El Tribunal Supremo ha ordenado de nuevo la detención de un futbolista profesional que fue condenado por asesinar a su novia. El asesino fue puesto en libertad antes de tiempo y se le permitió fichar por un club de fútbol.
Bruno Fernandes de Souza, que fue un icono durante su etapa de portero en el equipo más famoso de Brasil, el Flamengo, se ha entregado a la policía, acabando así con dos meses de libertad que habían generado un feroz debate sobre la violencia y la misoginia del país más grande de Sudamérica.
Ha cumplido menos de un tercio de su condena de 22 años impuesta por un juzgado de primera instancia por ordenar el asesinato en 2010 de su expareja y madre de su hijo, Eliza Samudio. Pero los abogados lograron su liberación en febrero con una petición de habeas corpus argumentado que los lentos tribunales del país no han logrado fallar sobre su recurso pasados varios años.
Para indignación de la familia de la víctima y de muchos grupos de mujeres, Bruno, como mejor se le conoce, firmó un contrato de dos años con el equipo brasileño de segunda división Boa Esporte, del estado de Minas Gerais.
La gente se manifestó y denunció que el club estaba apoyando el feminicidio y los altos niveles de violencia contra las mujeres en Brasil. Los hackers subieron denuncias a la página web del club y varios patrocinadores retiraron su apoyo al equipo.
Pero el portero también tenía muchos defensores entre las masas. A pesar de que todos escucharon en el juicio que su héroe había conspirado con sus amigos para matar a Samudio y echarla a sus perros para que se la comiesen, cantaban: “Todos somos Bruno”.
El asesino ha jugado cinco partidos antes de que el fiscal general, Rodrigo Janot, haya conseguido revocar su liberación, dado que su defensa es en parte responsable de los retrasos en su recurso. Bruno se ha entregado en una comisaría en Varginia, al sur de Minas Gerais. Actualmente está en un centro de detención en Santa Luiza.
Sônia Moura, madre de Eliza Samudio, afirma que se sintió aliviada al escuchar la noticia. “Me sentí aliviada porque fue asquerosa la forma en la que salió de prisión riéndose”, afirmó a medios locales.
El abogado del condenado, Lucio Adolfo, declaró a los medios que recurriría la decisión. “Bruno está como yo, indignado y angustiado”, señaló. El abogado aseguró que el contrato con el equipo de fútbol quedaría rescindido.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti