Las mujeres saudíes no quieren guardianes
Miles de saudíes han firmado una petición online pidiendo al gobierno que elimine el sistema de custodia nacional, el cual impide a las mujeres realizar tareas fundamentales sin el permiso de un familiar masculino. “Las mujeres deben ser tratadas como ciudadanos de pleno derecho”, dice Aziza al-Yousef que, junto a otros activistas, ha estado luchando contra el sistema de custodia durante una década.
“No es solo un problema para las mujeres, esto también ejerce una presión sobre los hombres normales...”, explica a the Guardian. Bajo la ley saudí, las mujeres necesitan el permiso de un hombre guardián para viajar, casarse o salir de prisión y puede ser necesario para obtener empleo o tener acceso a cuidados médicos.
Un guardián suele ser el padre o el marido de la mujer si esta está casada. Una mujer viuda quizá tenga que pedir el permiso de su propio hijo si no tiene otro hombre mayor de edad en su vida. Pero, en los últimos años, un creciente movimiento de protesta ha pedido que se ponga fin a este sistema. Yousef y otros importantes activistas empezaron a llevar a cabo talleres y estudios sobre la validez religiosa del sistema de custodia hace cinco años. La campaña ha tomado impulso este verano después de que la organización Human Rights Watch (HRW) publicase un devastador informe sobre el sistema.
El informe dio luz al hashtag #ImMyOwnGuardian, el cual hizo que se tomase conciencia sobre este problema. Hala Aldosari, investigadora en salud de la mujer, que escribió la petición y trabajó en el informe de HRW, dijo que el hashtag consiguió apoyo entre mujeres de todas las edades y condiciones.
Durante los dos días previos a la petición, alrededor de 2.500 mujeres mandaron telegramas directos al despacho del rey saudí exigiéndole que eliminase el sistema de custodia. La petición ha conseguido 14.682 firmas después de promocionarla en Twitter, cuenta Aldosari.
El gobierno de Arabia Saudí ha aceptado suprimir este sistema en dos ocasiones, en 2009 y 2013, después de una revisión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Establecía algunas reformas como por ejemplo hacer más sencillo para las mujeres trabajar, nombrando a mujeres en el consejo consultivo del rey, y permitiendo a las mujeres votar y postularse como candidatas en elecciones municipales. Sin embargo, aquellas reformas tenían limitaciones y no consiguieron proporcionar a las mujeres los derechos básicos.
Un hombre les debe dar permiso para trabajar
A principios de este año, el gobierno esbozó su Vision 2013, un plan económico para reducir la dependencia del país hacia el petróleo, el cual pedía más participación de las mujeres en el mercado laboral. Sin embargo, el sistema de custodia genera problemas, ya que algunos empresarios exigen a las mujeres que presenten los permisos de sus guardianes. Atraer a las mujeres saudíes hacia la economía es vital ya que, actualmente, superan a los hombres en estudios superiores y serán la llave para hacer que el país deje de depender del crudo.
Según Hamid M. Khan, subdirector de The Rule of Law Collaborative de la Universidad de Carolina del Sur, muchos miembros de la familia real saudí están de acuerdo con la idea de una reforma, pero antiguos clérigos del país –cuya aprobación probablemente sería necesaria para deconstruir el sistema– son reacios al cambio.
“Muchos miembros de la familia real –no todos pero sí que hay un número importante– ven esto realmente tanto agotador”. Según Khan, la ley proviene de una interpretación del Corán que dicta con qué clase de hombres está prohibido casarse. Algunos expertos en jurisprudencia islámica han defendido que todas las mujeres deberían estar acompañadas por un guardián cuando esté presente algún hombre de esa lista.
“Esta noción de custodia no está necesariamente integrada en el Corán pero está basada en la visión jurídica de que hay ciertas interpretaciones patriarcales sobre la necesidad de proteger a la mujer de aquellos hombres”, explica Khan. Más allá de las leyes que dictan los contratos de matrimonio, ningún otro país de mayoría musulmana utiliza leyes de custodia similares a las de Arabia Saudí.
Yousef dice que algunos clérigos importantes también han firmado la petición, para señalar su creencia de que el sistema no deriva de la ley islámica. Aldosari dice que cada vez más clérigos apoyan esto después del movimiento del 26 de octubre de 2013, donde las mujeres reivindicaron su derecho a poder conducir. “Todos ellos han declarado que no se trata de algo religioso, todo esto son normas gubernamentales y deben ser cambiadas”, concluye Yousef.
Traducido por Cristina Armunia Berges