Una de las revistas de actualidad más respetadas de China ha dado un golpe a la censura que el Partido Comunista ejerce sobre su trabajo, solo unas semanas después de que el presidente, Xi Jinping, pidiera lealtad absoluta a la prensa de su país. Un artículo publicado este martes en la versión en inglés del medio digital Caixin afirmaba que la Administración del Ciberespacio de China (CAC, según sus siglas en inglés), que la revista describe como “órgano de censura del Gobierno”, había ordenado la retirada de una entrevista publicada en la versión en chino y que trataba el tema de la libertad de expresión.
En esa entrevista eliminada, Jiang Hong, conocido profesor universitario de Shanghai y asesor del Gobierno, opinaba que los asesores como él deberían “tener libertad para dar al Partido Comunista y a las agencias gubernamentales sugerencias sobre temas económicos, políticos, culturales y sociales”. Caixin afirmaba que la CAC, el supervisor digital de Pekín, se ha opuesto al artículo, alegando que incluye “contenido ilegal”.
En respuesta a ese acto de censura, la revista, que dirige uno de los periodistas más venerados de China, Hu Shuli, ha dado el paso sumamente inusual de desafiar al Gobierno en un artículo con el siguiente titular: un contenido sobre las declaraciones de un asesor acerca de la libertad de expresión es eliminado de Caixin. La información estaba ilustrada con la foto de una boca amordazada con cinta adhesiva:
Caixin ha vuelto a entrevistar a Jiang, que da clase en la Universidad de Finanzas y Economía de Shanghai. El profesor ha condenado el “incomprensible” episodio de censura. “Es terrible y desconcertante”, ha manifestado. “He examinado (el artículo) en todos los sentidos, pero no he podido ver nada ilegal”.
En un tuit, Caixin ha señalado que su artículo sobre la libertad de expresión ha puesto “nerviosos” a los censores chinos. En la tarde del martes, la historia en inglés que denunciaba la censura del artículo original también se había eliminado ya de la web. La reemplazaba el mensaje: “Lo sentimos, no se ha encontrado la página”.
La decisión de Caixin de enfrentarse a los censores chinos llega menos de un mes después de que Xi, cuyo ascenso al poder ha conducido a un grave endurecimiento político, hiciera una visita de alto nivel a medios de comunicación chinos para pedirles lealtad absoluta. Durante su tour por tres medios controlados por el Partido Comunista, Xi instruyó a los periodistas en que “deben amar al partido, proteger al partido y alinearse con los líderes del partido en el pensamiento, la política y la acción”.
David Bandurski, experto en periodismo chino de la Universidad de Hong Kong, valora que la decisión de Caixin de expresarse tras esa visita es tan atrevida como rara. “Que salgan y provoquen un incidente como este muestra de verdad la desesperación por el ambiente del periodismo en China”, indica el académico. “(Esto consiste en) todas las 'D': desesperación, depresión y desaliento”.
“Los medios chinos están bajo mucha presión en este momento. Han estado bajo presión durante años, incluso antes de Xi Jinping. Pero se ha intensificado hasta tal nivel bajo la presidencia de Xi que estamos viendo la erosión de casi todo el espacio de los medios profesionales”, añade Bandurski, que dirige el Proyecto de Medios Chinos de la Universidad de Hong Kong.
El profesor añade: “Todo el mundo está bajo un cascarón. Todo el mundo está caminando sobre vidrio en este momento. Es un ambiente de control tan intenso que nadie sabe qué es posible. Nadie entiende su comportamiento. Actualmente es un verdadero problema para los periodistas. ¿Cómo desempeñamos un papel significativo en la sociedad si no podemos escribir casi nada y ni siquiera tenemos idea de qué podemos escribir?
Bandurski afirma que es difícil predecir si Caixin sufrirá sanciones graves por su decisión de enfrentarse a los censores. “Esto podría acabar en la retirada del artículo y una advertencia severa”, expresa. “(Pero) de alguna manera estamos tirando por la ventana nuestras suposiciones con Xi Jinping”.
Traducido por: Jaime Sevilla