Al menos 19 personas han muerto y más de 106 han resultado heridas, según el recuento del sindicato de Médicos de Sudán, en el ataque de artillería contra un mercado situado en un barrio humilde en el sur de la capital, Jartum.
Seis proyectiles lanzados por tanques desde el área de Al Shajara, una de las pocas que está bajo el control del Ejército sudanés, impactaron en el barrio de Mayo, una zona donde se sabe que no hay objetivos militares, tal y como dijeron los residentes.
Precisamente, los habitantes de este barrio humilde no han podido abandonar la capital, huyendo de los enfrentamientos entre el Ejército regular y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que estallaron el pasado 15 de abril. Desde entonces, las FAR han conseguido controlar la mayor parte de la capital.
El sindicato de Médicos dijo en un comunicado que “el personal médico está bajo presión para atender a tantos casos con un personal limitado”, por lo que hizo un llamamiento a todos los médicos que estén en las cercanías para que acudan al hospital y ayuden en todo lo que puedan.
“De verdad, ha sido el peor día que he visto desde el comienzo de la guerra, escenas de mujeres y niños en un estado horrible que siempre recordaré”, dijo Abdelmotal Saboon, un residente del barrio y voluntario en el cercano hospital de Al Bashir. “No hay razón para usar artillería pesada aparte de matar a los civiles”, agregó.
Otro residente de Mayo, Mohamed Zain, dijo que “nadie puede permitirse marcharse” porque todos sus familiares están en el barrio y no pueden huir, como han hecho cientos de miles de personas.
Fin de la tregua
El ataque tiene lugar después de que el presidente de facto de Sudán y líder del Ejército, el general Abdelfattah Al Burhan, anunciara su retirada de las conversaciones para alcanzar un alto de fuego, promovidas por Arabia Saudí y Estados Unidos, acusando a las FAR de incumplir la tregua anterior. Asimismo, aseguró que usaría la “fuerza brutal” contra el enemigo, ante soldados del Ejército en sus cuarteles generales.
“Estamos luchando esta batalla por el pueblo sudanés, estamos viendo lo que les ha pasado. No queremos usar la fuerza brutal... pero si el enemigo no cumple y responde, vamos a vernos obligados a usarla. No escuchéis a los medios, es mentira: el Ejército es uno y está en todo Sudán... todos los sudaneses son soldados, están a vuestro lado en esta batalla”, afirmó Al Burhan.
Los mediadores estadounidenses y saudíes han acusado a ambas partes de violar la tregua, que entró en vigor el pasado día 22 e iba a permitir abrir corredores para la entrega de ayuda humanitaria a una población cada vez más necesitada (unos 18 millones de personas necesitan ayuda o asistencia, según la ONU).
Desde el miércoles, varias partes de Jartum y de la vecina ciudad de Omdurman han sido blanco de ataques de artillería y fuentes militares han dicho que están atacando a los miembros de las FAR que se encuentran en la TV estatal y en un edificio estratégico, tomado por el grupo paramilitar ayer.
Más de 1.000 personas han muerto y miles han resultado heridas en los enfrentamientos entre el Ejército y las FAR en el pasado mes y medio (la última cifra del 23 de mayo ofrecida por el Ministerio de Salud sudanés era de 730 muertos y 5.500 heridos en todo el país). En Darfur Oeste, los médicos sudaneses cifran en 2.000 los fallecidos, en uno de los peores episodios de violencia entre milicias afiliadas a las FAR y residentes de esta conflictiva región.