Paul Auster será la voz de la libertad de expresión contra Donald Trump
Paul Auster se ha convertido en el líder de los escritores estadounidenses opositores al nuevo presidente Donald Trump, al aceptar la presidencia del grupo PEN America, que lucha por la libertad de expresión. “Desde que Trump ganó las elecciones he intentando pensar cómo viviré mi vida los próximos años”, ha explicado.
En una entrevista con the Guardian, el prestigioso escritor reveló que se convertirá en presidente del grupo en 2018. Andrew Solomon es el actual presidente de la organización, una de las tantas a nivel mundial que luchan por los derechos de los escritores.
Auster, autor de La Trilogía de Nueva York y residente en Brooklyn, afirmó que ya le habían propuesto el cargo “muchas veces durante muchos años”, pero que el triunfo de Trump lo convenció de aceptarlo.
La noticia llega justo cuando se ha informado que el nuevo gobierno estadounidense planea recortar el presupuesto para artes y humanidades al suprimir la dotación nacional para las artes (NEA, por sus siglas en inglés) y para las humanidades (NEH). Actualmente, ambas cuentan con un presupuesto anual de poco más de 140 millones de euros.
La NEA ha financiado el inicio de las carreras de más de 60 escritores premiados, incluidos Jonathan Franzen y Annie Proulx. El dinero que el gobierno se ahorrará equivale a menos del 0,000075% del presupuesto nacional anual de 3,65 billones de euros, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Aunque ya fue vicepresidente y secretario de PEN America, Auster confesó que hasta ahora no había querido asumir todo el peso del liderazgo de la organización, pero admitió que tuvo dudas sobre si podría vivir con su consciencia si no aceptaba el cargo durante el gobierno de Trump.
Mientras promete hablar en público más a menudo, Auster –una importante voz del mundo literario estadounidense desde hace 30 años– aseguró que quedó impactado por el resultado de las elecciones de noviembre. “Estoy absolutamente atónito de que hayamos llegado a este punto. Estas elecciones han sido lo más escandaloso que he visto en el mundo político en toda mi vida”, añadió durante la entrevista por la publicación de su novela más reciente, 4321, una obra de 900 páginas que el escritor considera la más importante de su producción literaria.
Auster señaló que las revelaciones sobre las intervenciones de hackers rusos en las elecciones estadounidenses fueron “casi como una declaración de guerra sin balas” y que lo llevaron a pasar a la acción.
Aunque su nueva novela transcurre en los turbulentos años sesenta, durante la guerra de Vietnam y el movimiento por los derechos civiles, para Auster el panorama actual es incluso peor: “Si bien esos años fueron turbulentos, no fueron tan deprimentes como estos”, aseguró. “Pareciera que Estados Unidos siempre ha estado dividida entre aquellos que creen en lo individual por encima de todo y aquellos que creemos que somos responsables los unos de los otros”.
Empiezan los recortes
Las palabras de Auster llegan tras un informe que asegura que el nuevo gobierno de Trump piensa suprimir las NEA y NEH. Un informe publicado en The Hill afirma que personas del equipo de Trump se han reunido con funcionarios para hablar de recortes drásticos a ambas dotaciones, fundadas en 1965 para financiar programas culturales en todo el país.
La noticia ha provocado la enfurecida oposición de quienes alegan que los recortes son un golpe al corazón de la vida cultural estadounidense. En una declaración, la directora de prensa de PEN America, Sarah Edkins, afirmó: “Esta propuesta nos da escalofríos a todos los estadounidenses que valoramos la investigación, la educación y la creatividad, y a todos los que sabemos el golpe mortal que significaría eliminar estos fondos vitales para los sectores más valiosos de nuestra sociedad”.
El año pasado, según Publishers Weekly, la NEH destinó 3,7 millones de euros a financiar proyectos literarios, que incluyeron bibliotecas, museos y autores, mientras que la NEA otorgó becas de más de 23.000 euros a 37 escritores. Previamente, algunos de los becados han sido Jennifer Egan, Jeffrey Eugenides y Alice Walker.
Edkins advirtió que los supuestos planes del nuevo presidente avivan temores de que su gobierno dé lugar a “un nuevo oscurantismo en Estados Unidos”. Añadió que los recortes presupuestarios serían “una intolerable renuncia a la honrosa historia del gobierno de Estados Unidos como agente de apoyo a investigaciones pioneras y a emprendimientos creativos que han sido el motor de la innovación y que han hecho de Estados Unidos un refugio para los pensadores libres y un faro en la cruzada mundial por el conocimiento”.
Muchos escritores respondieron rápidamente a la notica a través de Twitter. El escritor James Tate Hill tuiteó: “Los $150 millones que nos costará que Melania no viva en Washington son más que el presupuesto anual de la NEA -¡Qué tristeza!”.