.
Siguiendo estas instrucciones, 10 personas fueron asesinadas con armas de fuego en un período de 10 días en julio. Los grupos defensores de derechos humanos temen que los agentes hayan interpretado las declaraciones como una “licencia para matar”.
“Se supone que los Juegos Asiáticos celebran la superación humana, no deberían ser un pretexto para que una política policial de ”disparar a matar“ en nombre del control del crimen”, afirmó Phelim Kine, subdirector de Human Rights Watch para Asia.
A pesar de las críticas, el jefe de la policía nacional indonesia, Tito Karniavan, reafirmó la política el 30 de julio, y señaló: “Si los sospechosos se resisten al arresto, entonces no lo dudéis, disparadles”.
En los dos últimos años, varios funcionarios indonesios han celebrado el asesinato de personas sospechosas y han elogiado al presidente Rodrigo Duterte por su violenta guerra contra el narcotráfico en las Filipinas.
En julio de 2017, el jefe de la policía nacional sugirió que Filipinas es un ejemplo de que la pena capital funciona de forma efectiva de combatir el narcotráfico. “La práctica en el territorio nos dice que cuando les disparamos a los narcos, se van”, aseguró.
Traducido por Lucía Balducci