Malta se ha convertido en el primer país europeo en prohibir las terapias de conversión para homosexuales después de que el Parlamento en Valetta haya aprobado por unanimidad una ley ilegalizando los intentos para “curar” a los homosexuales.
Bajo la nueva Ley de Afirmación de la Orientación Sexual, Identidad de Género y Expresión de Género, cualquier persona declarada culpable de intentar “cambiar, reprimir o eliminar la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género” será multado o condenado a prisión.
Profesionales de la sanidad en ejercicio que lleven a cabo terapias de “cura de la homosexualidad” podrían ser penalizados con multas de hasta 9.300 euros y una condena a prisión de hasta un año. En otros casos se pueden aplicar penas de cárcel más reducidas y multas de entre 930 y 4.600 euros, según ha informado el diario Malta Today.
El país isleño del Mediterráneo ha puesto en marcha una serie de reformas sociales progresistas desde que salió elegido su Gobierno socialista en 2013 y ha sido nombrado en dos ocasiones el país europeo que más respeta los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales por la organización ILGA-Europe.
La nueva ley también decreta que “ninguna orientación sexual, identidad de género o expresión de género constituye un trastorno, enfermedad o defecto de ningún tipo” y reduce a los 16 años la edad mínima con la que una persona puede solicitar un cambio de género sin la aprobación de sus padres.
Los defensores de las terapias de conversión para homosexuales argumentan que utilizan técnicas comunes de asesoramiento psicológico para ayudar a la gente a cambiar su orientación sexual de forma voluntaria, pero esta práctica es ampliamente condenada.
En Reino Unido, la asociación de psiquiatras de la sanidad pública y todos los organismos líderes en terapia y psicoterapia han firmado una declaración conjunta describiéndolo como inmoral, sin base científica y potencialmente peligroso.
De acuerdo con Stonewall, un grupo por los derechos de la comunidad LGTB, una encuesta de 2009 a 1.300 profesionales de la salud mental en Reino Unido reveló que más de 200 habían ofrecido alguna vez algún tipo de terapia de conversión a pacientes a ellos referidos a través de médicos generalistas o a través del sistema público de sanidad.
En Estados Unidos, donde esta práctica está prohibida en menores en varios estados, la Asociación Psiquiátrica Estadounidense ha declarado que se opone a cualquier tratamiento “basado en la premisa de que la homosexualidad es, per se, un trastorno mental o que un paciente debería cambiar su orientación sexual”.
Las agrupaciones de psicólogos, psiquiatras, médicos de familia y terapeutas de Malta han dado la bienvenida a una ley que elimina lo que ellos llaman una práctica “inhumana”, señalando en un comunicado conjunto que estaban “muy orgullosos de haber sido parte” en su redacción.
Las terapias de conversión de homosexuales “no solo rechazan a un grupo de individuos en base a prejuicios infundados y falta de tolerancia a la diversidad, sino que también vulnera los derechos internacionalmente reconocidos de la comunidad LGTBIQ”, añaden los profesionales.
“Como institución, promovemos el respecto y la igualdad de todas las personas y estamos resueltos a seguir trabajando para asegurar que nuestros clientes puedan disfrutar de una experiencia terapéutica lo segura que se merecen”, concluye el comunicado conjunto.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti