Barack Obama cobrará 400.000 dólares (casi 370.000 euros) por dar una conferencia en una conferencia sobre sanidad organizada por la empresa de Wall Street Cantor Fitzgerald, a pesar de sus críticas al sector financiero mientras fue presidente de EEUU.
Estos honorarios casi duplican lo que recibió Hillary Clinton (que esperaba reemplazarle en la Casa Blanca) por sus charlas en Goldman Sachs e indica la escala de ganancias potenciales que puede conseguir un expresidente de EEUU.
Ni las personas cercanas al expresidente ni tampoco Cantor Fitzgerald han querido comentar estas informaciones. Obama se enfrenta a duras críticas por aceptar este acuerdo.
En 2010, a Obama se le atribuyó la presión para la aprobación de una ley que tenía como objetivo tomar medidas drásticas sobre Wall Street. Un año antes dijo que no se había presentado candidato para ayudar a “un puñado de peces gordos de Wall Street”.
El expresidente, de 55 años, regresó a la vida pública esta semana para hablar en la Universidad de Chicago, donde dijo que apoyaría a los futuros líderes. Dijo ante el público que la desigualdad económica y la falta de oportunidades, un sistema judicial desequilibrado y el cambio climático eran los desafíos por abordar.
“Todos estos problemas son serios, son desalentadores, pero no son irresolubles. Lo que nos impide abordarlos, progresar con esto, son nuestras políticas y nuestra vida ciudadana”, apuntó.
Desde el final de su segundo mandato, ha empezado a escribir sus memorias –por lo que se dice que él y su mujer Michelle han recibido 60 millones de dólares– y se fue de vacaciones con el empresario Richard Branson.
Cantor tenía oficinas en el World Trade Center y, en el ataque del 11-S, perdió dos tercios de su equipo. Se cree que Howard Lutnick, presidente y director ejecutivo de Cantor, apoyó a Jeb Bush, el republicano al que Donald Trump dejó fuera de la carrera presidencial.
Traducido por Cristina Armunia Berges