Rusia usa la ofensiva en Siria como escaparate para vender armas
La demostración de poderío militar de Rusia durante la campaña aérea de Vladimir Putin en Siria ha aumentado el interés de los compradores de armas y podría conducir a nuevas ventas por valor de miles de millones de dólares, según han señalado algunos analistas y medios de comunicación.
La reunión que mantuvo la semana pasada en Moscú el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, con Vladimir Putin sugiere que Rusia ha obligado a Occidente a tener en cuenta sus intereses políticos. Sus exportaciones de armas, que sumaron 15.000 millones de dólares (unos 13.400 millones de euros) en 2015 e históricamente solo han estado por detrás de las de EEUU, también saldrán beneficiadas.
El periódico Kommersant informaba este lunes de que el “efecto de marketing” de la campaña en Siria podría llevar a contratos valorados entre 6.000 y 7.000 millones de dólares (aproximadamente entre 5.000 y 6.000 millones de euros), citando fuentes del Gobierno ruso, del Ejército y de las estructuras de exportación de armas. Argelia, Indonesia, Vietnam e incluso Pakistán, que durante mucho tiempo ha comprado aviones militares a China y Estados Unidos, tienen intención de comprar aviones de combate y bombarderos de la compañía Sukhoi, según esas informaciones.
Putin ha informado de que las operaciones de bombardeo en apoyo a las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Asad, han costado en torno a 500 millones de dólares, aunque algunos analistas indican que es probable que el precio real haya sido el doble o el triple de esa cifra. Las operaciones empezaron en septiembre y se redujeron cuando el presidente ruso retiró la mayor parte de sus efectivos a mediados de marzo.
El director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, Ruslan Pukhov, afirma que la campaña en Siria ha tenido un impacto “sumamente positivo” en las ventas de armas, al mostrar que Moscú tiene armas eficaces y puede enfrentarse a la influencia occidental. “En definitiva, Rusia ha demostrado que tiene voluntad política, que tiene huevos, porque la gente no suele comprar armas a los perdedores”, valora.
Rusia lanzó en octubre sus nuevos misiles de crucero Kalibr desde el mar Caspio hacia objetivos localizados a unos 1.600 km en Siria. Esto coloca al país en la élite de países con una capacidad de ese nivel. Moscú también desplegó sus flamantes sistemas de misiles de defensa aérea S-400 y el avión de combate Flanker Su-35.
Argelia, uno de los países más interesados
Sergei Smirnov, director de la fábrica de la ciudad de Novosibirsk que produce aviones Sukhoi, contó en diciembre al periódico Vedomosti que Argelia había hecho un pedido del Su-32, una versión para la exportación del bombardero Su-34 que entró en acción en Siria. “Ahora, cuando nuestros aviones están en los cielos de Siria bombardeando territorios que (el Estado Islámico) quiere conquistar, las conversaciones sobre la venta de bombarderos de exportación Su-32 a Argelia se han relanzado (después de ocho años)”, afirmó. Según Kommersant, Argelia ha pedido 12 aviones Su-32, un contrato valorado en al menos 500-600 millones de dólares, y ha recibido un Su-35S para probarlo.
Interfax ha informado este mes de que Argelia ha firmado un contrato para adquirir 40 ejemplares de la versión de exportación del Mi-28N Night Hunter, un nuevo helicóptero de ataque que Rusia desplegó en Siria. También este mes, el ministro indonesio de Defensa, Ryamizard Ryacudu, anunció en declaraciones a los periodistas que compraría diez Su-35s para remplazar los F-5 Tigres fabricados en Estados Unidos. China fue el primer comprador extranjero del Su-35 tras firmar un contrato de adquisición de 24 aviones en noviembre, aunque esta compraventa por valor de 2.000 millones de dólares aún debe ser ratificada por ambas partes.
Autoridades rusas y paquistaníes aseguraron en septiembre estar en conversaciones sobre la compra de aeronaves Su-35, según informó IHS Jane's, aunque los analistas consideran que ese acuerdo es aún cuestionable. Pakistán anunció el año pasado que compraría cuatro helicópteros de ataque Mi-35.
El analista de defensa Alexander Golts opina que, aunque la campaña en Siria puede ayudar a la venta de aviones, los precios son un factor más importante. “Los gobiernos quieren renovar sus flotas aéreas y Rusia les ofrece estos aviones a un precio mucho más modesto del que piden los estadounidenses por los suyos”, explica. Kommersant también ha informado de varios países interesados en los misiles S-400 y en los tanques T-90.
Traducción de Jaime Sevilla