El gigante de la publicidad M&C Saatchi está trabajando junto al gobierno de Reino Unido para lidiar con los falsos mitos racistas que la extrema derecha difunde en Internet. Los peligros que supone para Reino Unido el creciente movimiento de extrema derecha del continente europeo también están siendo vigilados por un departamento gubernamental secreto contra la subversión. Esta medida forma parte de un plan de Theresa May que asciende a 60 millones de libras (casi 70 millones de euros) para luchar contra el extremismo, según The Times.
The Times descubrió estas medidas gubernamentales sobre la derecha radical tras realizar una solicitud de información al Gobierno. Y en su información cita a un miembro del Ejecutivo que asegura que el Gobierno plantará cara a “todo aquel que lee Breitbart y otros medios conspiranoicos”.
Breitbart, el medio digital estadounidense, se ha convertido en un punto de encuentro para los extremistas de 'alt-right' (extrema derecha). El miedo a que las conversaciones que antes eran marginales se integren en los ámbitos políticos tradicionales se multiplicaron después de que Steve Bannon, exdirector de Breitbart, fuese elegido por Trump como consejero principal. Ahora Bannon tiene un papel fundamental dentro de la Administración del presidente.
Expertos contra la incitación al odio aseguran que el Ministerio de Interior se enfrentará a la propaganda de la extrema derecha utilizando las redes sociales. Las mezquitas que necesiten ayuda para protegerse probablemente serán las principales beneficiarias de un programa de seguridad dotado de dos millones de libras (unos 2,3 millones de euros) para lugares de culto.
Los datos publicados recientemente por el National Police Chiefs Council (NPCC) muestran que el número de denuncias que tienen que ver con la extrema derecha en Inglaterra y Gales se ha incrementado un 74%: de 323 casos entre 2014-15 a 561 en 2015-16. En 292 casos, esto es el 52%, estuvieron involucrados menores de 18 años.
Diane Abbott, la responsable laborista de Interior, dijo que las cifras muestran que la polémica estrategia contra la radicalización del gobierno (Prevent) había fallado a la hora de cambiar las actitudes de los que siguen esta ideología extremista.
Las autoridades también han señalado que les preocupa que la amenaza de la extrema derecha quizá esté aumentando en Reino Unido después de la condena de Thomas Mair, asesino de la diputada Jo Cox. Mair mató a Cox cuando esta llegó a su circunscripción de West Yorkshire para mantener una intervención durante la campaña del Brexit. Mair gritaba en ese momento: “Esto es por Reino Unido”, “Mantengamos Reino Unido independiente” o “Reino Unido primero”.
El año pasado, se informó por primera vez de que M&C Saatchi había firmado un contrato con Interior para producir hasta diez campañas de publicidad al año para combatir el extremismo. No es la primera vez que esta agencia trabaja en el ámbito político. Alcanzó relevancia con el cartel que ayudó a Thatcher a llegar al poder.
M&C Saatchi también está detrás de los carteles “Tax Bombshell” que ayudaron a John Major a ganar en 1992, de la campaña (conservadora) menos exitosa de 1997 “New Labour New Danger”, de la campaña “Better Together” ideada para el referéndum sobre la independencia de Escocia y trabajó para el bando contrario al Brexit. Una división de esta agencia también ideó imágenes utilizando esvásticas para minar al British National Party (de extrema derecha) durante las elecciones de 2010.
La batalla del gobierno británico contrasta enormemente con la del gobierno de Trump que está intentando excluir a los violentos supremacistas blancos de los programas gubernamentales contra el terrorismo y enfoca todos los esfuerzos contra el extremismo islámico. La propuesta modificada, según informa Reuters, cambiaría el nombre del grupo de trabajo que compete a varios organismos de lucha contra el extremismo violento ('Countering Violent Extremism') a 'Countering Islamic Extremism' o “Countering Radical Islamic Extremism'. También eliminaría iniciativas dirigidas a otros grupos que promueven el odio en Estados Unidos.
Según The Times, otra vía en la estrategia del gobierno de May trata de estudiar vínculos entre radicales británicos y los vigilantes a la caza de refugiados en las fronteras del este de Europa.
Un mensaje interno que pudo ver the Times reveló que se había preparado y puesto en marcha un “análisis estratégico de la extrema derecha en Europa y Reino Unido” por parte de la Unidad de Análisis del Extremismo, creada por el Gobierno cuando May era ministra de Interior.
Dicha unidad contactó con la embajada británica en Sofía, capital de Bulgaria, después de que aparecieran informes que indicaban que había habido visitas para proporcionar “suministros” a las patrullas fronterizas (una especie de milicias) en los Balcanes. Mediante un comunicado, Interior aseguró que el Gobierno estaba “decidido a enfrentarse al extremismo en todas sus formas, algo que incluye a la terrorífica extrema derecha y a los terribles daños que esta ha causado a personas, familias y comunidades”.
Traducido por Cristina Armunia Berges