Menos de un mes después de la muerte del capo de la mafia siciliana más conocido, su hija intenta hacer negocio con sus crímenes lanzando una selección de café con su nombre.
Días después de que Salvatore 'Totò' Riina muriese en el hospital de la cárcel el 17 de noviembre, su hija, Concetta Riina, creó una tienda online de café espresso llamada Tío Totò en honor al hombre del que se cree responsable de más de 150 asesinatos.
Riina anunció la línea de Zu’ Totò en la página de Facebook de su marido, Antonio Ciavarello, que se encuentra bajo arresto domiciliario por fraude, y dijo que estaba aceptando encargos por adelantado de las cápsulas de espresso para recaudar dinero después de que la policía embargara los ahorros familiares.
La tienda online desapareció poco después de que la noticia saliera en los medios italianos, pero los expertos en temas de mafia dicen que el café no fue una elección al azar de la hija del jefe de jefes siciliano.
El espresso no sólo es un emblema de la cultura italiana, sino que se ha convertido en una herramienta eficaz de extorsión para los jefes del crimen. Los bares son presionados a menudo para vender marcas de café específicas, promocionadas por los mafiosos, que se llevan los beneficios.
“El café es el nuevo tráfico de drogas”, dice el Antonio Nicaso, uno de los expertos mundiales más destacados sobre la mafia y profesor de universidad en Canadá y Estados Unidos. “Los dueños de bares y restaurantes están dispuestos a pagar precios más altos por miedo a represalias. Es una forma más sutil de extorsionar y obtener dinero de los dueños de bares y restaurantes, y un método difícil de interceptar por la policía”, explica.
Algunos mafiosos han llegado a producir su propio café. Un caso que está siendo investigado actualmente en Nápoles implica a 50 personas supuestamente conectadas con el clan Mallardo de la Camorra napolitana.
¿Cómo demostrar la extorsión?
Los investigadores dicen que jefes de la Camorra forzaron a los bares a comprar café de la marca propiedad de la familia D’Alterio. Otros clanes, como el de Portici en Nápoles, obligaban a los hosteleros a hacer pedidos de como mínimo 20.000 euros. Si no pagaban, los mafiosos se hacían con el bar, según la fiscalía.
Nicola Gratteri, uno de los fiscales antimafia más respetados de Italia, ha asegurado a the Guardian que la táctica se está haciendo cada vez más común.
“La gente puede pensar que es sólo espresso, pero hay miles de bares en Calabria. Es como si la mafia obligara a todas las tiendas de fish and chips de Londres a comprar el bacalao de sus jefes”, ilustra Gratteri.
Según Nicaso, las mafias de Estados Unidos y Canadá fueron las primeras en usar el espresso como herramienta de extorsión, obligando a los dueños de cafeterías a comprar marcas específicas de café importadas desde Italia. “Para la policía es difícil demostrar la extorsión: no estás entregando dinero, sólo estás comprando café”.
Apodado La Bestia por su crueldad, se cree que Riina fue el responsable de las muertes de cientos de personas, entre ellas un niño de 13 años que fue secuestrado, estrangulado y disuelto en ácido. Riina estaba en prisión condenado a 26 cadenas perpetuas cuando murió de cáncer el mes pasado.
Antes de su captura, en 1993, Riina era un adicto al café espresso y tomaba tres al día, pero lo dejó por miedo a que su enemigos utilizaran el café para envenenarlo.
Traducido por Marina Leiva