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El Gobierno de Trump se prepara para dar un golpe mortal a la neutralidad en internet

Olivia Solon

San Francisco —

Durante las últimas semanas, sus detractores han atacado a Ajit Pai vía Internet, manifestantes han cubierto su casa con carteles y ha mantenido disputas públicas con famosos como Alyssa Milano, Mark Ruffalo y Cher.

¿Por qué? Porque Pai, el director de la Comisión de Comunicación Federal (FCC en sus siglas en Internet) y antiguo abogado de Verizon, plantea deshacerse de las protecciones que instauró Obama para asegurar la neutralidad de la red y está ignorando las protestas generalizadas que se han levantado contra esta medida.

Según múltiples encuestas, ciudadanos de todo el espectro político apoyan las reglas de neutralidad en internet, diseñadas para asegurar que los proveedores de Internet traten de manera igualitaria todas las páginas web y no tengan permitido bloquear, regular o priorizar cierto contenido a cambio de dinero.

El mayor apoyo que ha recibido Pai viene de la mano de un puñado de proveedores de Internet que se beneficiarían de su decisión, entre ellos Comcast y la antigua empresa para la que trabajaba, Verizon, que defienden que las reglas actuales impiden la innovación.

“Parece estar bajo el yugo de intereses de empresas poderosas en Washington hasta el punto de que rechaza cualquier otro argumento o cualquier aportación que pueda contrariar sus ideas sobre estas poderosas compañías”, dice Timothy Karr, director de campaña de Free Press.

Cuando el FCC barajaba introducir las medidas para la neutralidad en Internet en 2014, una ola de cuatro millones de comentarios públicos ayudó a impulsar a la agencia a adoptar las reglas. Más de 22 millones de comentarios públicos llegaron en respuesta a la propuesta de Pai de retirar las mismas medidas.

¿A quién le interesa tumbar la neutralidad?

Esta cifra fue drásticamente alterada por el spam y las cartas basadas en formularios, pero un estudio financiado por proveedores del servicio de Internet (ISP) que analizó comentarios únicos halló que el 98% de ellos se oponía a las medidas para acabar con la neutralidad en Internet.

“Lo cierto es que no se está actuando mirando por el bien público”, asegura Jay Stanley, un veterano analista político del grupo de derechos civiles ACLU.

Sin reglas claras y con poca competencia en el mercado de la banda ancha, los proveedores de Internet podrían probar suerte con diferentes maneras de hacer dinero asfixiando a ciertos servicios como Netflix a menos que, como Comcast en su día, paguen una cuota.

“Esto es dar luz verde a que la industria de la banda ancha descubra cómo hacer tanto dinero dentro de la economía de internet como sea posible”, asegura Ryan Singel, miembro de medios y estrategia en la School's Center for Internet and Society de la Facultad de Derecho de Stanford.

En un intento por retrasar la votación –en la que Pai casi con total seguridad se saldrá con la suya– decenas de senadores demócratas y el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, están pidiendo una investigación exhaustiva sobre el proceso de comentarios públicos después de que los investigadores hallasen más de un millón de comentarios falsos apoyando la derogación, que casi medio millón de comentarios se publicaran desde cuentas rusas de correo electrónico y que 50.000 quejas de usuarios desaparecieran del registro.

“La FCC ha mantenido conscientemente un sistema que ya ha sido dañado y puede ser víctima de vulneraciones”, explica la comisionada demócrata en el FCC Jessica Rosenworcel en un comunicado. “La integridad de nuestro proceso está en peligro. El futuro de internet está en juego. Hasta que no lleguemos al fondo de todo esto, hasta que se complete una investigación responsable, no se debería llevar a cabo ninguna votación”.

Docenas de grupos de activistas pidieron que se retrase la votación debido a un caso judicial pendiente que involucra a AT&T y a la autoridad reguladora sobre ISP.

A modo de respuesta, el departamento de Pai publicó un comunicado diciendo que “los partidarios de las severas normas de Internet” están “cada día más desesperados” y aseguró que la votación se producirá tal y como estaba programada (para el 14 de diciembre).

¿Qué pasa con el compromiso democrático?

“Esto nos parece muy preocupante”, ataja Karr. “Realmente está rechazando un componente muy importante dentro de la elaboración de normativas, que es el compromiso democrático”.

En lugar de comprometerse con la ciudadanía, Pai ha pasado a centrar su atención en las compañías dueñas de las redes sociales –que se han opuesto públicamente a esta derogación– diciendo que estas permiten los “peores impulsos humanos” y criticando el control que ejercen sobre el contenido online.

“Cuando hablamos de un internet abierto, Twitter es parte del problema”, dijo mientras participaba la semana pasada en el think tank conservador R. Street Institute. “La compañía tiene una postura y la utiliza para discriminar”.

Los que critican a Pai le acusan de estar creando una distracción.

“El debate se está enturbiando. Hay una gran diferencia entre las compañías que la gente utiliza en internet y los canales que les llevan hasta ellas”, aclaró Singel, haciéndose eco de las palabras pronunciadas por Tim Berners-Lee durante una entrevista en the Guardian.

El creador de la World Wide Web dijo que los poderosos guardianes de internet como Comcast y Verizon suponen una amenaza para la innovación si se les permite elegir a ganadores y perdedores limitando o bloqueando servicios, y que habría que tratar a los ISP más como servicios públicos.

“El gas o el agua son servicios públicos, y la conectividad debe serlo también”, dijo Berners-Lee. “Es parte de nuestras vidas y no se debería tener una posición sobre para qué la usas, al igual que pasa con el agua”.

En lugar de acabar con el legado de Obama en la FCC, Pai debería centrarse en abordar problemas reales como la calidad de la banda ancha en zonas rurales de EEUU, comenta Pierce Stnaley, desde Demand Progress.

“En algunas zonas rurales, el 40% de la gente solo cuenta con un proveedor de internet o ninguno. Después del plan del presidente Pai, ya habrá un 40% de gente que no tendrá otra opción el día en el que Comcast empiece a interferir en los servicios puesto que no podrán acceder a otro proveedor. Están atrapados. Eso es lo verdaderamente preocupante”, añade.

Pai también ha sostenido que es la regulación sobre la neutralidad en internet la que está evitando que los proveedores de servicios hagan dinero para después invertir en infraestructura, algo que las propias proveedoras han negado en conversaciones con sus inversores.

Mientras tanto, los activistas están animando a los votantes a pedir a los congresistas republicanos que presionen a Pai. En los últimos 15 años, los anteriores responsables republicanos de la FCC han apoyado y cumplido los principios de la neutralidad en internet.

Algunos republicanos, entre los que se incluyen la senadora Susan Collins de Maine y el congresista David Reichert de Washington ya han manifestado su oposición a la derogación de la neutralidad en la red. “Llegados a este punto, los republicanos en el Congreso son los únicos que pueden convencer al jefe de la FCC para que frene o paralice esto”, dijo Stanley.

Si todo esto fracasa, los activistas bajo la bandera Battle for the Net pretenden demandar a la FCC.

Traducido por Cristina Armunia y Marina Leiva