De día policías y de noche, sicarios

Dos agentes policiales filipinos serán acusados de asesinato tras ser desenmascarados como los sicarios motoristas que dispararon y mataron a una mujer, según han informado las autoridades.

Los policías resultaron heridos y fueron arrestados tras un tiroteo con la policía local el pasado fin de semana mientras huían de la escena del crimen en la isla de Mindoro, señala un informe policial.

Los objetos recuperados –pistolas cargadas, una peluca y una máscara– pertenecen al inspector Markson Almeranez y al inspector principal, Magdaleno Pimentel, añade el documento.

Los dos son sospechosos de matar, el 9 de octubre, a una mujer de 51 años en la puerta de su hogar en Gloria, un pueblo rural en Mindoro, a unos 170 kilómetros al sur de Manila, según explica el informe policial. El motivo del asesinato de la mujer, supuestamente una activista contra el crimen, se desconocen, según las autoridades.

Almeranez servía en ese momento como director de policía de Socorro, al norte de Gloria, mientras que Pimentel pertenecía a otra unidad policial de Mindoro. Almeranez ha sido condecorado como oficial “sobresaliente” por el director de la policía nacional filipina, el general Ronald Dela Rosa, justo el mes pasado.

Los dos están bajo custodia policial en un hospital local para el tratamiento de las heridas de bala y han sido expulsados de la fuerza, indica la declaración policial. Serán juzgados por asesinato, así como por intento de asesinato, ya que dispararon a la policía que los perseguía.

Este episodio trasciende en medio de la ofensiva contra las drogas ilegales de la policía de Filipinas. La 'mano dura' policial ha dejado más de 3.000 muertos desde que el presidente Rodrigo Duterte empezó su legislatura de seis años el pasado 30 de junio.

Algunos de los muertos eran sospechosos de drogas disparados por policías, aunque no hay pruebas de que el caso de Mindoro esté relacionado con los narcóticos.

Traducción de Javier Biosca Azcoiti