Los ingresos de los partidos de extrema derecha se han disparado ante las elecciones al Parlamento Europeo

Carmen Aguilar García / Pamela Duncan / Lisa O'Carroll

30 de mayo de 2024 13:22 h

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Uno de cada cuatro euros en donaciones privadas a partidos políticos de la Unión Europea (UE) ha ido a parar a formaciones de extrema derecha y de corte populista, mejorando sus finanzas en millones de euros de cara a las cruciales elecciones del Parlamento Europeo la próxima semana.

En un momento en que las encuestas predicen un aumento del apoyo a los partidos ultraconservadores, a los euroescépticos y a los prorrusos, The Guardian publica junto a otros 26 medios y bajo la coordinación del grupo de investigación Follow the Money el informe Transparency Gap, con el más exhaustivo análisis hasta la fecha de la financiación política en la UE.

Recogidos en los informes anuales de más de 200 partidos presentes en 25 países, los datos muestran que entre 2019 y 2022 se destinaron 150 millones de euros de donaciones privadas a los partidos populistas y a los partidos de opciones políticas más extremas, representando un 25%. Solo para los grupos de extrema derecha, las donaciones privadas excedieron los 97 millones de euros. O lo que es lo mismo: 1 de cada 7 euros.

Para el análisis se utilizó la clasificación que el grupo de investigación The PopuList hace de los partidos políticos, definiendo a los de extrema derecha como aquellos con una ideología nacionalista y autoritaria.

La mayoría de los países de la UE obligan a los partidos a declarar todos sus ingresos, tanto los públicos como los de fuentes privadas, pero las normas varían mucho entre los diferentes estados miembros y la financiación en algunos de ellos es una “caja negra”. 

Tres de cada cuatro partidos no publican ninguna información o solo una parte de los datos referidos a las personas o empresas detrás de las donaciones. Una falta de transparencia a la que se puede llegar sin incumplir las normas del país.

La investigación no encontró indicios de irregularidades, pero un importante informe sobre financiación de partidos encargado por el Parlamento Europeo concluyó que la falta de transparencia generaba riesgos de corrupción.

“Todos los Estados miembros de la UE han adoptado normas relativas a la notificación y publicación de las donaciones, pero lo que debe notificarse y publicarse varía de manera sustancial”, decía el informe. “Suele haber una discrepancia llamativa entre los bajos umbrales de notificación y los altos umbrales de publicación, y los 2.400 euros del umbral promedio conllevan posibles riesgos de corrupción”.

Según el experto en partidos y sistemas políticos europeos Fernando Casal Bértoa, aunque “nada prohíbe a los partidos publicar información más detallada que la exigida por la ley, es algo que casi ninguno hace”.

“A los partidos no les interesa la transparencia, creen que es algo que les va a limitar”, dijo Casal Bértoa, quien en la Universidad de Nottingham ejerce como profesor de Política Comparada.

Cuando las cuotas de los afiliados y las donaciones de los propios políticos y autoridades del partido se incluyen en el cálculo de la financiación, el dinero recaudado entre 2019 y 2022 por las formaciones ultras y por las de corte populista representó una quinta parte del total, según los datos, lo que supuso casi 500 millones de euros. Para los partidos de extrema derecha, esta suma fue de casi 200 millones de euros. Es decir, 1 de cada 11 euros.

En Francia, los tres partidos que han registrado un aumento en su apoyo financiero son Reconquista, del utlra Éric Zemmour; Agrupación Nacional, de la extrema derecha de Marine Le Pen; y la Francia Insumisa, liderada por Manuel Bompard, por la izquierda.

Pasaron de representar entre los tres el 13% del dinero no público en Francia en 2019 hasta alcanzar el 38% en 2022, cuando Emmanuel Macron se enfrentó a Le Pen en la segunda ronda electoral de las presidenciales francesas.

En esa financiación no pública se incluye el dinero de los donantes, las cuotas de los afiliados y las aportaciones de los propios candidatos y autoridades del partido. No se incluye los fondos de la financiación estatal ni los préstamos de donantes. Tampoco los ingresos derivados de actos de recaudación de fondos, mercancías y propiedades inmobiliarias.

En Letonia, donde se pronostica un aumento notable en el número de eurodiputados antieuropeos y populistas tras las elecciones, la financiación no pública de estos partidos pasó en cuatro años del 9% al 36%, impulsada principalmente por el partido populista de derechas Letonia Primero.

De acuerdo con el análisis, la suma de los partidos de extrema derecha y de corte populista acapara más de la mitad de la financiación no pública en Eslovenia, Italia, Polonia, Hungría, Grecia y Portugal.

El partido Fidesz lleva 14 años gobernando en Hungría y está detrás de la reducción en el monto de fondos estatales para financiar a partidos políticos. En 2022, el Fidesz acaparó el 55% de todo el dinero no público.

De acuerdo con los sondeos para las elecciones al Parlamento Europeo, los partidos nacionalistas y de extrema derecha van camino de obtener el primer puesto en Hungría y en otros ocho Estados de la UE. Entre ellos, Austria, Francia, Italia, Países Bajos y Polonia.

En el mitin de la extrema derecha celebrado en Madrid a principios de mayo, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, envió un mensaje de vídeo en el que pedía “a los patriotas la ocupación de Bruselas”. Los eurodiputados que allí había, dijo, eran responsables de “desencadenar una enorme inmigración ilegal” y de “envenenar a nuestros hijos con la propaganda de género”.

Presidida por Mateusz Morawiecki, la formación de extrema derecha Ley y Justicia (PiS) gobernó Polonia hasta diciembre de 2023. Estrecha aliada de Fidesz, Ley y Justicia acaparó un 44% de toda la financiación no pública en 2022.

En Italia, cuatro partidos populistas se hicieron con el 55% de la financiación no pública en 2022, según los datos. Fueron Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, y la Liga, de Matteo Salvini, a la derecha del espectro político, además de Forza Italia y del Movimiento Cinco Estrellas.

En algunos países, los partidos de izquierda se llevan una buena tajada. Como Grecia, donde el Partido Comunista (KKE) se lleva más de la mitad de la financiación no pública; y Portugal, donde el Partido Comunista también supera el 50% del total.

En la mayoría de los países, el dinero procedente del Estado es ahora la principal fuente de ingresos, con el dinero no público representando apenas un 15% de la financiación disponible en Irlanda y en Bélgica; y menos del 25% en España, Hungría y Portugal.

En las naciones donde predomina el dinero privado, las aportaciones estatales siguen siendo significativas. En Alemania y en Países Bajos, por ejemplo, la financiación pública representó en 2022 en torno al 45% del dinero recibido por los partidos.

Tras un fallo histórico del Tribunal Constitucional Federal de Alemania en 1992, la asignación de fondos públicos a los partidos en ese país se basa en su “arraigo en la sociedad”. Según las autoridades alemanas, de esa manera se garantiza que “los partidos políticos siempre tendrán que buscar el apoyo de los ciudadanos”.

Traducción de Francisco de Zárate