Después de un día de escalada del conflicto armado dentro de Rusia, el líder del grupo mercenario Wagner interrumpió a última hora del sábado el avance de sus tropas hacia Moscú para, según él, “evitar un derramamiento de sangre”. Los términos de su decisión no están claros ni qué pasará ahora después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, acusara a su antiguo aliado de “traición” y prometiera “neutralizarlo”.
¿Quién es Yevgeni Prigozhin?
Ex convicto y ex vendedor de perritos calientes, el hombre que enfrentó este sábado a sus fuerzas contra Moscú es conocido por su crueldad, violencia y sadismo.
Nació en 1961 en San Petersburgo y en su juventud acudió a una academia deportiva pero terminó juntándose con delincuentes de poca monta. En 1980 fue condenado por varios robos con violencia y pasó en la cárcel la mayor parte de su veintena.
Tras su liberación en 1990, en los últimos momentos de la Unión Soviética, amasó primero una modesta fortuna con un puesto de comida rápida. Pronto se hizo con una participación en una cadena de supermercados y otra en uno de los mejores restaurantes de su ciudad natal. También, con el oído y la confianza de personajes poderosos. Entre ellos, un tal Vladímir Putin.
Prigozhin pasó más de una década encargándose del catering en actos oficiales de alto nivel. Aparece en fotos sirviendo, entre otros, a Carlos de Inglaterra y al ex presidente de Estados Unidos, George Bush. Gracias a sus contratos de catering con el gobierno, entre otros arreglos, acumuló una riqueza digna de oligarca.
La semilla de la insurrección se sembró hace casi diez años, con la anexión ilegal de la península de Crimea por parte de Rusia y el envío al este ucraniano de fuerzas que no podían ser claramente identificadas como parte del ejército ruso. Fue entonces cuando Prigozhin fundó el grupo mercenario Wagner: la herramienta que necesitaba Putin para aumentar la intervención militar y mantener cierta capacidad de negar que Rusia estuviera involucrada.
Prigozhin también creó un ejército de trols de Internet. En Estados Unidos fue acusado de interferir con sus soldados digitales en las elecciones que en 2016 llevaron a Trump al poder.
Hasta el año pasado, Prigozhin presentaba demandas judiciales cuando un periodista lo relacionaba con estas actividades y seguía diciendo que solo trabajaba en hostelería y restauración.
¿Cómo creó un ejército privado?
Prigozhin ha convertido a Wagner en una fuerza poderosa con años de intervenciones en África, Medio Oriente y, más recientemente, Ucrania. Siria fue el país en el que los hombres de Prigozhin se consolidaron como una fuerza de combate formidable, desempeñando un papel destacado, y a menudo escondido, en el apoyo que Moscú dio a Bashar al-Asad.
El modelo de Siria volvió a repetirse en Ucrania: operar con impunidad y ser acusados de numerosos crímenes de guerra mientras se sufren grandes pérdidas a las órdenes de comandantes que no temen sacrificar a sus hombres.
Después de Siria los soldados de Wagner lucharon por toda África en misiones que favorecían los intereses de Rusia en Mali, Sudán y la República Centroafricana. El año pasado obtuvo permiso para reclutar en las cárceles, una decisión que de acuerdo con los análisis de los servicios occidentales de inteligencia permitió engrosar sus filas en unos 50.000 soldados.
¿Cuáles son ahora sus recursos y sus apoyos?
La personalidad de Prigozhin y su forma de actuar llevan años avivando la tensión con los militares convencionales rusos. Pero en los últimos meses esa rivalidad se ha agravado.
Prigozhin atacó públicamente a generales de alto rango acusándolos en vídeo de privar a sus combatientes de munición, entre otros suministros, y de dejarlos morir. Uno de los vídeos lo grabó con el espantoso telón de fondo de decenas de cadáveres de combatientes de Wagner.
Por el papel crucial que sus combatientes han desempeñado en Ucrania, especialmente en la dura batalla de Bajmut, disponen de suministros de armas y de vehículos blindados. Algunos de esos blindados se dirigieron el sábado hacia Moscú en una columna que podría ser vulnerable a los ataques aéreos, aunque en vídeos grabados desde tierra parecen estar desplegando defensas aéreas. A última hora del sábado, Prigozhin anunció que se daban la vuelta “para evitar un baño de sangre”.
A pesar de su experiencia y de su disciplina, no parece probable que los combatientes de Wagner tengan capacidad para resistir de manera indefinida contra el ejército regular ruso. Con algunos de los generales Prigozhin tiene mejores relaciones y es posible que contara con deserciones o con que los que estén cansados de la corrupción y otros problemas se mantuvieran al margen.
¿Qué significa esto para Ucrania?
Es imposible saber cómo se desarrollará el enfrentamiento después de los últimos acontecimientos. La mayoría de los expertos creían que Prigozhin fracasaría pero, en cualquier caso, es probable que la pelea beneficie a Ucrania.
Armas, soldados y atención han sido desplazados de las líneas del frente mientras Kiev intensifica su contraofensiva. Prigozhin dijo este sábado que no quiere perjudicar al esfuerzo bélico, pero al menos por ahora, y aunque los combates sean limitados, los generales rusos están ahora más concentrados en lo que pasa dentro de su país.
Las tropas chechenas se pusieron el sábado en camino hacia Rostov, donde los hombres de Wagner habían tomado el cuartel general militar. Cualquier batalla en la zona se puede llevar por delante vidas, tiempo y armas. Cualquier mandatario ahora en Moscú tiene que apuntalar su poder y autoridad en casa a la vez que intenta luchar en Ucrania.
¿Qué significa esto, más allá de Ucrania?
Para la política exterior de Rusia, y para su proyección de poder, Wagner ha sido una herramienta eficaz. Sus combatientes apoyan a los socios de Moscú y sirven de advertencia a los líderes que no quieren escuchar. Incluso si Putin decidiera ignorar los mensajes de este levantamiento, es poco probable que pueda reemplazar pronto a esta fuerza mercenaria. Los líderes de otros países que contaban con el apoyo de Wagner deben de estar replanteándose su seguridad.
elDiario.es ha actualizado este texto para incluir el anuncio de retirada.
Traducción de Francisco de Zárate