La vida y la muerte de Liza Dmitrieva, de cuatro años, en el ataque con misiles rusos de este jueves en la ciudad ucraniana de Vinnytsia, en el centro del país, es un símbolo de un conflicto en el que la muerte suele llegar sin previo aviso y desde lo más alto.
Varios vídeos y fotografías publicados en las redes sociales parecen recoger las últimas horas de Liza, que cumplió cuatro años en marzo, en medio de la invasión rusa de Ucrania. Su madre, Irina, se encuentra en estado crítico tras el ataque, que ha sido condenado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como “un acto abierto de terrorismo”.
Las últimas horas de Liza
La madre de Liza había llevado a su hija en un cochecito rosa y negro a un centro educativo en una ciudad que la mayoría creía alejada del frente, a cuatro horas de la capital, Kiev.
En la primera grabación, hecha a las 9:38 horas, se ve a Liza con unas mallas blancas y una chaqueta vaquera azul con un parche en forma de huevo en el hombro, empujando su propio cochecito. Lleva el pelo recogido con una pinza blanca en forma de mariposa. Liza sonríe y mira a su madre que camina a su lado. A veces también entra en el plano Irina, vestida de blanco y sonriendo tímidamente.
En la siguiente instantánea, se ve a Liza en cuclillas junto a una mesa baja del centro educativo estudiando una hoja de dibujos en una sesión de logopedia.
Poco antes de las 11:00 de la mañana, madre e hija salieron a pasear por la acera de uno de los lados de la céntrica plaza Peremohy de Vinnytsia, pasando cerca de la Casa de Oficiales de la ciudad, un antiguo edificio de la era soviética con columnas que ahora se utiliza como centro cultural para conciertos y espectáculos.
Liza nunca llegó a casa. Poco después de las 11:00, tres misiles de un total de siete, presuntamente disparados desde un submarino ruso en el mar Negro –según las autoridades ucranianas–, se estrellaron contra la plaza, explotando cerca del centro cultural, reventando las ventanas de un edificio de varias plantas e incendiando decenas de coches en un aparcamiento cercano.
En plena masacre, otras imágenes muestran a Liza muerta en su cochecito volcado. Cerca de ella hay un pie amputado. En algunas tomas, se ve el brazo de un soldado agarrando el carrito. Grandes fragmentos de metal inundan la plaza. El cielo se impregna de una columna de humo denso. Liza fue una de los tres niños que murieron en el ataque en una calle muy transitada de una ciudad que había salido relativamente indemne de la invasión.
La madre, hospitalizada
Su madre sobrevivió a la explosión con heridas graves. Un periódico local habló con una amiga de Irina –conocida como Ira– mientras iba al hospital donde estaba siendo tratada. “Es mi mejor amiga. Las dos tenemos hijos 'soleados”, dijo Lidia Voitenko, utilizando una expresión ucraniana para referirse a los niños con síndrome de Down. “Antes alquilábamos un apartamento juntas”.
“Al parecer, Ira estaba consciente cuando la llevaron a la unidad de cuidados intensivos, pero Liza murió en el acto. No puedo decir más. Es demasiado difícil”, dijo.
Olena Zelenska, la esposa del presidente Zelenski, dijo que reconoció a la niña en un vídeo navideño que grabó para celebrar las fiestas.
“Hoy nos sentimos horrorizados al ver una foto de un carrito de bebé volcado en Vinnytsia. Y luego, al leer las noticias, me he dado cuenta de que conocía a esta niña”, dijo Zelenska en un tuit a última hora del jueves. “Nos conocimos mientras grabábamos un vídeo para las fiestas de Navidad”.
En el vídeo que publicó junto a sus comentarios se puede ver a Liza pintando adornos navideños con la primera dama. Liza “se las ingenió para pintarse no solo a sí misma, su vestido navideño, sino también a todos los demás niños, a mí, a los cámaras y al director con pintura”, escribió Zelenska. “Mírenla, viva, por favor”.