Ron DeSantis, el ganador republicano que le puede hacer sombra a Trump
En la fiesta de la victoria el martes por la noche en Tampa, los seguidores del gobernador de Florida, el conservador Ron DeSantis, gritaban: “¡Dos años más!”.
Aunque los gobernadores son elegidos cada cuatro años, el grito de sus fieles hacía referencia a las elecciones presidenciales de 2024. DeSantis es considerado por muchos como un candidato con posibilidades de vencer a Donald Trump en las primarias para conseguir la candidatura del Partido Republicano.
Esa posición se ha visto reforzada en gran medida por los buenos resultados conseguidos por DeSantis en su reelección a gobernador de Florida este martes en unos comicios en que republicanos de otras partes del país han salido debilitados.
Con más del 95% de los votos escrutados, DeSantis ya registraba una victoria aplastante: el 59,4% de los votos eran para él (4.607.597 papeletas). El candidato del Partido Demócrata, Charlie Crist, había obtenido solo el 40% de los votos (3.100.603 papeletas).
Hace tiempo que Trump prepara el anuncio de su candidatura para este mes con la idea de rentabilizar lo que se esperaba fuera el éxito de los republicanos en las elecciones de mitad de mandato. Durante un mitin celebrado este lunes en Ohio, Trump dijo que haría su anuncio el 15 de noviembre.
Aunque el control de la Cámara de Representantes y del Senado seguía en el aire el martes por la noche, lo cierto es que la esperada “ola roja” de los republicanos no se ha producido. El ambiente en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, parecía de preocupación. Mientras tanto, los fieles de DeSantis en Tampa celebraban con mucho ruido la convincente victoria del gobernador ante el contrincante demócrata.
“Elegimos hechos y no miedo, elegimos educación y no adoctrinamiento, elegimos ley y orden, y no disturbios y desórdenes”, dijo De Santis durante un discurso cargado de alusiones a su gestión de la pandemia, que ha sido objeto de grandes polémicas. En Florida murieron al menos 82.541 personas por COVID-19, lo que clasificó al estado como el tercero con mayor número de muertes de todo el país.
“Cuando el mundo se volvía loco, Florida fue un refugio de la cordura. Nos mantuvimos como un bastión de la libertad para la gente de este país y, de hecho, la de todo el mundo. Fuimos atacados, recibimos los golpes, capeamos las tormentas, pero nos mantuvimos firmes”, dijo DeSantis.
La carrera a la Casa Blanca
DeSantis se ha resistido a decir si cumplirá o no los cuatro años del segundo mandato (también se negó a aclararlo durante un debate con Crist). Cuando sus simpatizantes en Tampa corearon “dos años más”, el gobernador se limitó a sonreír y a decir “muchas gracias”.
No mencionó a Trump ni la amenaza del ex presidente de que contará “cosas sobre él que no serán muy halagadoras” si DeSantis se mete en la carrera por la Casa Blanca.
Para 2024, las encuestas a nivel nacional entre los republicanos muestran a Trump con ventaja, pero DeSantis es el único otro nombre que logra porcentajes de popularidad de dos cifras. El gobernador de Florida suele ganar las encuestas en las que se ha descartado la opción Trump.
Según la información publicada por varios medios, DeSantis ha dicho a sus donantes que podría esperar a 2028 para evitar un enfrentamiento con Trump. Pero los cálculos pueden haber cambiado tras la contundencia del éxito de DeSantis este martes, junto con la victoria lograda por el senador republicano de Florida Marco Rubio por más del 57% de los votos contra su rival del Partido Demócrata, la congresista y ex jefa de policía de Orlando Val Demings.
Buenos resultados en Miami
En Tampa, DeSantis se refirió a los sorprendentes éxitos logrados por el Partido Republicano en zonas que antes eran claramente demócratas, especialmente en el condado de Miami. “Gracias al abrumador apoyo del pueblo de Florida no solo hemos ganado las elecciones, sino que hemos reescrito el mapa político, gracias por honrarnos con una victoria histórica”, dijo.
También hizo alusión a políticas polémicas de Florida que parecen haber resultado rentables en términos de votos, especialmente las relacionadas con la COVID-19 y con el veto en las escuelas de referencias LGBTQ+ o de la historia racial de Estados Unidos. “Hemos abrazado la libertad”, dijo. “Hemos mantenido la ley y el orden. Hemos protegido los derechos de los padres. Hemos respetado a nuestros contribuyentes y rechazamos la ideología progre”.
El discurso de DeSantis sonaba al de un político con la mirada puesta en el escenario nacional y, por tanto, mundial. Teniendo en cuenta la vieja veneración que los conservadores estadounidenses sienten por Winston Churchill, quizá no sea sorprendente que durante su discurso DeSantis se hiciera eco de las palabras del ex primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial.
Si en 1940 Churchill dijo que Reino Unido lucharía “en las playas... en los campos”, DeSantis dijo en Tampa: “Lucharemos contra los progres en la legislatura”. Entre vítores cada vez mayores, y con un discurso diseñado en gran medida para jactarse de su victoria frente a la izquierda estadounidense, siguió: “Lucharemos contra los progres en los colegios, lucharemos contra los progres en las empresas. Nunca jamás nos rendiremos a la mafia progre. Florida es el lugar donde muere lo progre”.
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