La policía francesa ha abierto una investigación para rastrear las cuatro obras de arte que han desaparecido de las paredes de la Asamblea Nacional de París. Fue a finales de año cuando se descubrió que faltaban tales objetos después de un inventario que se realiza anualmente por parte de la agencia estatal que es responsable de hacer un seguimiento de las obras de arte y del mobiliario en los edificios públicos.
La oficina del presidente de la Asamblea confirmó unas informaciones aparecidas en el periódico Le Canard Enchainé. Dijo además que las obras habían estado “colgadas en las paredes” de la Cámara Baja del Parlamento antes de que fueran retiradas. “Por el momento, las búsquedas realizadas no nos has llevado hasta ellas”, ha dicho un portavoz.
Las obras que faltan son una pieza del artista griego Takis, que pertenece al Fondo Nacional de Arte Contemporáneo de Francia, unas pinturas de artistas modernistas franceses Hervé Télémaque y Richard Texier, y un grabado de un artista desconocido.
Por el momento, se ha presentado una denuncia y una fuente policial ha confirmado a AFP de que investigadores de la Brigada de Represión contra el Vandalismo en París, que se ocupa del robo de obras de arte, se ha hecho cargo del caso.
Alrededor de 430.000 obras de arte que forman parte del patrimonio nacional se exhiben en las paredes de edificios públicos tanto en Francia como en el extranjero. Las obras decoran ministerios, embajadas ayuntamientos y otros edificios públicos.
En el año 2016, un informe de una comisión encargado de controlar la colección, sugirió que al menos 22.800 objetos habían desaparecido. Entre ellos, un gran banco de madera de acacia con sillones, que desapareció del edificio de la Asamblea Nacional sin que nadie, aparentemente, se diera cuenta.
En la embajada francesa de Conacri, la capital de Guinea, cuatro tapices de entre dos y seis metros de ancho también han desaparecido. En el palacio de Versalles, las autoridades también han informado de la desaparición de una cama del siglo XIX que mide dos por dos metros.
Los objetos están identificados en una lista en la web del Ministerio de Cultura, en la base de datos Sherlock sobre objetos robados y desaparecidos. Normalmente, se puede consultar aunque desde el miércoles permanece cerrada por mantenimiento.
Una información publicada por el periódico Libération en 2016 acusó a las autoridades de no vigilar los tesoros nacionales después de que un escritorio de Luis XVI que estaba en el Ministerio de Educación apareciera en un anticuario sin que ni siquiera hubiera sido denunciada su desaparición.