Millones de personas en Texas se quedan ahora sin agua tras los apagones por la tormenta de nieve
Millones de personas en Texas sufren cortes de agua tras la letal tormenta de invierno que ha azotado el estado provocando la rotura de tuberías y bloqueando las plantas de tratamiento. Los servicios se han interrumpido y el suministro de agua está contaminado.
Las autoridades de Texas han lanzado la orden a siete millones de personas (lo que representa un cuarto de los residentes del segundo estado más poblado del país) de que hiervan el agua del grifo antes de consumirla por los daños generados en la infraestructura y tuberías congeladas tras varios días con temperaturas en mínimos históricos.
Antes de la interrupción en el suministro del agua, las tormentas invernales provocaron apagones generalizados por daños en la red eléctrica y en las centrales generadoras del estado, dejando a millones de personas sin luz durante días.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo este jueves que todas las plantas eléctricas del estado volvían a estar en funcionamiento, pero cientos de miles de hogares siguen sin luz debido a la caída de líneas y a otros problemas provocados por la ola de frío y la feroz tormenta invernal. Más de 13 millones de texanos siguen con interrupciones en el suministro de agua.
Los hospitales de Austin y de Houston han tenido que lidiar con la interrupción del suministro de agua. “Estamos trabajando con nuestros proveedores para asegurar el agua necesaria para nuestros pacientes, el personal y las operaciones del hospital”, dijo en un comunicado David Huffstutler, director general del hospital de Austin St David's HealthCare.
“La semana pasada comenzamos a complementar nuestro inventario de agua en las instalaciones y siguen llegando suministros”, escribió Huffstutler. “Seguimos trabajando con el Ayuntamiento de Austin para resolver el corte de suministro, pero no han logrado resolver el problema en el sistema relacionado con el servicio y la presión del agua de nuestro hospital”.
La empresa Austin Water dijo que había logrado estabilizar sus plantas de tratamiento de agua el miércoles, pero que aún se enfrentaba a “dificultades importantes” para restaurar el suministro a sus clientes.
Hospitales sin agua
“Los últimos dos días han sido una locura... Tuvimos una inundación; las tuberías estallaron sobre un paciente y tuvimos que trasladar a ese paciente; por suerte, todo el mundo estaba en una buena disposición”, dice Angelica Baton, enfermera de la UCI del Centro Médico de Texas en Houston. “Seguro que todo el mundo está viviendo su propio infierno, pero nosotros desde luego que lo estamos pasando muy mal”, dice. Su principal preocupación son los pacientes que necesitan diálisis. “¿Cómo se supone que vamos a hacerlo cuando no hay agua?”.
Un empleado del Woman's Hospital of Texas, en Houston, dice que en el miércoles por la mañana todo el personal recibió el siguiente mensaje de texto: “A todos: estamos en situación de emergencia de ahorro de agua con efecto inmediato. No hay agua en toda la ciudad. Por favor, no tiren de la cadena ni lleven a cabo ningún procedimiento que no sea de emergencia”.
El empleado, que pidió mantenerse en el anonimato, dice haber sentido una “preocupación extra” cuando recibió el mensaje de texto. “Ya estábamos agobiados por tener que trabajar en medio de una tormenta de hielo y lejos de la familia, además de la pandemia... y ahora también tenemos que preocuparnos de conservar el agua por si ocurría el peor escenario”.
The Guardian ha intentado contactar con las autoridades del Texas Medical Center de Houston y del Woman's Hospital of Texas en Houston.
La presión del agua ha caído en todo el estado. Según Toby Baker, director ejecutivo de la comisión de calidad ambiental de Texas, muchos residentes están dejando sus grifos abiertos con la esperanza de que eso evite el congelamiento de las tuberías. El gobernador Abbott ha pedido a los vecinos que corten la llave de paso de sus casas, en la medida de lo posible, para garantizar la presión en los sistemas municipales y evitar que se rompan más cañerías.
La nieve como solución
En su semana de embarazo número 19, Lisa Gerow ha estado ayudando a su marido a recoger nieve desde que el martes por la noche se quedaron sin agua en su casa de San Antonio. Al principio, era un proceso muy lento porque la nieve recogida solo les alcanzaba para tirar una vez de la cadena, pero el jueves ya tenían la bañera llena en un cuarto gracias a la nieve derretida.
“Somos como los antiguos pioneros, saliendo a recoger nieve en el frío de la noche”, dice Gerow. “En comparación con otras personas, lo nuestro no ha sido tan grave”.
Gerow y su marido están usando agua embotellada para lavarse los dientes y las manos, así como para dar de beber a su perro. Tienen una reserva de agua con gas y diferentes sabores para beber. La última vez que se ducharon fue el lunes por la noche, antes de acostarse.
“Sinceramente, estoy agradecida de pasar esto en el embarazo y no con un recién nacido tratando de mantenerlo caliente”, dice Gerow. “Con lo del agua para hacer la leche en polvo y todas las otras cosas que aún ni sé que voy a necesitar”.
Audrey Hartman, vecina de Austin, cree que sigue con luz gracias a su proximidad a un hospital. Pero el miércoles por la mañana reventaron las tuberías de su casa. “Mi esposa y yo estábamos en la cama y nos despertamos y pudimos oír el agua correr”, dice. Preparándose para ese momento, había llenado todas las botellas de agua a su alcance, una previsión por la que ahora se considera afortunada. “Estoy bastante enfadada, pero por lo que le está pasando a otros. Estoy indignada con la situación general de Texas”, dice.
Las condiciones meteorológicas han interrumpido el suministro de agua en otras ciudades del sur, incluyendo Nueva Orleans y Shreveport, en Luisiana. Según la cadena de televisión de Shreveport KSLA, los camiones de bomberos del ayuntamiento han llevado agua a varios hospitales y se está haciendo llegar agua embotellada para los pacientes y el personal.
Mientras tanto, miles de texanos están lidiando con los daños que el agua ha provocado en sus casas. A Nelson García le estallaron el martes las tuberías de su casa en Houston, inundando casi todas las habitaciones. “Vi agua saliendo del techo: corté la llave de paso pero ya había muchos daños... Sin mirar con demasiado detenimiento, ya he encontrado unos diez agujeros en las tuberías de cobre”, dice.
García pensó en sacar el agua de la casa usando una máquina de su empresa de limpieza de alfombras, pero antes de empezar se cortó la corriente. Se ha mudado junto a su mujer y a sus tres hijos a la casa de un amigo de la familia. Confían en que el seguro cubrirá los daños. “Un amigo que hace remodelaciones me dijo que fácilmente me voy a poner en 20.000 dólares de reparación, y yo no tengo esa cantidad de dinero en el banco”.
Katie Liu y Carl Nunziato estaban durmiendo en casa de unos amigos desde que su hogar de Austin se quedó sin electricidad el domingo por la noche. Cuando fueron el miércoles a ver su casa, volvió la electricidad, las luces se encendieron y dos tuberías estallaron.
La inundación se produjo debajo de la casa y en una tienda de bricolaje abierta pudieron comprar material para repararlo. “No fue divertido, pero lo conseguimos”, dice Nunziato.
Con la despensa agotada tras días de compartir con otros, el jueves, a pesar de la nevada, se pusieron a hacer cola en la tienda de alimentación local. “En realidad queríamos conseguir cualquier cosa de sustancia, además de fideos”, dice Liu.
En la tienda los clientes podían usar los grifos para llenar recipientes con agua. Eso sí, antes de beberla tendrán que hervirla.
Traducido por Francisco de Zárate
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