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Ruanda se convierte en el primer país pobre en proporcionar atención oftalmológica universal

Verity Bowman

Ruanda se ha convertido en el primer país con bajos ingresos en proporcionar atención oftalmológica universal para su población de 12 millones de personas.

El Gobierno se ha unido a la organización Vision for a Nation (VFAN) para capacitar a más de 3.000 enfermeras y enfermeros del cuidado de los ojos en 502 centros médicos locales. Los especialistas pondrán gafas o remitirán a los pacientes a clínicas de ámbito nacional si la afección lo requiere. Los especialistas han visitado cada uno de los 15.000 pueblos de Ruanda.

La doctora Jennifer Yip, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, explica lo importante que es cuidar de la visión de la gente: “Sin la posibilidad de acceder a cuidados de la vista, básicamente eres más propenso a terminar ciego”.

“Hemos hallado que un 34% de la población de Ruanda podría beneficiarse de algún tipo de cuidado ocular. Estas dolencias van desde síntomas poco importantes hasta otras que requerirán cirugía que cambia vidas”.

La miopía es la afección relacionada con la vista más común en Ruanda, y más del 80% de las dolencias oculares se consideran evitables. El país ocupa el puesto 159º en el índice de desarrollo humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas, y solo el 19,8% de la población tiene acceso a la electricidad.

El doctor Graeme Mackenzie, especialista de Vision of a Nation, explicó que las enfermedades relacionadas con la vista que no se tratan, sobre todo en mujeres, atrapan a las familias en un ciclo de pobreza.

“La selección de granos de café es un negocio muy importante en Ruanda”, comenta Mackenzie. “Las mujeres suelen trabajar en esta industria y su supervivencia depende de su capacidad para seleccionar los granos de café. Cuando alcanzan alrededor de los 45 años pierden su capacidad de ver bien. Por eso empiezan a trabajar peor y se resienten también sus ingresos”.

“Cuando la persona que mantiene a la familia ya no gana lo suficiente, la familia decide sacar a las niñas más jóvenes del colegio para que también trabajen en agricultura. De este modo no finalizan sus estudios y el círculo de la pobreza no hace más que retroalimentarse”, apunta.

Los problemas de visión son un desafío importante para la salud y el desarrollo. A nivel global, 253 millones de personas en el mundo conviven con alguna dolencia relacionada con la vista.

Tony Hulton, director ejecutivo de Vision for a Nation, dijo también que los cuidados de la vista son esenciales para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. “No conseguiremos que todos los países alcancen su máximo potencial lejos de la pobreza sin cuidados oftalmológicos. La vista y los problemas de visión son un problema que no se ha abordado y que no suele contar con el apoyo de la gente en general”.

“Ruanda está a la cabeza en África a la hora de proporcionar a sus ciudadanos cuidados asequibles para la vista. Esto ha sido posible gracias a la colaboración entre el Gobierno de Ruanda y Vision for a Nation. El impacto de esta iniciativa ha sido enorme”, ha dicho la ministra de Salud Diane Gashumba.

La siguiente parada de Vision for a Nation será Ghana. Aunque el hecho de que la población sea mayor y su propia composición geográfica sean barreras adicionales para ellos, Hulton están convencido de lo importante que es el cometido de la empresa. “Queremos centrarnos en los más vulnerables porque son los que menos posibilidades tienen de tener acceso a soluciones públicas o privadas”, concluye.

Traducido por Cristina Armunia Berges