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Los ovnis conquistan EEUU: por qué ha vuelto el interés por los extraterrestres al Congreso

Adam Gabbatt

Washington —

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Mientras el mundo escucha los relatos sobre supuestos hallazgos de cuerpos alienígenas, naves de otros planetas que han caído en la tierra y un violento complot para ocultar todos estos fenómenos, no todos están dispuestos a creérselos.

La congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, que hace unos días asistió a la sorprendente audiencia sobre objetos voladores no identificados (ovnis) celebrada en el Congreso de Estados Unidos en calidad de vicepresidenta del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, no parecía dispuesta a dejarse llevar por el interés por los ovnis que está arrastrando a una parte del país.

En su intervención posterior a la audiencia, la congresista neoyorquina de izquierdas trató el supuesto encubrimiento por parte del Gobierno no como un intento por ocultar la existencia de hombrecillos verdes, sino como una cuestión de seguridad nacional y secretismo militar.

En declaraciones a The Guardian, Ocasio-Cortez señaló que “este comité ya ha tratado con anterioridad casos en los que la actividad de defensa ha sido opaca; poca transparencia en la actividad del Departamento de Defensa o en contrataciones”. “Creo que las noticias que se han divulgado se merecen que nos preguntemos de forma urgente qué está sucediendo, si se está gestionando correctamente”, agregó. “Tenemos la responsabilidad de buscar la verdad”.

El Gobierno, acusado de ocultar pruebas

La suya fue una intervención anodina en una sesión de más de dos horas completamente diferente a cualquier otra sesión celebrada con anterioridad.

David Grusch, exoficial de la Inteligencia estadounidense, que afirma que el Gobierno de EEUU esconde muestras “intactas y parcialmente intactas”, “no humanas”, compareció bajo juramento, para repetir lo mismo.

Según su declaración ante el comité de supervisión, durante “varias décadas”, el Gobierno estadounidense ha ocultado un programa para recoger ovnis estrellados.

Indicó que agencias federales que trabajan en la sombra han recuperado incluso “elementos biológicos” de estas naves, que describió como “no humanos”. Grusch, que dirigió el análisis de fenómenos anómalos no identificados dentro de una agencia del Departamento de Defensa de EEUU hasta 2023, desveló que se había encontrado con “personas que han sido dañadas o heridas” en el curso de los esfuerzos de la Administración por mantener en secreto este programa alienígena.

Grusch también afirmó que, tras hacer públicas sus acusaciones, había temido por su vida. Por suerte para éste y para todos los entusiastas de los supuestos fenómenos extraterrestres que acudieron a la audiencia, algunos de los políticos parecían completamente convencidos.

Políticos que creen en los ovnis

Tim Burchett, congresista republicano de Tennessee, dijo a The Guardian que cree en la existencia de los ovnis: “Creo que ellos existen. Ya lo creía antes de venir aquí”, afirmó después de la audiencia. “No quiero sonar demasiado simplista pero, ¿cómo vas a pilotar una [nave espacial]? Tiene que haber alguien dentro. Eso parece bastante razonable”.

La declaración de Burchett parecía ignorar la tecnología terrestre que ya permite los vuelos no tripulados con drones, aunque seguramente consiguió animar a los espectadores con su entusiasmo. Ya que el republicano codirige la investigación sobre las alegaciones de Grusch, parece la persona adecuada a la que convencer.

Matt Gaetz, congresista republicano por Florida, también participa en esta investigación. Gaetz, Burchett y Anna Paulina Luna, también de Florida, causaron un alboroto en una base aérea de este estado una semana antes de la audiencia, cuando exigieron ver las pruebas de un supuesto incidente ovni del que se había informado recientemente.

Gaetz explicó que, tras denegarles el acceso a la base, les mostraron una “imagen” de un fenómeno anómalo no identificado, término que algunos prefieren a ovni. “Lo que mostraba la imagen no se puede atribuir a ninguna capacidad humana, ni de EEUU ni de ninguno de nuestros adversarios”, aseguró Gaetz.

Luna, una exmilitar que codirige con Burchett la investigación del comité de supervisión, mostró su entusiasmo. “Es inaceptable que se quiera hacer creer a los estadounidenses que todo esto no está ocurriendo”, dijo durante la audiencia del pasado miércoles. Un día después, Luna, que sirvió en la Fuerza Aérea estadounidense, dijo al medio de comunicación Axios que su interés por los ovnis surgió tras encontrarse con uno en 2018.

Los avisos de avistamiento de ovnis y de encubrimiento de extraterrestres por parte del Gobierno tienen una larga historia en EEUU. En los años 40 y 50, eran habituales los avisos de avistamiento de ovnis, normalmente en forma de “platillo volante”.

Grusch ha indicado en algunas ocasiones, aunque no lo hizo en la audiencia del día 26, que el Papa Pío XII negoció el traslado de un ovni de la Italia de Mussolini a EEUU en 1944.

Sin embargo, el Congreso no empezó a prestar atención a esta cuestión hasta hace un par de años. Es posible que las acusaciones de Grusch hayan sido, en última instancia, la causa de esta investigación, pero el debate sobre los ovnis ha adquirido cierta legitimidad gracias a la filtración de vídeos militares que parecen mostrar objetos de formas extrañas que se desplazan por el espacio aéreo estadounidense y a las declaraciones de pilotos del Ejército estadounidense sobre extraños encuentros.

Dos de esos pilotos, David Fravor y Ryan Graves, testificaron el miércoles pasado. Graves, que ya había declarado haber visto fenómenos aéreos no identificados frente a la costa atlántica “todos los días durante al menos un par de años”, afirmó que otros pilotos que no han revelado su identidad se habían topado con “cubos grises oscuros o negros dentro de esferas transparentes” en los que “el vértice o las puntas del cubo tocaban el interior de la esfera”.

Los más escépticos no se dejan impresionar

Las nuevas revelaciones no han impresionado a todos. Grusch no ha visto personalmente nada de lo que describe y sus afirmaciones se basan en entrevistas con personas “con conocimiento directo” de lo que pasa en el Gobierno, lo que ha levantado suspicacias entre los escépticos.

“Fravor y Graves llevan años contando la mejor versión de esta historia. Y Grusch: sospecho que se cree su historia”, dijo Mick West, autor de 'Escaping the Rabbit Hole. How to Debunk Conspiracy Theories Using Facts, Logic, and Respect' (Escapar de la madriguera del conejo. Cómo refutar las teorías conspirativas con hechos, lógica y respeto).

“Así que considero que esta audiencia no ha cambiado nada. Yo creo que están convencidos de que dicen la verdad, lo que no creo es que lo que describen sea una representación exacta de los hechos”.

West, que investiga desde hace mucho tiempo supuestos encuentros y reclamaciones de ovnis, dijo que avistamientos como los que Fravor y Graves describen podrían atribuirse a problemas de radar o desorden, incluyendo globos en el aire. En cuanto a demostrar, de forma inequívoca, que el Gobierno de EEUU tiene naves alienígenas o [restos de] los propios alienígenas, West cree “se reduce a pruebas físicas”.

“Dicen que conocen las localizaciones exactas de dónde están estas naves alienígenas. Así que si quieren informar al público estadounidense sobre todo el programa, si el Congreso quiere hacerlo, entonces pueden ir a ver estas naves”, agrega.

Una cuestión que habitualmente suscita dudas es que el Gobierno estadounidense haya sido capaz de mantener en secreto su reserva de ovnis durante décadas. Dadas las filtraciones, las exclusivas y las denuncias de secretos y fechorías del Gobierno, esta aparente capacidad para mantener oculto lo que sería el mayor secreto de la historia de la humanidad resultaría sorprendente.

“Y no se trata sólo del gobierno estadounidense. Es el mundo entero”, afirma West.

¿Sólo hay ovnis en EEUU?

De hecho, los avistamientos de ovnis no son un fenómeno exclusivamente estadounidense. Reino Unido, por ejemplo, no ha sido inmune. En 2011, el Ministerio de Defensa británico publicó 8.500 páginas de investigaciones sobre avistamientos de ovnis que se remontan a la década de los años 50 del siglo pasado.

Los archivos incluían un informe de un hombre que dijo haber sido “abducido” en octubre de 1998 por extraterrestres, en un “gran vehículo en forma de cigarro con grandes proyectiles a cada lado como alas”.

“¿Y qué pasa con el resto de los países? Hay muchas otras masas terrestres, muchos lugares para que se estrellen los ovnis. No tiene ningún sentido”, agrega West.

Puede que no tenga sentido, pero todo parece indicar que la cooperación internacional en torno a estos fenómenos es inminente. En mayo, el Pentágono celebró una reunión informativa sobre ovnis con la alianza de Inteligencia Five Eyes (Cinco Ojos), que incluye a Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, con la promesa de más reuniones en el futuro.

Y a pesar de la falta de evidencias sobre vida extraterrestre, para los fanáticos de los avistamientos de ovnis, la audiencia del miércoles fue una experiencia extraordinaria.

“Fue una de las audiencias del Congreso más asombrosas, extrañas y surrealistas jamás celebradas”, dice Nick Pope, que a principios de la década de los noventa investigó los ovnis para el Ministerio de Defensa británico. “Casi tenías que pellizcarte y hacer una doble toma cuando oías frases como 'inteligencias no humanas' y 'restos biológicos' desgranadas en el testimonio”, detalla.

Grusch no hizo nuevas revelaciones durante la sesión ante el Congreso, afirmando repetidamente que no podía dar más detalles en público, algo que Pope señala que tenía sentido.

Sin embargo, algunos de los políticos hablaron después de la importancia de que las afirmaciones de Grusch constaran en acta. Pope considera que ese era un paso importante en el camino para averiguar qué esconde la Administración estadounidense.

“Al escuchar las declaraciones de los distintos miembros del comité, quedó claro que no iban a permitir que esto se quede así y van a querer saber la verdad”, explica Pope. “Fue evidente que les indigna la posibilidad de que se les esté ocultando información de forma indebida”.

Un hecho es indudable: el gran interés por los ovnis no va a desaparecer. Está previsto que se publique un informe de la NASA y otro del Departamento de Defensa este verano.

Probablemente se celebrarán más audiencias en el Congreso cuando los representantes, que están a punto de dejar Washington en un descanso de un mes, regresen en septiembre.

“No vamos a traer hombrecillos verdes ni platillos volantes a la audiencia. Siento decepcionar a la mitad de ustedes”, dijo Burchett al comienzo de la sesión del miércoles. “Vamos a ir a los hechos”. Queda por ver cuáles son esos hechos y cuándo saldrán a la luz.